Entrevista > Pedro Luis Sirvent / Pirotécnico foguerer (Alicante, 19-Diciembre-1955)
Nació en una familia de joyeros, pero él se decantó por otro camino bastante diferente. Fascinado por las hogueras y la pólvora desde pequeño, Pedro Luis Sirvent se hizo pirotécnico. Hoy en día regenta la empresa Pirotecnia Alicantina de Focs i Artifici, junto a sus propios hijos Pedro y Adrián.
Lleva ya dos años seguidos ganando el primer premio del concurso oficial de mascletás en Alicante. Este año disparará el 24 de junio para intentar agenciarse el tercero consecutivo. Su pirotecnia también es la encargada de quemar la hoguera oficial del Ayuntamiento, así como muchos otros monumentos de la ciudad. Como guinda final a las Hogueras de San Juan 2019, lanzará el castillo de fuegos artificiales de la noche del 28 de junio.
¿Cómo te metiste en esto de la pirotecnia y las Hogueras?
Aunque nací en Benalúa, siendo niño en mi familia nos mudamos a la zona de la antigua estación de autobuses. Durante las Hogueras un grupo de amigos nos dedicábamos a tirar petardos e incluso construíamos una pequeña hoguerita propia, porque por aquel entonces Séneca-Autobusos no tenía monumento infantil.
Un día Tomás Valcárcel nos propuso hacer la hoguera infantil oficial de Séneca-Autobusos. Contactamos con el artista Remigio Soler, y nos llevamos el primer premio. Más adelante estudié Bellas Artes y me hice técnico de Explosivos en la Marina. Al terminar el servicio militar trabajé como representante de varias empresas pirotécnicas, hasta que decidí montar la mía propia.
Este año disparas tres veces en Luceros, dos de exhibición (los días 2 y 9 de junio) y una oficial (el 24). ¿Cambia mucho una mascletá si está dentro o fuera de concurso?
Sí, las oficiales de concurso llevan justo el doble de trabajo. Llegamos a las siete de la mañana y no terminamos de montarlo todo hasta unos quince minutos antes de las dos. Hay que calibrar aparatos, hacer un programa informático y colocarlo todo. Son mucho más grandes de lo que la gente cree (risas).
¿Ha cambiado mucho la técnica desde que empezaste en los años 80?
Ha evolucionado bastante. Antes no teníamos aparatos, inflamadores, ni máquinas. Lo hacíamos todo a mano y tirábamos de mecha. Ahora se utilizan productos químicos que son más seguros.
«La tecnología para montar una mascletá ha mejorado mucho. La calidad también, pero no tanto»
¿Y la calidad de las mascletás también ha mejorado proporcionalmente?
Yo creo que ha mejorado un poquito, tampoco mucho. Ahora tienen más carencia de fuego, y los pirotécnicos ponemos más material. Lo cierto es que la primera vez que gané el concurso oficial, en el 87, teníamos competencia más importante que la de ahora.
El año pasado los elogios del público hacia tu mascletá de la Cremà fueron un clamor. ¿Cómo será la de este año?
Yo creo que gustó mucho porque llevaba mucho ritmo. Era una mascletá grande, tenía un terremoto terreste impresionante y un terremoto aéreo excepcional. Prefiero no entrar en detalles respecto a la de este año, no me vayan a copiar (risas). Será muy parecida a la del año pasado, pero con alguna novedad.
¿Qué tienen de especial las mascletás alicantinas?
El entorno es distinto. Nosotros tenemos que adaptarnos siempre al escenario. Alicante es muy diferente a la plaza rectangular de Valencia o el descampado de Castellón. En Luceros tenemos un espacio muy reducido. Tienes que jugar con los aéreos e inventar algo que impacte. El terremoto debe estar en una zona concentrada o como mucho dividirlo en dos.
«El TRAM hace bastante más daño al monumento de Luceros que las mascletás»
Dicen que las mascletás podrían estar dañando al monumento de Luceros…
Yo creo que el monumento no corre ningún peligro. De hecho ya se desmontó y se restauró entero una vez. Le hace bastante más daño el TRAM que pasa por debajo diez veces al día, que las mascletás que apenas son unos pocos días al año.
«Por cada mascletá perdemos 3.000 euros. Las disparamos solo por el prestigio que supone»
¿Se le saca rentabilidad económica a una mascletá?
Al contrario. Por cada una perdemos unos 3.000 euros. Participamos en el concurso por el prestigio que supone a nuestra pirotecnia.
«Todavía estamos esperando que el Ayuntamiento nos entregue los trofeos de 2017 y 2018»
¿Ocurre lo mismo en otras fiestas?
En las Fallas de Valencia es incluso peor, porque luego siempre dan prioridad a los pirotécnicos valencianos y no nos contratan para nada. En Castellón al menos recibimos 3.000 euros por ganar el primer premio. Aquí en Alicante, sí ganas el premio solo te llevas una palmadita en la espalda. De hecho, aún estamos esperando que el Ayuntamiento nos entregue los trofeos de 2017 y 2018. Se ve con los líos del tripartito y la entrada del PP se han despistado. Al final unos por otros, y la casa sin barrer.
«Algún año me he retrasado a propósito con la mascletá para no ganar el concurso»
He oído comentar que algún año te retrasaste a propósito para no ganar el concurso.
Es cierto. En algunas épocas quemábamos más de 70 hogueras durante la Cremà. No teníamos tiempo físico para disparar el día 24, prefería hacer la mascletá cualquier otro día. Ahora mis hijos me insisten en que tenemos que ganar, así que vamos a por todas.
¿Este año cuantas hogueras vas a quemar?
Alrededor de 50 hogueras. Nosotros dejamos todas las tracas colocadas durante el día, después de hablarlo con el artista. Por la noche es el presidente o la bellea quienes encienden la mecha.
«El artista foguerer siempre decide cómo se quema su hoguera, aunque yo tenga una opinión diferente»
¿Cuesta ponerse de acuerdo con el artista?
Es muy habitual que yo proponga quemarla de una manera y el artista quiera otra. Me suelen pedir que no haga muchas florituras, porque tienen miedo de que no se queme completamente como ya ha ocurrido algunas veces. Al final siempre hay entendimiento porque se impone la voluntad del artista foguerer.
¿Cuántos trabajadores sois en la Pirotecnia Hermanos Sirvent durante las Hogueras?
Somos unos 13 o 14. Además de todo lo que hemos hablado, también abrimos varios quioscos a lo largo de Alicante donde vendemos petardos, cohetes y tracas.
Con todo este trabajo, ¿te queda tiempo de disfrutar de las Hogueras?
La verdad es que no, eso hace años que es una batalla perdida. Cuando era más joven estuve involucrado en varias comisiones. Fui presidente de Séneca-Autobusos y formé parte de la Federación, pero ahora no me da la vida. Tenemos que acostarnos temprano porque al día siguiente desde primera hora ya tenemos lío con los encargos y el material. Es un no parar.
Y además cuando ya terminan las Hogueras… te quedan los fuegos.
Exacto. Descansamos un poquito el día 25, y enseguida estamos preparando los castillos de fuegos artificiales.
¿Cómo te gusta hacer los castillos?
Me gusta mucho que haya palmeras bonitas y secciones de colores concretos. Y sobre todo, mucho ruido y truenos.
¿La meteorología influye mucho?
Muchísimo, es algo aleatorio que no puedes prever. Si no hace viento tienes demasiado humo que no deja ver los fuegos. Si hay mucha humedad también. Esos días me toca tirar más acuáticos y gusanitos. Luego algunas personas me lo recriminan porque querían más palmeras espectaculares. Supongo que para gustos, colores.
«El mejor lugar para ver los fuegos artificiales es el Raval Roig»
¿Para ti cuál es el mejor lugar para ver los fuegos?
El Raval Roig, quien tenga un apartamento allí tiene un palco de lujo. Desde el Postiguet también se ven bien, pero a veces se pierden algunos acuáticos.
¿Echas de menos terminar el castillo de fuegos con un pasillo de tracas?
Muchísimo. Las quitaron por culpa de un iluminado que convenció al Ayuntamiento, que no voy a decir su nombre, pero era una persona que no tenía nada que ver con las Hogueras. Recuerdo las tracas con mucho cariño desde que era niño, entonces se tiraban en la Explanada. Luego las pasaron al paseo de la playa, y era muy divertido como la gente saltaba la valla y los jóvenes las seguían corriendo. Ojalá vuelvan algún día.
«A los alicantinos les suele gustar mucho más las mascletás que los fuegos artificiales»
¿Crees que el público valora más los fuegos o las mascletás?
Las mascletás, sin duda. La gente viene a los fuegos para pasar la noche, cenar en la playa o montarse en barco. La mayoría de las personas no distinguen los colores. Por ejemplo, los fuegos verdes pueden ser de verde esmeralda, pasión, recio, etc. Pero eso nada más que lo solemos distinguir los técnicos.
¿Qué suele gustar más a los jurados?
Hay de todo. Algunos jueces son más técnicos y otros se quedan solo con un detalle. Como decía antes para gustos, colores.
Estas Hogueras serán las primeras del nuevo mandato político. ¿Qué le pedirías al próximo equipo de Gobierno municipal para mejorar las fiestas?
Que recuperen las tracas de después de los fuegos. Siento repetirme, pero era algo muy especial que nunca debió desaparecer.