El rejoneador ilicitano Tomás Soler se convirtió en uno de los incontables ejemplos de solidaridad que, una vez más, dejó tras de sí un desastre natural. Tras el paso de la DANA que dejó anegada buena parte de la zona sur de la provincia de Alicante, rescató con su camión a casi un centenar de caballos que iban a morir ahogados
¿Qué le hizo tomar esta decisión?
Yo regresaba de viaje cuando estalló la tormenta y vi por las redes sociales a una amiga que estaba pidiendo ayuda para salvar a sus caballos de morir ahogados, así que acudí a rescatarlos.
De vuelta a mi casa pensé que habría mucha más gente en la misma situación y publiqué un mensaje en Facebook. Comencé a recibir llamadas y al día siguiente muy temprano me fui con mi padre y un amigo con un camión de doce metros que, debido a mi trabajo, tengo preparado para transportar caballos.
¿Con que se encontraron en el camino?
Nos fuimos camino a Almoradí buscando las ubicaciones que habíamos recibido y la carretera era cada vez más difícil. A muchos sitios nos era muy complicado llegar y empezaban a cortar carreteras.
Pudimos salvar a casi cien caballos haciendo viajes sin parar durante dos días. Algunos ya a punto de ahogarse. Sus dueños estaban desesperados, sufriendo por sus animales, y se abrazaban a nosotros cuando nos veían llegar.
La DANA deja imágenes desoladoras, pero también otras que alientan, ejemplo de la solidaridad demostrada ante tanta adversidad
¿Qué ha pasado con esos caballos?
En un principio me los llevé todos a mi casa. Yo vivo en el campo y tengo cuadras e instalaciones adecuadas para ellos.
El problema es que a la mayoría aún no se los han podido llevar sus dueños porque sus campos han quedado destrozados y por el momento los sigo cuidando y alimentando yo en mi finca.
Afortunadamente he tenido la ayuda de dos empresas, una de Países Bajos y otra de Alemania, que al enterarse han enviado camiones con comida y material necesario para mantenerlos. Ahora están sanos y en muy buen estado.
Luis Martín. En tu cocina o en la mía
Luis es el fundador de un grupo gastronómico en Facebook llamado En tu cocina o en la mía. Cogió su vehículo y llegó a la Vega Baja con otros compañeros a ofrecer su ayuda.
Entre otras cosas se dedicaron a recoger de las casas más humildes toda la ropa que se había llenado de fango, incluidas sábanas y cortinas. Sacos y sacos de ropa que estuvieron lavando en una lavandería de Elche durante días.
Lavar, secar, doblar, guardar y vuelta casa por casa a devolverla limpia a sus propietarios, que de no ser así la habrían perdido por culpa del fango. Sus lavadoras habían quedado inservibles.
¿Qué ha sido lo peor?
Lo peor es ver la cantidad de gente que lo ha perdido todo. Sus muebles, sus electrodomésticos y cientos de casas que han quedado en muy mal estado. Personas mayores que no tienen la fuerza que se necesita para salir adelante.
Ahora otro de los problemas son las infecciones producidas por el lodo y aguas estancadas, que han arrastrado animales muertos y que están produciendo urticarias e infecciones de estómago. Además, hay cantidad de mosquitos y otros insectos.
El agua ha dejado enormes huellas a su paso y aún se sigue sacando lodo en muchas zonas
Patricia Sanz. Chef
Patricia es una de las muchas cocineras que se han arremangado para echar una mano. Todo empezó con la iniciativa de la delegada provincial de cocineros de la Comunidad Valenciana, Aurora Torres de Los Montesinos, creando la plataforma SOS Vega Baja.
En un principio la intención era ayudar a los profesionales del gremio cuyos establecimientos habían quedado muy perjudicados por el efecto de la DANA, pero a medida que iban adentrándose en la zona veían a mucha gente que pedía ayuda y no lo pensaron dos veces. Comenzaron a pedir más voluntarios y a sacar lodo de las casas que más lo necesitaban.
¿Les ha desbordado la solidaridad de tantos voluntarios?
Imagínate. La plataforma iba creciendo y a través de las redes sociales la gente iba sumándose a nosotros, colaborando con su presencia u ofreciendo lo que podían.
El club Rotary de Benidorm nos envió 500 pares de botas de agua. El Rotary de Elche y la empresa de lavanderías Open Wash pagaron el lavado de cientos de kilos de ropa manchada por el lodo. El Rotary de Almoradí alimentó durante días a mas de 50 familias refugiadas en un albergue. Es solo un pequeño ejemplo de la gente que está colaborando.
«Preparamos comida para una residencia con 250 ancianos cuyas cocinas habían tenido que ser cerradas» P. Sanz
¿Habéis trabajado voluntariamente también como cocineros?
Sí. Hemos preparado comida tanto para los voluntarios como, por ejemplo, para una residencia con 250 ancianos cuyas cocinas habían tenido que ser cerradas como consecuencia de los efectos de la gota fría.
Cocinamos para todos ellos y les llevamos la comida. Algunos de ellos, además, con dietas especiales debido a su salud.
¿Qué otros profesionales se han sumado a vosotros?
Hemos tenido la colaboración de fontaneros, carpinteros, empresas de construcción que han enviado a sus empleados para reparar daños. Nos han llevado bombas de extracción de agua, material y muchos más. De verdad que ha sido impresionante ver cómo responde la gente de esta tierra cuando se le necesita.
¿Nos hemos quedado por el momento sin huerta?
La huerta no va a poder dar hortalizas en este momento porque ha quedado destrozada. Tendremos que abastecernos de otras zonas. El agua ha destrozado las hortalizas que estaban plantadas tanto en la Vega Baja como en Elche, donde por cierto la zona de Carrizales está especialmente afectada y las instalaciones de riego por goteo destrozadas en muchas zonas.
«Sigue haciendo falta mucha ayuda» L. Martín
Gemma Rodríguez. Presidenta Club Lions Elche
El Club Lions es una ONG internacional que principalmente se dedica a solucionar problemas de visión, como surtir de gafas graduadas a personas que las necesitan y no pueden pagarlas. En San Vicente disponen de instalaciones donde reciben gafas de ópticas de toda Europa y allí se reciclan y distribuyen. Pero esta ONG también acude ante cualquier desastre climático como los grandes huracanes que se producen en Estados Unidos.
En Elche Gemma Rodríguez es la presidenta de esta ONG y está desde el primer día echando no una, sino muchas manos y llevando alimentos y artículos de primera necesidad, especialmente para bebes y niños pequeños, con voluntarios como la gastrónoma Elisabeth Parres.
Gemma Rodríguez tiene grabadas en la memoria las imágenes que ha vivido en directo con gente que lo ha perdido todo. “Sientes una gran impotencia y un enorme dolor”. “He llorado muchísimo, pero al mismo tiempo he sentido el abrazo de gente que a pesar de su situación es capaz de abrazarme y darme ánimos a mi cuando llego con lo poco que tengo para ofrecerles. Es increíble lo que he vivido”.
Ahora están recogiendo fondos para dos pueblos: Daya Nueva y Daya Vieja, y atender necesidades concretas tales como electrodomésticos, muebles o ropa. “En nuestra ONG lo canalizamos todo a través de los ayuntamientos afectados. Es allí donde deben dirigirse todas aquellas personas que no tengan medio para solucionar necesidades urgentes”.
«El plazo de las primeras ayudas ha finalizado y nosotros aún no hemos dejado de extraer agua» J. V. Fernández
José Vicente Fernández. Alcalde de Daya Vieja
El plazo de las primeras ayudas urgentes que ofreció la Generalitat a los ayuntamientos afectados finalizó el 20 de septiembre. Ese era el plazo para presentar las facturas por los trabajos realizados para las labores de extracción de agua y lodo y el arreglo de caminos, principalmente.
Este plazo era válido para los pueblos cuyas aguas ya habían bajado de nivel, pero en otros como Daya Vieja, Daya Nueva, Dolores o San Fulgencio el problema continúa y siguen utilizando personal extra y maquinaria y, por lo tanto, produciendo gastos extraordinarios.
¿Cuál es la situación?
A fecha de hoy (27 de septiembre) estamos sacando un millón de litros por hora de los Azarbes para conseguir bajar el nivel de agua y que todo pueda volver a la normalidad.
Para ello, estoy aumentando personal y contratando maquinaria adecuada como bombas de agua, camiones, o tractores. Es un gasto que nos ha quedado fuera de las ayudas de emergencia para ayuntamientos de la Generalitat, que finalizaron el día 20. Parece que no son conscientes de la situación que seguimos viviendo en estas poblaciones. Necesitamos que amplíen el plazo de esas ayudas.
¿Aún hay gente que no puede entrar en sus casas?
Aún hay muchas familias que no han podido entrar a sus casas por el agua y el lodo y seguimos con el arreglo de caminos que siguen intransitables por el efecto de la riada.
Estas personas siguen realojadas en casas de familiares o en las viviendas que hemos conseguido para ellos en la zona de Arenales del Sol y otros en el albergue de San Fulgencio.
Sigue haciendo falta mucha ayuda y agradecemos muchísimo la labor desinteresada de tanta gente voluntaria.