Entrevista > Lilian Gironés / Agricultora agroecológica
Lilian Gironés estudió Geografía en la Universidad de Valencia. Un buen día se inscribió en un curso en la Universidad d’estiu de l’Horta y allí descubrió que la fascinaba la agricultura. La hizo recordar que el pan con tomate restregado que la daba su madre cuando iba a visitarla al pueblo no era un simple pan con tomate, era toda una forma respetuosa de cultivar la tierra y saber hacer que no encontraba en los supermercados.
En Sicilia conoció a Damià, su pareja, y el destino los llevó a trabajar juntos en una finca de naranjos ecológicos en un pueblo. La experiencia les valió para volver a España con un proyecto claro: L’Hort de Pastenaga, en Otos, un pequeño pueblo de la Vall D’Albaida, donde cultivan 20 hectáreas que dan para 150 cajas semanales de fruta y verdura ecológica.
«Estamos cultivando semillas de productos tradicionales»
¿Qué especies vegetales se pueden perder si no conservamos sus semillas?
Un estudio de la FAO estima que se han perdido hasta un 75 % de la diversidad genética de los cultivos agrícolas. Hace unos dos años entramos a formar parte de una formación que hace la Generalitat Valenciana que se llama tutor-llaurador y estuvimos más en contacto con la estación experimental de Carcaixent, y eso nos animó a empezar a cultivar más en serio.
Este verano las semillas tradicionales que hemos cultivado son: tomaca Rosa, tomaca Masclet, pimiento de El Cuerno, judía de Manteca, judía de Roget, tomate de Pera, pepino Curt de Vinagre y berenjena listada.
Hace unos meses que se ha publicado el Catáleg Valencià de varietats tradicionals d’interés agrari, donde se puede ver las semillas que se han recuperado y que hoy en día puedes cultivar para su conservación.
«Existe una reserva mundial de semillas donde se conservan especies vegetales de todo el mundo»
¿Existe una reserva mundial de semillas?
Si, un búnker situado en Svalbard (Noruega). Aquí se conservan semillas de todo el mundo. ¿Alguien se ha parado a pensar porque las autoridades políticas han creado un búnker para meter semillas dentro? Es evidente que el motivo es que podrían ir desapareciendo.
Hay mucha gente que por comodidad compra verdura y fruta sin pepitas, pero si lo pensaran mejor no lo harían porque de esa manera hacemos peligrar su existencia.
¿Cómo influye el clima en vuestros cultivos?
La tierra del Benicadell es de color blanca, buena para retener el agua y los nutrientes. Esto hace que utilices menos estiércol en el abono del campo y riegues menos a menudo que en una tierra arenosa de la costa.
Las temperaturas son moderadas, eso también nos ayuda sobretodo en los cultivos de invierno donde hay heladas pero no son muy fuertes. El elemento que más nos preocupa, como a todos los agricultores, es el agua. Otos se alimenta de un pozo ubicado en la sierra del Benicadell al que no le sobra el agua.
¿Qué otras iniciativas ponéis en marcha?
En todo este proceso también nació la Xarxa Llauradora, donde los agricultores de las comarcas centrales nos unimos para trabajar conjuntamente y poder ayudarnos entre nosotros. Creamos un sello de confianza basados en los SGP (sello de garantía participativa), que es el sello que dice que tus cultivos están libres de pesticidas y son respetuosos con el medio ambiente.
Cada año visitamos a los componentes de la Xarxa para conocer los cultivos y evaluar los métodos. Los consumidores también forman parte de esta evaluación y se puede conocer y visitar a su agricultor si así lo desean y conocer con total transparencia que está comiendo (www.xarxallauradora.net).
También nace Pastenaga en Moviment, que son talleres agroecológicos sobre semillas y huertos escolares, y además hacemos formación para profesorado referente a estos temas.
«El campo es difícil, y nos han vendido un ideal de trabajo que no encaja»
¿Es cierto que el español en general no quiere trabajar en el campo?
Encontrar mano de obra es muy complicado. El campo es difícil, y nos han vendido un ideal de trabajo que no encaja con el del campo. Una de las características de las personas que vienen de otros países es que en ellos todavía se cultiva y se trabaja la tierra, para ellos no es tan extraño ni tan duro.
¿Los cultivos ecológicos están dando vida a un nuevo tipo de agricultor y agricultora?
Creo que se debería de empezar a distinguir entre agricultura ecológica y agroecológica. Tú puedes comprar un tomate de Alemania con sello ecológico, pero los kilómetros, las condiciones de trabajo, la semilla utilizada, la pérdida de cultura y paisaje al comprar ese tomate no te lo quita nadie al consumir este producto. La agroecología trabaja la proximidad, y eso para mí es muy importante.
En mi opinión los nuevos tipos de agricultores son los que defendemos la tierra dejando el monocultivo, y nos dedicamos a devolver a los mercados y a las mesas de las familias que las frutas y las verduras tengan sabores, olores, formas diferentes y semillas.
¿Cambiarías tu trabajo y tu forma de vida por otra?
Bueno… no me importaría vivir en las islas Azores con mi huerta y mi barca donde no tuviera que preocuparme por la venta de la producción, los papeles, el dinero, el autónomo, el agua, la educación, el consumo…
Pero mi trabajo no lo cambio. Me gusta lo que hago y creo que es muy importante alimentar y educar con respeto al planeta donde vivimos.
¿El relevo generacional es posible?
Hay chavales con ganas de trabajar la tierra, pero tienes que tener las cosas bien claras para hacerlo. Se necesitaría más cohesión de los agricultores, y que hubiera un cambio de forma de ver la agricultura, que se enseñara lo importante que es para renovar la imagen que tenemos del campo.
Si todo esto se promocionara más y se nos diera una mayor visibilidad en las calles, mercados, restaurantes, se mostrara a la sociedad las ventajas de consumir estos productos y se exigiera en los centros públicos, el sector agrícola florecería y se haría muy fuerte.