Entrevista > Eduardo Mínguez / Técnico de Gestión de Espacios Naturales (San Sebastián, 10-septiembre-1966)
Eduardo Mínguez fue, como todos en esta vida, cocinero antes que fraile. Y ahora, de nuevo, ha vuelto a la cocina. Tras haber desempeñado la labor de director del Parc Natural de la Serra Gelada, este donostiarra trabaja ahora como técnico de gestión de espacios en ese mismo entorno protegido que dibuja buena parte de la línea costera de la Marina Baixa.
Su enorme conocimiento de un territorio que ha pisado y navegado hasta la saciedad le situó, durante el periodo de sede vacante que se produjo en la dirección del parque hasta la reciente llegada de Ángel Enguix, como un buen referente para analizar, a pocos meses de que la joya medioambiental de la comarca cumpla sus primeros quince años de vida, la situación actual y los retos de futuro de este pulmón verde y azul que comparten Benidorm, l’Alfàs del Pi y Altea.
«Que el Parc Natural no haya cambiado visualmente en quince años ya es una buena noticia»
En unas semanas se cumplirán quince años de la creación del Parc Natural de la Serra Gelada. Visualmente, el parque no ha cambiado tanto, ¿qué se ha conseguido en todo este tiempo?
Que no haya cambiado visualmente ya es una buena noticia. En principio, lo que hace la Conselleria es conservar. Eso se traduce en que no retroceda la calidad de su valores paisajísticos y medioambientales. Como has dicho, eso se podría decir que está conseguido.
Sin embargo, la gestión del medio ambiente es muy compleja hoy en día porque los humanos tenemos mucha capacidad de interactuar. Creo que en ese aspecto también se ha ido mejorando. Sobre todo, porque la propia comarca ha creído desde el principio en el Parc Natural. Eso ha ido mejorando cada año con mucha colaboración de los ayuntamientos.
En ese sentido, ¿cómo fue el punto de partida?
Desde el principio, la posición era buena; pero ahora hemos llegado al punto en que todo el mundo entiende que el parque es muy positivo para la comarca. Yo diría que lo comprende el cien por cien de las administraciones y la mayor parte de la ciudadanía.
En relación a la colaboración entre administraciones, especialmente los ayuntamientos, ¿qué particularidades ofrece el hecho de que la mayor parte del Parc Natural corresponda a su ámbito marítimo, donde la administración local no tiene prácticamente competencias?
Eso es algo muy interesante. De los tres términos municipales que forman parte del Parc Natural ocurre que Benidorm y l’Alfàs comparten territorio terrestre en la Serra Gelada, pero Altea no tenía prácticamente territorio. Eso hacía que no supieran muy bien cómo colaborar.
Actualmente, hay un convenio de colaboración entre la Conselleria y los tres ayuntamientos para la gestión y la vigilancia del medio marino. Claramente, para los tres municipios el mar es estratégico. Les importa mucho la costa y todos hacen mucha gestión, desde su ámbito de competencia, en su litoral y se dan claramente cuenta de que nosotros también somos parte importante de ese interés.
Para la mayoría de nosotros, las cosas entran por la vista. Por ello, abordando las principales amenazas para el Parc Natural, destacan dos muy concretas: las piscifactorías y la presencia de un negocio hostelero en la Isla de Benidorm, muy criticadas ambas por varios grupos ecologistas. ¿Hasta qué punto son una amenaza real?
Que las piscifactorías sean una amenaza es una opinión. En cualquier caso, nos enfrentamos a dos cuestiones. La primera, es el control medioambiental. En ese sentido, los mecanismos de la Conselleria y otras administraciones con competencias están garantizado y funcionan, tanto en el caso de las piscifactorías como en la Isla de Benidorm.
Respecto al modelo que debe tener un parque natural en relación a las visitas, o a qué actividades se pueden realizar dentro de él, también se cumple el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) actual.
Y ese PORN actual, ¿es suficiente para garantizar la buena salud del parque?
Si eso debe revisarse o no, es algo que puede debatirse. De hecho, se hace en la Junta Rectora y existen los mecanismos para hacerlo como el Plan de Uso y Gestión o el Plan de Uso Público, que son los que deben, con las debidas vías de participación pública, recoger todo eso que podemos opinar.
«En medio ambiente no puede hacer recetas. Hay que ir caso por caso»
Se lo pregunto de otra manera. Dado el éxito del Parc Natural de la Serra Gelada como foco de atracción de visitantes, ¿cree que ha llegado el momento de revisar o repensar el Plan de Uso Público?
Personalmente diría que no es necesario en este momento una actualización de la legislación. Creo que el PORN garantiza el mantenimiento ambiental del espacio y que lo que necesitamos, y el mejor ejemplo es ese convenio con los ayuntamientos que ya te he nombrado, es una gestión adaptativa concordada con los ayuntamientos y otras administraciones que nos permita una actuación rápida y eficaz.
Debemos ir caso por caso. En medio ambiente no pude hacer recetas. Cada caso es muy particular.
Parque Nacional, Parque Natural, Reserva Natural, Paisaje Protegido… Son conceptos que todos usamos, pero que la mayoría no tenemos completamente clara su diferenciación. ¿Los podría explicar de la manera más didáctica y sencilla posible?
Es una buena pregunta porque no es fácil y ni siquiera yo tengo las cosas claras. Al final, el grado de protección casi siempre dependerá del grado de gestión; del compromiso, sobre todo a nivel local, de ese espacio.
En principio, lo que otorga mayor protección, desde el punto de vista autonómico, es una Reserva. En nuestro caso son casi todas marinas y un ejemplo claro son las Columbretes. El siguiente escalón sería el Parque Natural, que viene a ser como un Parque Nacional, pero de competencia autonómica.
Después aparecen los Paisajes Protegidos, que es una figura un poco más abierta porque se basa sobre todo en la conservación del paisaje, sin entrar tanto en el patrimonio natural. Luego están los Parajes Naturales Municipales y, por último, el Monumento Natural.
«Un Parque Natural tiene la misma protección que un Parque Nacional»
¿El Parque Nacional otorga, por lo tanto, el mayor grado de protección?
En la mente de la mayoría, esa es la creencia, pero no lo es. Lo que ocurre es que es una figura que nace en un momento previo a la transición de competencias.
Es decir, en una realidad ideal, en la que se apliquen correctamente los planes gestores de cada zona, Doñana, las Tablas de Daimiel, el Teida o los Picos de Europa gozan del mismo nivel de protección que el Parc Natural de la Serra Gelada.
Jurídicamente, sí. Por ejemplo, la Albufera quizás no sea Parque Nacional por motivos históricos, pero su grado de protección es equiparable a Doñana. De hecho, a nivel europeo, lo es.
Volvamos al Parc Natural de la Serra Gelada y a su dominio terrestre. Benidorm es el municipio que cuenta con más metros cuadrados, pero la mayor parte de ellos está en manos privadas. ¿Cómo es esa convivencia necesaria con el propietario privado?
Te sorprendería la cantidad de gente que no pretende obtener un rendimiento económico de sus terrenos; que funciona motivada por cuestiones sentimentales. Pero es verdad que es una realidad que cambia la relación y las cosas que puedes hacer.
Un espacio protegido no cambia la titularidad de los terrenos, pero sí sus normas de uso. En el caso del Parc Natural de la Serra Gelada, la línea de protección coincide de forma exacta con el límite previamente fijado en los PGOU de Benidorm y l’Alfàs del Pi. Por lo tanto, es una línea que ya existía antes de la creación del parque. Eso significa que no se puede construir… exactamente igual que no se podía antes.
Y, sin embargo, desde hace años planea sobre el parque la sombra de la construcción de un teleférico y todos los servicios añadidos al mismo. ¿En qué punto está esa cuestión?
Insisto en que yo no soy el director del parque y, por lo tanto, puedo no estar al corriente de algunas cosas. Dicho esto, hasta donde yo sé no existe ninguna solicitud al respecto. Obviamente, es un tema que ha salido en prensa y que ya ha generado actos y eventos, pero oficialmente no existe, que yo tenga conocimiento como técnico de la Conselleria, un proyecto que pueda ser evaluado técnicamente.
«El gran reto futuro es la gestión eficaz del medio marino»
Ahora que el parque cumple sus primeros quince años, ¿cuáles son los principales retos que se deben afrontar en los próximos quince?
Sobre todo, la gestión eficaz del medio marino. El 75% del parque natural es mar. Por cuestiones históricas, el medio ambiente se identifica con verde. No con azul. Eso significa muchas cosas, incluso a nivel de organización de una administración.
La Administración es más lenta trabajando en mar que en tierra, y eso es algo que también ocurre en el Parc Natural de la Serra Gelada. Por fortuna, en los últimos años se ha avanzado mucho. La clave del convenio de los tres ayuntamientos con la Conselleria radica, justamente, en la creación de un servicio de vigilancia y protección del medio marino.
Donde los pescadores son unos actores fundamentales…
Se ha avanzado mucho con ellos. Especialmente, con la Cofradía de Altea. Ellos se han certificado con la marca Parques porque entienden que, si quieren seguir viviendo de la pesca, necesitan una regulación y un control de la sobrepesca.
Nuestros mares están sobreexplotados. La única forma de mantener la pesca es como se hace en tierra. Un coto de caza se mantiene gestionándolo y eso está llegando ahora al mar. Es la clave y el gran reto para los próximos años.
«Gracias a los cazadores tenemos el nivel de conservación que tenemos»
Ha hecho referencia a los cotos de caza. Tengo la sensación de que existe un gran desconocimiento sobre la labor y el respeto por la naturaleza de los cazadores. ¿Cuál es su opinión como técnico de la actividad cinegética en el Parc Natural de la Serra Gelada?
Pese a los iconos que se han creado, los cazadores no son enemigos del medio ambiente ni nada parecido. Históricamente, es en gran parte gracias a ellos por lo que tenemos el nivel de conservación que tenemos. Ellos han hecho un aprovechamiento cinegético del territorio en lugar de urbanístico, y eso supone la conservación de los hábitats.
Volvamos al tono más didáctico. ¿Cómo llega la actividad cinegética a ayudar en la conservación de un paraje?
Es muy sencillo. A ti te interesan una serie de especies cinegéticas que van a necesitar unos hábitats que hay que cuidar. Además, al propio cazador le gusta estar en sitios hermosos. Si no, estaría haciendo tiro al plato. Por lo tanto, para cazar necesitas conservar tanto las especies como los hábitats.
«La depuradora de Benidorm es de las mejores de la Comunitat Valenciana y de España»
No quiero dejar de lado la cuestión de la depuradora y de su famoso ‘chorro’. ¿Cómo está actualmente la situación de esta infraestructura que, por otro lado, en algún sitio tiene que estar?
Efectivamente. Y está donde está. La depuradora es de las mejores de la Comunitat Valenciana y, posiblemente, de España. Dispone de un tratamiento terciario que permite que, en el 90% de los casos, esa agua sirva para riego. No tenemos un mejor sistema de riego por cuestiones presupuestarias de implantar la red de riego secundario. Pero, todos los sistemas fallan.
Nosotros tenemos picos de población grandes en verano y, a veces, por mucho que quieras los sistemas no dan abasto. Hay problemas puntuales y reconocidos. Hay suficiente transparencia por parte del ayuntamiento de Benidorm, que es el propietario de la depuradora, al respecto.
¿Qué ocurre con el emisario?
Pues que no es un emisario. Se vierte de forma visible en tierra y cae al mar. Lo normal es que los emisarios sean submarinos. Lo que vemos nosotros con el ‘chorro’ ocurre, de manera mucho más grave, en otros lugares, pero sólo lo saben los pescadores.
Se trata más de un tema emocional porque lo que sale de ahí son aguas con las que podrías regar tu jardín que, por falta de equipamientos, se tienen que verter al mar. Eso no pasa en todos los sitios, pero nosotros tenemos esa suerte.