Este año se cumple el 80 aniversario del final de la Guerra Civil Española. Fue un 1 de abril de 1939 cuando el cuartel general de Francisco Franco anunció el fin del conflicto bélico que había comenzado tres años antes y que había partido literalmente al país en dos mitades.
Desde julio de 1936 el país se convirtió en un campo de batalla en el que los españoles se enfrentaron en una lucha fratricida que dejó, según los historiadores, alrededor de medio millón de muertos, miles de represaliados y familias enteras rotas.
Miles de personas tuvieron que huir de España hacia el exilio, algunos para no volver jamás. Otros fueron encarcelados. La posguerra trajo unas consecuencias terribles cuyos coletazos se han seguido sintiendo hasta la actualidad, ocho décadas después.
En El Poblet se celebraron los dos últimos consejos de ministros de la Segunda República antes de exiliarse
Últimos consejos de ministros
Petrer, debido a su situación estratégica, tuvo una relevancia fundamental en los momentos finales de la Guerra Civil. Al encontrarse en uno de los últimos territorios leales a la República, aguantó estoicamente hasta las últimas semanas de la contienda. Aquí estuvo la presidencia del gobierno encabezada por Juan Negrín entre el 25 de febrero y el 6 de marzo de 1939, llegando a celebrarse los dos últimos consejos de ministros de la II República en suelo español antes de partir al exilio.
Los últimos meses de la guerra fueron frenéticos para los republicanos, sabedores de que el fin de sus días podría estar próximo. El imparable empuje de las tropas franquistas, que controlaban la casi totalidad de las capitales españolas, desplazó al gobierno hacia tierras valencianas, uno de sus últimos baluartes.
Finca El Poblet
La finca El Poblet, en el término municipal de Petrer, acogió durante esos decisivos momentos al presidente Negrín y a su gabinete, y allí se tomaron importantes decisiones para el futuro de España.
El Poblet, conocido militarmente como ´Posición Yuste`, es una finca con un extenso jardín, pegada a la autovía A-31 y a la vía ferroviaria que enlaza Madrid con Alicante. Precisamente por ese carácter cercano a estos importantes nudos de comunicación, y por encontrarse semiescondida y resguardada de miradas indiscretas dentro de una frondosa pinada, fue el motivo por el que el último presidente republicano eligió este paraje próximo a los términos municipales de Elda y Sax.
Elda y Monóvar también tuvieron un papel destacado en los momentos finales de la Guerra Civil
Elda y Monóvar
Además de El Poblet, que había servido como hospital durante el transcurso de la guerra, otros puntos estratégicos de la comarca también tuvieron especial relevancia durante este periodo. En concreto, en Elda varios chalets y casas de campo de l’Almafrá, conocidas como ´Posición Dakar`, acogieron a la cúpula del Partido Comunista, donde estuvieron personalidades como Rafael Alberti, María Teresa León o Dolores Ibárruri ´La Pasionaria`.
También en las escuelas nacionales, lo que es hoy el colegio Padre Manjón de Elda, tuvo su residencia la subsecretaría del ejército de Tierra, y en Monóvar, en el antiguo aeródromo de El Fondó, fue desde donde Negrín, acompañado de los máximos dirigentes republicanos, volaron en dirección al exilio.
Petrer
Volviendo a Petrer, durante la estancia del presidente del gobierno en la Posición Yuste se celebraron dos sesiones de consejos de ministros, en los que se trataron temas decisivos para el desenlace de la Guerra Civil. En este lugar se supo de la dimisión del presidente Manuel Azaña el día 27 de febrero, o de la trascendental decisión de los gobiernos de Francia y Gran Bretaña de reconocer legalmente el régimen del general Franco.
Otro de los temas candentes, que se vivieron en esta finca señorial, fue la rebelión en Madrid del jefe del ejército del Centro, el coronel Segismundo Casado, un hecho que supuso la puntilla final para la II República. Casado, leal a la causa republicana, estaba convencido de la inutilidad de continuar con la lucha armada, y negoció con los servicios de inteligencia franquistas su rendición. Pero los planes no salieron como él deseaba, Franco quería una rendición incondicional y no aceptaba negociaciones de ningún tipo.
El pronunciamiento en Madrid del coronel Casado precipitó la salida del gobierno de El Poblet
Resistir hasta el final
Boni Navarro, historiador local y una de las personas que más saben de los hechos acaecidos en El Poblet, opina que Negrín era partidario de resistir hasta las últimas consecuencias. Su intención, dice, era ganar tiempo ante la inminencia de una guerra europea que ya se empezaba a vislumbrar en el horizonte, con el objetivo de que las potencias del viejo continente dieran su apoyo a la República ante el empuje del fascismo.
Pero su determinación se vino abajo. La sublevación interna del coronel Casado dio al traste con las esperanzas, e impidió alargar la vida de la República. La aspiración del jefe del gobierno era conseguir una retirada organizada de las tropas republicanas, similar a la que se había producido en Cataluña, pero el pronunciamiento lo impidió. El presidente, explica Navarro, quería preparar con todas las garantías posibles la evacuación de los miles de refugiados que ya habían empezado a abandonar territorio español.
Abandonando España
Negrín no deseaba luchas internas dentro de una República que se empezaba a descomponer, y sabía que quedarse en El Poblet equivalía a entregarse a Casado, así que no tuvo más remedio que aceptar que lo mejor para él y su gabinete era abandonar España.
Tras dejar la posición Yuste el día 6 de marzo, después del último consejo de ministros del día anterior, el presidente y los suyos se dirigieron al cercano aeródromo de Monóvar, desde donde cogerían un avión que les trasladaría a Francia. El exilio les esperaba al otro lado de la frontera.
Un destacado dirigente socialista, Julián Zugazagoitia, que murió fusilado por el régimen franquista, escribió estas líneas reveladoras recogidas años después por el historiador Paul Preston: “Resistir, ¿para qué? Es la pregunta unánime. No hay un combatiente que crea en la victoria. La caída de Barcelona, con el efecto internacional del reconocimiento de Franco por Francia e Inglaterra, han destruido las esperanzas hasta de los más alucinados”.
En Petrer varias construcciones recuerdan la actividad bélica que se desarrolló en la zona, entre ellos varios refugios y un cañón antiaéreo
Otros espacios bélicos
En Petrer, además de El Poblet, existen otros lugares que están directamente relacionados con la Guerra Civil Española y donde aún podemos seguir su rastro. En el centro de la localidad se construyeron varios refugios antiaéreos para protegerse de posibles bombardeos de la aviación enemiga. Cabe destacar que ante el desplazamiento del frente hacia el este, la zona levantina, controlada por el gobierno republicano, vio intensificados los bombardeos, aunque Petrer no llegó a sufrir ninguno.
En la plaza de Baix y en la calle Mayor había dos de esos refugios, al igual que en la llamada Ciudad Sin Ley, una pequeña zona industrial de fábricas de calzado que durante los últimos meses de la contienda se utilizó para montar y reparar armamento bélico.
Otro lugar importante también es la zona de El Altico, una loma cercana al casco urbano donde se instaló un puesto de cañón antiaéreo y de vigilancia. En la parte superior de la colina se excavó una pequeña sala como depósito de munición y por una escalera estrecha se podía acceder a una posición circular abierta donde se situaba dicho cañón.
Los ayuntamientos de Petrer, Elda y Monóvar han organizado una ruta conjunta con la que se pueden visitar los lugares más relevantes del final de la Guerra Civil
Ruta ´Del Vinalopó al exilio`
En otro orden de cosas, el Ayuntamiento de Petrer, junto con los ayuntamientos de Elda y Monóvar, ha organizado diferentes actos para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Guerra Civil.
Para ello, han programado una ruta por los lugares más emblemáticos que protagonizaron los últimos momentos del conflicto bélico a través de la ruta turística denominada ´Del Vinalopó al exilio`. La visita, programada para todos los primeros domingos de mes, propone un recorrido por estas tres localidades, conociendo de primera mano los edificios y objetos relacionados con esta fecha histórica.
El itinerario comienza en Petrer con la visita a El Poblet y algunos de los refugios que se construyeron en el centro del pueblo, como los de la Plaza de Baix o el puesto del cañón antiaéreo de la zona de El Altico. Desde allí se continuará en dirección al ayuntamiento de la vecina población de Elda, donde se guarda la vara de mando del presidente Manuel Azaña.
También se visitará el Casino Eldense y otras calles y edificios de la localidad que tuvieron que ver con la guerra. El recorrido finaliza en Monóvar, conociendo el refugio y el lugar donde estaba el aeródromo de la pedanía de El Fondó, desde donde los últimos dirigentes republicanos marcharon al exilio.
Actividades para conmemorar el fin de la guerra
Por su parte, Petrer también está llevando a cabo otras actividades paralelas para celebrar la efeméride, todas ellas gratuitas, bajo el título ´Un territorio para el final de una guerra, 1939-2019`.
La iniciativa incluye exposiciones, una visita guiada por la localidad para recorrer los lugares relacionados con la guerra, conferencias, la presentación de un libro de fotografías o un concierto de una orquesta de cámara, entre otras.
El Poblet ya es Bien de Interés Cultural
La finca El Poblet acaba de ser declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de sitio histórico por la Generalitat Valenciana, una demanda por la que venían luchando distintos colectivos y asociaciones locales durante los últimos diez años.
La Generalitat ha reconocido que El Poblet “constituye un espacio relevante que utilizaron personajes importantes de nuestra historia durante el periodo de Guerra Civil”.
La finca El Poblet ha estado más de diez años esperando ser declarada Bien de Interés Cultural (BIC)
Diez años de espera
Desde el gobierno municipal se han congratulado de esta noticia largamente esperada, que supone que la finca, además de que va a ser protegida, podrá ser visitable.
Cabe recordar que la propuesta de BIC partió del Centro de Estudios Locales hace más de una década. La finca ya gozaba de la protección de Bien de Interés Local tras la declaración aprobada por la dirección territorial de Urbanismo, pero este nuevo nombramiento garantiza su conservación para que no caiga en el olvido víctima de la especulación.