Entrevista > Juan José Vicente Martínez / Concejal de Agricultura del Ayto. de Catral (Catral, 21-mayo-1979)
El Ayuntamiento de Catral ha creado una ordenanza municipal que regula un banco de tierras agrícolas en la localidad.
Con esta medida, se pretende contribuir al mantenimiento del paisaje agrario e incentivar a los propietarios de las parcelas abandonadas para que las pongan en producción y eviten, de esta manera, otros problemas que generan al pueblo estas parcelas abandonadas.
El Concejal de Agricultura de Catral, Juan José Vicente Martínez, nos explica un poco más sobre su uso y funcionamiento.
«El Ayuntamiento hará de intermediario entre los propietarios de los terrenos sin explotar y los interesados en cultivarlos»
¿En qué consiste un banco de tierras?
En facilitar el contacto entre la gente interesada en arrendar tierras y aquellos propietarios que quieran ceder sus parcelas para que otros se encarguen de su cultivo y explotación. Éste es el único uso que se le puede dar a estas parcelas.
¿De dónde surge la idea de esta iniciativa?
Surge un poco de la necesidad local. Por un lado nos encontramos con que hay propietarios que no dan uso a sus tierras, o bien porque sus vidas van por otros caminos, o tienen otros negocios, o son heredadas, etc. Y por otro lado, tenemos vecinos interesados en explotar tierras.
Teniendo en cuenta que somos un municipio donde la agricultura es fundamental, nos propusimos crear una ordenanza en la cual nosotros recogiéramos los datos de esas personas para ejercer de intermediarios.
«El banco de tierras pretende que las parcelas estén en uso y que cuenten con un correcto mantenimiento»
¿Qué objetivo medioambiental tiene el banco de tierras?
Conseguir acabar con los problemas que pueden acarrear las parcelas abandonadas, como son incendios y plagas.
Existen terrenos en mal estado colindantes con parcelas que sí están en uso o con el casco urbano. El propietario tiene que hacerse cargo de su limpieza, por exigencias del Ayuntamiento, por salud pública y por evitar catástrofes.
¿Hay que tener un mínimo de metros para poder inscribir las tierras en este banco?
No, se puede introducir cualquier parcela perfectamente. Hay gente que ha necesitado 10.000 metros de suelo rústico para poder construirse una casa porque te obliga la ley. Una vez construida, la casa ocupa una parcela de 1.000 metros y ahora le sobran 9.000. Entonces han venido a ofrecer esos terrenos porque prefieren que alguien los tenga en uso a que estén abandonados.
También tenemos parcelas de media tahúlla, que son interesantes para vecinos que quieren plantarse una pequeña huerta con sus productos ecológicos.
¿Cree que es importante este papel de intermediario?
Sí, para darle visibilidad a esas tierras. En nuestro caso, por ejemplo, tenemos a un vecino de Madrid que es heredero de 40 tahúllas. Como éste hay varios casos y si no fuera por el banco de tierras, los interesados en arrendar tierras no conocerían a estos propietarios ni que esas tierras están disponibles para su uso.
¿Interviene el Ayuntamiento de alguna manera más en este trámite?
No, sólo como intermediarios. Los términos del acuerdo final, como la duración, el precio y otras condiciones, se deciden en privado entre los interesados. El Ayuntamiento no se lleva nada por ofrecer este servicio; es gratuito para nuestros vecinos.
¿Cómo funciona este sistema de arrendamiento?
Para conocer las parcelas que están en el banco de tierras, el interesado tiene que hacer una solicitud en el Ayuntamiento y rellenar una instancia. De esta forma la ley de Protección de Datos les permite conocer esas tierras.
En un principio se facilita la ubicación de la tierra, pero no los datos personales del propietario, entonces la ve y, cuando ya se decide por una de ellas, se le facilitan los datos de contacto.
Los interesados eligen la parcela en función de los metros y de otras cuestiones, como la dotación de agua para el riego, la localización de la misma, si está integrada en una zona de cultivos, si en la zona se cultiva alcachofas, habas, etc.
«Tener las tierras adheridas a este sistema sólo ofrece ventajas para el propietario»
¿Qué ventajas tiene para el propietario arrendar sus tierras con este método?
Todo son ventajas, el propietario deja de tener sus tierras en abandono, puede ganar dinero por su alquiler, deja de tener que invertir dinero por mantener el terreno limpio y en buen estado…
Es una opción muy interesante para ellos. Acabamos de ponerlo en marcha pero a poco se van registrando.
¿Es tan fácil salir como entrar de este banco de tierras?
Sí, en el momento en que un propietario decida salir de este sistema, porque va a vender sus tierras o les quiere dar otro uso, se rellena otro documento oficial para darla de baja de este banco de tierras y ya está.
Es una iniciativa pionera en la Vega Baja pero, ¿conoce otros municipios que también hayan introducido este recurso?
Crevillent tiene una ordenanza, Monovar, Elda, Petrer… bastantes municipios al norte de la provincia ya cuentan con un banco de tierras. Es una iniciativa que está dando muy buenos resultados donde se ha creado.