Entrevista > Guillermo Negueruela / Especialista en endocrinología y nutrición en el hospital Universitario del Vinalopó (20-agosto-1984)
Se estima que para el 2030 habrá 550 millones de pacientes diabéticos en el mundo.
Tanto la Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1) como la Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), especialmente esta última, han visto incrementada su incidencia en los últimos años. En el caso de la DM2 se debe principalmente al aumento de la prevalencia de la obesidad.
Un 13,8% padece diabetes
Según el estudio Di@bet.es, el 13,8% de la población española padece diabetes, y de ellos uno de cada tres no lo sabe. Otro 12% presenta prediabetes, condición previa al desarrollo de la enfermedad.
En la Comunidad Valenciana (datos de la Estrategia de Diabetes de la Comunidad Valenciana, 2017), la prevalencia de DM2 diagnosticada es del 7,8%, aunque probablemente sea mayor, ya que está infradiagnosticada.
Los malos hábitos relacionados con la alimentación y el sedentarismo son muchas veces los desencadenantes de la enfermedad.
¿Se puede padecer diabetes en cualquier momento de nuestra vida?
En efecto. La DM1 suele debutar en la infancia, mientras que la DM2 surge en la edad adulta, aunque últimamente cada vez es más frecuente en edades más tempranas.
¿Cuántos tipos de diabetes existen?
La DM1, que se produce por la destrucción autoinmune de las células B del páncreas (productoras de insulina) y que por tanto es una enfermedad de causa principalmente genética, junto a otros factores ambientales no bien conocidos.
Y la DM2, que tiene también una predisposición genética, aunque influye en gran medida la resistencia a la insulina producida por la obesidad, que impide la adecuada actuación de esta hormona. Esto inicialmente produce un aumento de la secreción de insulina, lo que a la larga da lugar a la destrucción de la célula B pancreática.
«En la DM2 los pilares fundamentales del tratamiento son la dieta y el ejercicio»
¿Qué importancia tiene la alimentación?
En la DM1, la alimentación es fundamental para ajustar la dosis de insulina que el paciente necesita. El paciente ha de aprender a evitar hidratos de carbono de absorción rápida (azúcares) y ajustar la dosis de insulina a la ingesta de hidratos de carbono de absorción lenta.
En la DM2, los pilares fundamentales del tratamiento son la dieta y el ejercicio. Por sí solos son capaces de controlar o incluso revertir la enfermedad.
Por el contrario, ninguno de los mejores medicamentos disponibles en la actualidad para el tratamiento de la diabetes será suficiente para el control de la enfermedad si el paciente no pone de su parte respetando las pautas de dieta sana y ejercicio recomendadas.
¿La industria farmacéutica abusa en la recomendación de medicamentos para la diabetes?
En mi opinión no. La diabetes es una enfermedad ´silenciosa`, que en muchos casos no produce síntomas al paciente pero que está ampliamente demostrado que es una de las principales causas de patología cardiovascular (Infarto de miocardio, ACV, insuficiencia renal, etc.), que es la principal causa de mortalidad en el mundo occidental junto con el cáncer.
Por tanto, todo esfuerzo enfocado a tratar la diabetes, y por ende prevenir la patología cardiovascular, es fundamental.
¿Qué alimentos son recomendables y cuáles no?
Los hidratos de carbono simples (azúcares) se han de evitar en cualquier persona, no sólo en diabéticos. Esto incluye dulces, chucherías, chocolatinas, bebidas azucaradas, etc. Los hidratos de carbono complejos (pan, pasta, arroz, patata) se pueden tomar con moderación, priorizando siempre que sean integrales.
Los alimentos con alto contenido en grasas (alimentos industriales, bollería, quesos, embutidos, salsas, rebozados…) se han de evitar, ya que producen obesidad, lo que imposibilita el adecuado control de la enfermedad.
Como regla general, aquellos alimentos que provienen de la naturaleza y se consumen en preparaciones sencillas (fruta, verdura, carne, pescado, legumbres…) se pueden tomar, siempre en cantidades adecuadas.
«Incentivar el consumo de alimentos saludables, bajando sus precios, sería una medida interesante para controlar la obesidad»
En un país creador de la dieta mediterránea y con tanta riqueza de productos, ¿por qué sigue habiendo tanta obesidad?
Porque la sociedad española cada vez sigue menos la dieta mediterránea, que se ha sustituido por el consumo de comida industrial, bollería, carnes procesadas, etc., elementos todos ellos diabetógenos, muy calóricos y que no están presentes en la dieta mediterránea. Esto, sumado a que el 50% de la población española no realiza ningún tipo de actividad física, da como resultado que uno de cada cuatro españoles presenta obesidad.
A esto hay que sumar el papel de la industria alimentaria, que añade a los alimentos altas cantidades de grasas y azúcares para mejorar su sabor, a pesar de las consecuencias nocivas sobre la salud.
Y hay que destacar la importancia de la política en la configuración de la sociedad. Medidas globales como incentivar el consumo de alimentos saludables bajando sus precios, bonificar el coste de actividades deportivas, o gravar el consumo de alimentos perjudiciales para la salud, podrían ser medidas interesantes para controlar la epidemia de obesidad de nuestro tiempo.
«La industria alimentaria añade a los alimentos altas cantidades de grasas y azúcares para mejorar su sabor, a pesar de las consecuencias nocivas sobre la salud»
¿Qué síntomas anuncian la diabetes?
Los síntomas clásicos de debut de diabetes son la poliuria, polidipsia y polifagia, es decir, el paciente comienza a orinar y beber en gran cantidad, y pierde peso a pesar de comer adecuadamente.
Sin embargo, en la mayoría de los casos la diabetes es una enfermedad asintomática que se suele diagnosticar por casualidad en una analítica rutinaria.
¿Se puede alterar el metabolismo?
Si por ello nos referimos a amentar o disminuir el gasto metabólico, en efecto se puede. Algunas enfermedades lo hacen, como el hipo o hipertiroidismo.
Otras condiciones naturales, como el envejecimiento, también pueden alterar el gasto metabólico. Sin embargo, no existen fármacos aprobados para tal fin, y no es aconsejable confiar en determinados productos de parafarmacia que venden cambios en el metabolismo con estudios de dudoso rigor científico y que no están exentos de efectos secundarios.
La forma más sana, eficaz y barata de aumentar el metabolismo es haciendo ejercicio físico.