Entrevista > Francisco José López ‘Pancho’ Varona / Músico (Madrid, 13-julio-1957)
En 1995 Pancho Varona lanzó al mercado su único disco en solitario. Aquel álbum homónimo no fue uno de esos superventas que justifican que 25 años después sigamos hablando de él.
A este músico madrileño lo que lo ha convertido en una figura inmortal del panorama musical español son sus composiciones. De su pluma han salido algunos de los éxitos más importantes de artistas como Ana Belén, Luz Casal, Christina Rosenvinge, Ana Torroja, Miguel Ríos, Hombres G, Manolo Tena y, por supuesto, de su inseparable Joaquín Sabina.
Ruta 52
Hace ahora un año que Pancho Varona se echó a la carretera con una gira que lleva por título ‘Ruta 52’ que, en su nombre, esconde su intención de recorrer las 52 provincias españolas y las dos ciudades autónomas. Un espectáculo, como él mismo explica, en el que, además de repasar los temas más destacados de su discografía, cuenta, en primera persona, algunas de las más jugosas anécdotas de 40 años de escenarios.
El próximo día 18 de enero Varona se subirá a las tablas del auditorio de la Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi de la mano de Mascarat Producciones y la concejalía de Cultura, que abren el año musical de la Marina Baixa con este concierto en el que, dice su protagonista, “cuento más que canto”.
«El público puede esperar, sobre todo, pasar un rato agradable riendo y cantando conmigo»
Llega a l’Alfàs del Pi con una gira que lleva por nombre ‘Ruta 52’. ¿Qué debe esperar el público de estos conciertos?
Efectivamente, llego a l’Alfàs del Pi con ‘Ruta 52’, mi girita humilde. Voy con muchas ganas. Tras pasar dos meses por América, estoy deseando llegar a un sitio pequeñito y cantar allí mis canciones. Lo que el público puede esperar es, imagino, conocer un poco más cómo se hicieron esas canciones. Sobre todo, pasar un rato agradable riendo y cantando conmigo.
El nombre, ‘Ruta 52’, nace de su intención de recorrer las 52 provincias de España y las dos ciudades autónomas. Tras cerca de un año, ¿en qué momento del camino está?
Ese es el motivo del nombre de esta gira. Ahora mismo estoy, más o menos, por la mitad del viaje. La empecé hace un año y llevo ya hechos unos 26 o 27 lugares. No tengo ninguna prisa en terminarla. Mi propósito era visitar todos esos sitios y, de momento, lo voy consiguiendo, pero no le pongo ningún límite de fecha a esta gira. Me dije que lo haría y lo voy a hacer en el tiempo que necesite.
Cuando presentó esta gira aseguró que en estas actuaciones “cuento más que canto”. ¿Qué le queda por contar a un compositor cuando pone punto y final al proceso creativo de una canción?
Es verdad. En estas actuaciones cuento más que canto. A veces, en tono de broma, digo que es mejor para todos que sea así. Cuanto más hable y menos cante, mejor. Cuento, sobre todo, cómo fueron hechas esas canciones. Creo que hay dos formas de ver la vida. Una es hacer la canción, cantarla y que la gente entienda lo que quiera o lo que pueda. La otra, es terminar la canción, cantarla y explicarla para que la gente tenga algún dato más.
Yo soy más partidario de esa segunda opción y que la gente conozca dónde y por qué hicimos ‘Conductores suicidas’ o ‘Donde habita el olvido’. Como fan que soy de mucha gente grande, me encantaría conocer esas pequeñas vicisitudes y detalles.
A usted y a Joaquín Sabina les ha precedido siempre una fama de, por decirlo de algún modo, cerrar bares con mucha frecuencia. De lo que no cuenta ni canta en esta ‘Ruta 52’. ¿Cuánto hay de leyenda urbana y cuánto de realidad inconfesable?
En realidad, la fama de cerrar bares está atribuida a Joaquín. Yo no tengo nada que ver con eso. Ahora dice que ya no cierra los bares ni hace tantos excesos. Yo me limitaba a estar a su lado. Yo ni cerraba ni abría nada (ríe).
Como en todas las leyendas, hay parte de verdad y parte de exageración, aunque es una pregunta que tendría que responder Joaquín más que yo.
En su faceta como compositor es usted responsable de algunos de los mayores éxitos de la música española de las últimas décadas. Si dependiera de usted, ¿cuál sería la canción que le gustaría que quedara para siempre ligada a su nombre?
Como cualquier compositor, claro que me gustaría que algunas canciones quedaran ligadas a mi nombre. Hay una que me gusta mucho y que me encantaría que quedara para siempre relacionada conmigo y es ‘No me importa nada’, interpretada por Luz Casal.
En cualquier caso, también hay muchas de Joaquín Sabina que me gustaría que quedaran unidas a mi como ‘Y sin embargo’ o ‘Ruido’. También algunas que he hecho para Manolo Tena como ‘Quiero beber y olvidar’.
«Puede que ‘No me importa nada’ y ‘Y sin embargo’ sean las dos joyas de la corona»
No debe ser fácil elegir en un repertorio tan amplio.
Yo tengo muchas ‘hijas’ en forma de canciones y todas son igual de queridas. Elegir una es complicado, pero, como he dicho, ‘No me importa nada’ y ‘Y sin embargo’ pueden que sean las dos joyas de la corona.
«Sabina me ha aportado una vida nueva y maravillosa que sin él no existiría»
Su relación con Joaquín Sabina se remonta ya cuatro décadas. ¿Qué es lo que le aporta usted a él y viceversa?
Mi relación con él, que, efectivamente, se remonta ya 38 años, es excelente. No sé qué es lo que yo le aporto. Imagino que confianza y seguridad en el escenario. Él siempre ha sido muy confidente conmigo enseñándome cosas que estaba haciendo. Cosas que estaba componiendo, escribiendo, pintando, dibujando… Tenemos una relación de confianza tremenda.
Él a mi me lo aporta todo. Yo estoy hablando contigo desde México gracias a él. Me ha aportado una vida nueva y maravillosa que sin él no existiría.
Repasando su lista de ‘clientes’ encontramos, además de al consabido Sabina, a nombres imborrables de la historia del pop español como Hombres G, Christina Rosenvinge, Miguel Ríos, Ana Torroja, Luz Casal o Ana Belén. ¿Cuál es el secreto para conseguir que personalidades y estilos tan distintos puedan llegar a hacer suyo un tema escrito por la misma persona?
Creo que, en realidad, no hay ningún secreto más allá de echar horas y trabajar. Es cierto que el hecho de que la gente me conociera un poco por trabajar con Joaquín Sabina me acercó a Luz, a Miguel Ríos, a Rosenvinge… Eso influye, por supuesto.
Tener el teléfono personal de una persona y poder llamarla para decirle ‘mira, tengo una canción que te puede interesar’ es algo que influye mucho. Pero el secreto son las horas, el trabajo y seguir con una canción y no parar hasta que la mejoras.
Habla de lo importante que ha sido tener un número de teléfono para poder llamar y ofrecer su canción.
Me ha hecho mucha gracia ese término de ‘clientes’. Son gente muy especial. Son amigos. No hay secreto en que gente tan diferente pueda hacer suya una canción. Los compositores hacemos trajes a medida para unos artistas y, en ocasiones, el propio artista hace retoques en ese traje para que se adapte a su personalidad.
Pero no puede negar que tiene usted ese ‘algo’ que le ha permitido cosechar tantos éxitos.
Tengo suerte de tener cierta varita mágica que me permite pensar en Ana Belén cuando le hago una canción y que le quede redonda. Pero insisto en que son muchas horas de trabajo, de oficio y profesionalidad. Llevo ya muchos años en esto.
¿Recuerda alguna canción cuyo proceso fuera especialmente trabajoso?
Me sucedió con ‘No me importa nada’. Hice ocho versiones horribles antes de que saliera la última versión un día que, de repente, se me ocurrió la música. Esas ocho versiones anteriores, insisto, horribles; no hubieran llegado a ningún sitio.
Acaba de regresar de hacer una gira americana con Sabina y Serrat. Desde el punto de vista del compositor, ¿cómo se consigue conectar tan bien con el público español y el americano? ¿Demuestra esto que, pese a esas supuestas diferencias que algunos quieren subrayar por haber nacido en uno u otro lado del océano, no hay tantas diferencias entre las personas?
Son públicos que hablan el mismo idioma. Durante esta gira de ‘No hay dos sin tres’, Joaquín hace una presentación de una canción diciendo que los idiomas son maravillosos y unen a la gente, pero las banderas provocan diferencias y separan a todo el mundo. El idioma nos une a españoles y latinoamericanos y eso es un arma cargada de futuro.
«España no es un país de extrema derecha, es un país de gente cansada»
Usted no ha tenido nunca ningún problema en posicionarse ideológicamente. ¿Cómo ha vivido la irrupción de la extrema derecha en España? ¿Hasta qué punto sus resultados son reflejo de la ideología real de este país o del desencanto que tanto se han esforzado en cosechar los partidos tradicionales?
Siempre me he considerado una persona de izquierdas y no he tenido problemas por ello. No veo por qué no hay que hacerlo. La irrupción de la extrema derecha es algo que se veía venir. Puede que, efectivamente, por el desencanto de la gente. No sé qué es lo que ha podido pasar.
Creo que es una explosión que no tiene mucho recorrido. Poco a poco, las aguas irán volviendo a su cauce en sucesivas elecciones. España no es un país de extrema derecha, sino un país de gente cansada.
«Tocar ‘Mediterráneo’ con Serrat en un escenario me lleva al clímax»
Volviendo a su gira ‘Ruta 52’ y sus recientes actuaciones con Serrat y Sabina. ¿Dónde se siente más cómodo: en grandes estadios o en salas de pequeño aforo?
Tocar con Serrat y Sabina en el Auditorio Nacional de México es imponente. Tocar ‘Mediterráneo’ con Serrat en un escenario me lleva al clímax. Pero yo me meto en un bar para tocar a 50 o 60 personas y soy el tío más feliz del mundo porque puedes cantarles al oído y contar historias mientras la gente te oye respirar.
Oyen cada ruido y cada suspiro y eso en un gran auditorio se pierde. Si tuviera que elegir, me quedaría con los conciertos en sitios muy pequeñitos.
Tras su ‘Pancho Varona’ de 1995 no se ha vuelto a animar a grabar un nuevo disco en solitario, pese a que los rumores sobre esa posibilidad resurgen cada cierto tiempo. ¿Tiene alguna inquietud en ese sentido?
No tengo ninguna inquietud en ese sentido. Aquel disco nació porque la compañía a la que pertenecía Joaquín se interesó por mi y me insistió muchísimo. Yo no tengo vocación de estudio ni de producción musical.
Dicho esto, sí me gusta componer canciones de vez en cuando y me gustaría soltar alguna en redes a ver qué aceptación tiene. Eso me apetece más que grabar un disco.
«La corrección política no habría dejado grabar a gente como ‘Siniestro Total’, una banda que me encanta»
A un compositor con su trayectoria, ¿qué opinión le merece el revisionismo que, desde la corrección política, se hace ahora de ciertas canciones que en su momento no levantaron polémica alguna?
Creo que la corrección política no habría dejado grabar a gente como ‘Siniestro Total’, una banda que me encanta. Así que, ¡viva la incorrección política! Sinceramente pienso que un artista tiene que hacer lo que le apetezca.
Un pintor tiene que poder pintar lo que quiera. Un poeta tiene que poder decir lo que le parezca. No creo que nadie sea quien para decir si algo es correcto o incorrecto. Eso es una memez. Creo en la libertad de expresión.
¿De qué trata esa canción que nunca ha conseguido terminar?
¡Ay, son tantas! ¿De qué tratan? De ciudades, de viajes, de amor, de desamor… de lo que tratan todas las canciones. No soy nada original a la hora de escribir una letra. Intento ser más original a la hora de hacer una música. Soy más dotado para hacer música que para hacer letras.
Pancho Varona. ‘Ruta 52’
Lugar: Casa de Cultura de l’Alfàs del Pi.
Fecha: 18 de enero.
Hora: 20:00
Entradas: www.yalastengo.com