Entrevista > Alejandro Novella y Mercedes Santiago (Fundación Secretariado Gitano)
En los años 60 nacía en León la primera asociación española creada para defender los derechos del colectivo gitano. Desde entonces la Fundación Secretariado Gitano ha seguido creciendo por toda España. En nuestra provincia tienen dos sedes operativas en Alicante y Elche.
Alejandro Novella (payo) es el coordinador provincial y Mercedes Santiago (gitana) es la coordinadora de programas de Educación. Hablamos con ellos para que nos cuenten cómo es la realidad de la población gitana alicantina, así como su constante lucha contra la discriminación y por la igualdad de oportunidades.
¿Hay muchos gitanos en nuestra provincia?
Alejandro Novella (AN) – Muchos, somos una de las seis provincias con más presencia en España. Realmente no hay un censo gitano, y tampoco queremos que lo haya. Eso sería anticonstitucional y nos recuerda a otras épocas pasadas muy oscuras.
Desgraciadamente la mayoría viven en barrios de exclusión. Hemos hecho algunas aproximaciones, y en la ciudad de Alicante calculamos que habría sobre 11.000 gitanos de los cuales un 80 por ciento viven la zona norte.
«Hasta que se aprobó la Constitución los gitanos éramos considerados legalmente como ciudadanos de segunda» M. Santiago
¿Por qué la mayoría viven en los barrios más pobres?
Mercedes Santiago (MS) – Para entender las razones reales tenemos que irnos muchos años atrás. Los gitanos llegamos a España hace seis siglos, cuando la península ni siquiera se llamara ‘España’. Sin embargo, hasta que se aprobó la Constitución de 1978 no teníamos reconocidos los mismos derechos que el resto de la población.
Hemos sido siempre considerados como ‘ciudadanos de segunda’, y esto es imposible de recuperar en 40 años. Por eso desde la Fundación hacemos programas de Educación y Empleo. Poco a poco lo vamos consiguiendo.
Empezando por el tema de Educación, ¿por qué tantos niños gitanos no terminan ni la ESO?
MS – En contra de lo que mucha gente cree, las familias gitanas son las primeras que suelen querer que sus hijos estudien. El problema es que hasta los años 80 ni siquiera existía una obligación legal de escolarizar a los niños gitanos. Desde entonces hemos trabajado mucho, y ahora ya casi todos terminan la Primaria.
El problema efectivamente viene en la Secundaria. En España el porcentaje de fracaso escolar en la población total ya de por sí es muy alto, alrededor de un 30 por ciento. En el caso de los gitanos asciende a un sangrante 80 por ciento.
En muchos hogares gitanos la pobreza es tal que los niños tienen que ayudar a sus padres con el trabajo, que habitualmente consiste en la venta ambulante. Cuando falta lo básico, desgraciadamente la Educación se convierte en secundario por la fuerza. Esto no ocurre solo en los gitanos, también en otros colectivos vulnerables.
¿Cómo se soluciona esta situación tan terrible?
MS – Desde el Secretariado hemos puesto en marcha el programa Promociona, para luchar contra el fracaso escolar. Trabajamos con los niños, padres y profesorado.
Muchas veces las familias no se pueden permitir algo tan básico hoy en día para estudiar como un ordenador, libros o un escritorio. Nosotros ofrecemos aulas con todos estos materiales donde ayudamos a los chavales con los deberes y a preparar los exámenes.
También tratamos de trabajar en colaboración con el centro. Hay profesores que piensan que es perder el tiempo esforzarse con los niños gitanos. Nos dicen “total, para que se case a los 15 años y se dedique a la venta”. Nosotros intentamos enterrar los tópicos y que haya igualdad de oportunidades para todos. Si no, esto será siempre la pescadilla que se muerde la cola.
Tenemos una tasa de éxito muy grande, el 90 por ciento de los niños que pasan por el programa acaban graduándose. Había un instituto de la zona norte de Alicante donde hasta hace poco ni siquiera se había graduado nunca una chica gitana, en 14 años de historia. Ahora ya por fin se gradúan también mujeres gitanas. Esto no solo es una lucha por la igualdad de las etnias, sino además de los géneros.
«Nos ocurre muchas veces que las empresas no quieren incorporar a un trabajador que sea gitano» A. Novella
¿Y qué tal está el mercado laboral para los gitanos?
AN – Muy complicado, la tasa del paro también es mucho mayor que en la población total. Precisamente como suelen fracasar en los estudios, llegan al mercado con muy poca formación. La mayoría acaban accediendo a un trabajo a través de las redes familiares, lo cual limita mucho las oportunidades.
Desde hace años trabajamos con varias empresas mediante el programa Acceder. Cuando empezamos la inmensa mayoría de los empresarios no querían contratar gitanos. Nos han ocurrido historias surrealistas, incluso que nos llaman para buscar trabajadores con la condición de que no les mandemos a un gitano.
Todavía siguen ocurriendo cosas así. Aún en el 2019 tenemos que decir a nuestras aspirantes qué se quiten los pendientes o la coleta para hacerse la foto del currículum. Se supone que por ley una empresa no puede discriminar a una persona por razones de etnia, pero luego muchas veces esto se queda en papel mojado y es difícil de demostrar.
«Los medios de comunicación están contribuyendo a extender los peores estereotipos de los gitanos» A. Novella
¿Por qué hay tanto desconocimiento, tópicos e incluso miedo hacia el colectivo gitano en la sociedad?
AN – Son muchos siglos de exclusión, en los que se ha demonizado continuamente a esta etnia. Ha habido incluso intentos de exterminio, como en la Gran Redada del siglo XVIII.
Ahora por fin los gitanos tienen un marco legal en el que protegerse. Aún así, muchas veces se incumple y las asociaciones tenemos que estar continuamente vigilando y denunciando.
Tampoco están contribuyendo nada las redes sociales o los medios de comunicación. En determinados programas se emite contenido con el que se perpetuán todos los tópicos. Para las televisiones o los medios es más fácil buscar el morbo. Enfatizar en que detrás de un delito hay un gitano. ¿Acaso esto se hace cuando el autor es un payo? ¿Es que la etnia del delincuente hace que el delito sea peor o mejor?
MS – Es muy triste lo que te voy a decir, pero hemos estado tantos siglos marginados por la sociedad que muchos gitanos se han llegado a creer los tópicos. A mí me llegan jóvenes diciéndome: “Es que los payos nos van a rechazar. Es verdad que no sirvo para nada. Es que tienen razón…”. El miedo a la sociedad en realidad lo tenemos nosotros.
Ojalá tuviéramos una varita mágica para revertir esto. Te aseguro que la mayoría de la población gitana no nos sentimos nada reflejados en los estereotipos que se dicen de nosotros hoy en día.
«Lo triste es que algunos gitanos se han acabado creyendo que realmente no tenemos derechos» M. Santiago
Tremendo. Sin embargo, todo cambia con el arte y la música. Ahí sí se valora mucho la cultura gitana. ¿Por qué ocurre este contraste?
MS – Es de las pocas cosas que se nos respeta. Todo el mundo sabe que, aunque el flamenco no sea un arte puramente gitano, no sería lo qué es sin los gitanos.
Pero fíjate que, quizás de forma más sutil, hasta ahí se nos discrimina a veces. Por ejemplo, al traje gitano de toda la vida hace años pasaron a llamarle ‘traje andaluz’ y ahora ‘traje flamenco’. Parece como si no se quisiera reconocer ni la más mínima aportación gitana a la sociedad.
«Somos un colectivo mucho más heterogéneo de lo que la gente piensa» M. Santiago
Recientemente el Ayuntamiento de Alicante propuso renombrar a la antigua Plaza División Azul como ‘Plaza del Pueblo Gitano’, pero acabaron buscando otro nombre porque decían que el propio colectivo lo rechazaba…
MS – Es que eso no fue así. Aquí tenemos otro ejemplo donde nos venden una milonga. El colectivo gitano no tiene una postura oficial sobre esto. En el barrio se opusieron varios vecinos, entre los que había gitanos y no gitanos. Había algunos que estaban de acuerdo y otros que no.
Somos un colectivo muchísimo más heterogéneo de lo que la gente cree. Los gitanos tenemos muchísimas maneras diferentes de pensar y querer vivir. No existe una “opinión única del colectivo gitano”.
¿Consideráis un gran logro que Alicante fuera la primera ciudad de España en autodenominarse ‘Ciudad Cero’ en discriminación gitana?
AN – Sí, fue una iniciativa que tuvimos desde el Secretariado y agradecemos a todos los partidos políticos de Alicante por haberla aprobado por unanimidad. Después otras ciudades españolas han ido sumándose a la idea.
Esta campaña fomenta que todos los ciudadanos podamos partir de cero. Es decir, que tengamos las mismas oportunidades de acceder al mercado laboral, a una vivienda social, a una subvención, etc. Desgraciadamente esto no está ocurriendo todavía, y los gitanos necesitan muchos más esfuerzos que el resto de la sociedad.
Agradecemos al Ayuntamiento el apoyo a la iniciativa, pero ahora está un poco estancada. Necesitamos que los políticos pongan la causa gitana en la agenda, y que no se acuerden solo de manera residual justo antes de las elecciones.