Los pacientes con VIH son víctimas frecuentes de abusos, lo que dificulta la adherencia al tratamiento y su situación virológica. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo con 94 pacientes infectados y que se encuentran en tratamiento antirretroviral desde hace más de un año en tres hospitales de Alicante. La investigación revela que las situaciones de abuso son relevantes para la situación del paciente, ya que altera la toma del tratamiento.
En el estudio han participado investigadores e investigadoras del Hospital Vega Baja de Orihuela, del Hospital General Universitario de Elche y del Hospital Universitario de Elda y de la Fundació per al Foment de la Investigació Sanitària i Biomèdica de la Comunitat Valenciana (Fisabio).
De la muestra analizada, el 24,4% de los pacientes ha sido víctima de violencia doméstica, es decir, la que se sufre dentro del hogar, y el 31,4% de las mujeres ha sufrido violencia de género. Además, la prevalencia de situaciones de abuso hacia las mujeres es más alta que hacia los hombres, un 34,3% frente al 23,7%, y la duración media de esas situaciones llega a los 36 meses.
La investigadora principal del estudio, la Dra. Jara Lenas-García, del Hospital Vega Baja de Orihuela y miembro de GeSIDA (Grupo de Estudios del SIDA de la SEIMC), remarca que este es el primer estudio realizado en España sobre cómo afectan los casos de abuso en los pacientes con VIH.
Además, destaca también que en la investigación no solo se pone de manifiesto la elevada prevalencia de la violencia de género (casi 1 de cada 3 mujeres la habían sufrido), sino también la prevalencia en los casos de violencia entre parejas de hombres que tiene sexo con hombres (sufrida por 1 de cada 6), violencia que tiene consecuencias en la toma del tratamiento frente al VIH.
Los y las pacientes víctimas de abuso presentan, según este estudio, mayores problemas para seguir al tratamiento. Algunos, de forma autoevaluada, afirman que no tomaban la medicación, olvidaban la dosis diaria o no seguían un horario estricto para su toma. Por eso, el porcentaje de pacientes con carga viral del VIH detectable en sangre en los pacientes era superior (19,2%) en las víctimas de abusos respecto a los que no sufren ningún tipo de violencia (4,4%).
Estos resultados, que son preliminares dado que el estudio sigue en marcha, se han presentado en la 17h European AIDS Conference, celebrada durante la primera semana de noviembre en Basilea (Suiza).
Los resultados preliminares se obtuvieron tras incluir 94 pacientes afectados por el VIH, entre febrero y junio de 2019. La edad media de los y las participantes en la investigación es de 49 años. Del total, el 37,2% son mujeres y el 62,8% son hombres.
Dentro de los grupos de transmisión del VIH, el 39,4% son hombres que practican sexo con otros hombres (HSH), el 38,3% son heterosexuales (mujeres y hombres) y el 12,8% son usuarios de drogas intravenosas (UDI).
En este estudio se ha comprobado que, de los 26 pacientes que habían sufrido abuso, en 20 de los casos se trataba de abuso emocional y en 8 se trataba de abuso físico. La edad media en la que estos pacientes habían sufrido el abuso se sitúa en torno a los 28 años.
Además, se reveló que, durante el momento de la investigación, cuatro de los pacientes sufría violencia y, en concreto, uno de ellos fue considerado abuso de riesgo extremo.
Los autores de este estudio observacional, que ha sido financiado por la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y deporte de la Generalitat Valenciana, afirman que es necesario que se incorporen herramientas de detección de abusos en la atención de rutina de las personas que viven con el VIH.