Hace justo un año se inauguraba el nuevo Museo Arqueológico y Etnológico Dámaso Navarro. Su apertura supuso una pequeña revolución cultural para Petrer, levantando una gran expectación y congregando a sus puertas a centenares de vecinos deseosos de conocer unas instalaciones que muestran el pasado histórico del municipio. De hecho, el viernes 8 de febrero, día de la apertura, se congregaron 264 personas, a las que se añadieron 2.359 en las puertas abiertas que se planificaron en los dos fines de semana siguientes.
Hoy, doce meses después, el museo continúa siendo un foco importante de atracción y, aunque los ecos de aquella inauguración han menguado, continúa siendo un referente cultural, no solo para Petrer, sino también para el resto de la comarca.
El museo es un importante foco de turismo y parte del motivo de su crecimiento
Miles de visitantes
Según datos oficiales, un total de 7.583 personas pasaron en 2019 por sus instalaciones para contemplar la selección de unas 300 piezas que se exponen en su interior, desde la época prehistórica más remota, hasta prácticamente hoy mismo.
Un total de 7.583 personas visitaron el museo en 2019, mayoritariamente de nuestra comarca
En concreto han sido 5.132 adultos y 2.451 menores los que han visitado sus salas, bien como visitas particulares o bien visitas en grupo y programadas, mayoritariamente de nuestra comarca, seguidas de la provincia de Alicante, y de los visitantes de otras provincias como Valencia, Madrid, Tarragona o Bilbao; así como de países como Francia, Inglaterra, Polonia o Canadá.
“De las aproximadamente 20.000 piezas que guarda el museo, hay expuestas 300, una selección de las mejores que tenemos y que sirven para conformar una panorámica fiel del pasado de Petrer”, relata el director del museo, Fernando Tendero.
El mosaico romano es la estrella de la exposición, pero también destacan el horno y las yeserías islámicas
Piezas de elevado valor arqueológico
Completamente accesible y adaptado a las últimas tecnologías museísticas, el Dámaso Navarro, llamado así en homenaje al impulsor de la arqueología local en los años sesenta del siglo pasado, atesora en sus casi 300 metros cuadrados expositivos importantes piezas rescatadas de los antiguos pobladores de Petrer.
Destacan el horno romano, las yeserías islámicas de la rambla de Puça y, por supuesto, la joya de la corona, el mosaico romano de Villa Petraria de la segunda mitad del siglo IV, descubierto en 1975 en el subsuelo del casco antiguo y, que gracias a la restauración que realizó el MARQ de Alicante hace dos años, luce ahora en todo su esplendor.
Un año después de su inauguración (8 de febrero de 2019), este periódico ha echado la vista hacia este espacio museístico, y de la mano del concejal de Cultura y Patrimonio y Urbanismo, Fernando Portillo, y de su director, Fernando Tendero, hemos realizado una interesante visita por el interior de sus instalaciones, explicándonos los pormenores de las piezas expuestas.
Finalizar las obras
A pesar que el museo funciona desde el mismo día de su apertura a pleno rendimiento, falta aún completar una última fase de obras que está pendiente de comenzar en los próximos meses y que le dotará de sala para exposiciones temporales, sala de taller técnico, una sala multifuncional, despachos y una segunda zona de aseos.
Todo ello contará con una subvención de 137.000 euros aportados por la Diputación de Alicante, según nos ha explicado el edil de Cultura y Patrimonio, queriendo que sea “el verano la fecha tope”, para que esta tercera fase esté completamente terminada y el museo finalizado en su totalidad.
“Todo es mejorable”, dice Fernando Portillo, y aunque al museo “no le falta prácticamente de nada y hemos dado un gran salto de cómo estábamos en las anteriores instalaciones a cómo estamos ahora, nos gustaría incluir algunos elementos, como rótulos explicativos traducidos al inglés, en atención a los turistas extranjeros, y nuevos elementos didácticos”.
Actos para celebrar el primer año
Precisamente, nos ha revelado el director del museo que se está preparando para el fin de semana del aniversario varias actividades. Así, el día 8 está previsto un encuentro entre las localidades alicantinas que celebran la tradición del fuego en las celebraciones de Navidad y Reyes, como son nuestras fallas o los ‘fatxos’ en Onil. Y el domingo día 9, la celebración del primer aniversario con diversas actividades.
Un museo al alcance de todos
No hay que olvidar que todo lo que se puede visitar es completamente accesible y está distribuido en una única planta. “Tenemos maquetas, textos escritos en braille para personas invidentes y, gracias a las reproducciones en 3D, es posible tocar algunas de las piezas”, destaca Portillo.
El museo supone también un importante foco turístico, y ha sido ‘culpable’ en gran medida de esas más de 21.000 visitas que ha recibido la oficina de turismo de Petrer en el último año: “antes, la gente venía atraída por el castillo y pocos reparaban en el antiguo museo, pero desde que tenemos estas nuevas instalaciones muchos las incorporan a su recorrido”, destaca el director del Dámaso Navarro.
Importante es también la parte didáctica, porque muchos escolares vienen a conocer el museo y se quedan especialmente prendados de los enterramientos y de los esqueletos del periodo medieval.
Todas las culturas que han pasado por Petrer están representadas en el museo, desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna
Todo comienza en la Prehistoria
El museo está articulado en varias zonas, dedicadas a todas las etapas históricas que han dejado su huella en Petrer. Lo primero que encontrará el visitante, tras atravesar la puerta de entrada, son vestigios de la Edad de los Metales, hace unos 4.500 años -aunque sabemos que el poblamiento de Petrer se remonta, por lo menos, al Neolítico, hace 6.500 años-, y en cuyas vitrinas se muestran restos encontrados en yacimientos del término municipal.
La época ibérica, entre los siglos IV al II a. C., es otra de las interesantes etapas representadas en el museo, destacando “una figurita de bronce en forma de exvoto que representa a un hombre en posición de pie y que tenía un carácter ritual”, explica Fernando Tendero.
A continuación entraremos de lleno en la Villa Petraria, el asentamiento romano más importante de Petrer, fechado entre los siglos I y VI d. C., donde destaca especialmente el mosaico, la pieza más sorprendente de toda la exposición y “que más admiración atrae”, sin olvidar restos de ollas, monedas, y por supuesto el horno romano, otra de las piezas estrella del museo, donde se elaboraban tejas y ladrillos y conservado in situ después de casi 2.000 años.
Después viajaremos por el Bitrir musulmán, que es como se llamaba a Petrer en aquella época, donde encontraremos los restos de las yeserías islámicas encontradas en la partida de Puça o una moneda de plata del primer emir omeya Abd al-Ramhan I.
Como fin de la visita, se hace una especial mención a todo lo que representa el patrimonio inmaterial de Petrer
Periodo medieval y moderno
Ya metidos de lleno en la Edad Media, podemos contemplar diversos utensilios como platos, vasijas y vasos, y la maqueta del castillo y la villa de Petrer. También el libro de la giradora, perteneciente a la época moderna, de comienzos de siglo XVIII, que contiene en su portada el escudo más antiguo conocido de Petrer.
Después llegaremos a la época más actual, la contemporánea, la de los siglos XIX y XX, representada por la colección etnológica, donde se refleja el pasado agrícola y artesanal de la villa y que es una parte “muy querida por los habitantes de Petrer, porque la mayoría de objetos han sido donaciones de las propias familias”.
Por último, y no menos importante, un rincón dedicado a la Guerra Civil Española, destacando la importancia que tuvo Petrer en los compases finales de la contienda bélica.
También, como fin de visita, se hace una especial mención a todo lo que representa el patrimonio inmaterial de Petrer, como el rodar la falla, la Fiesta de Moros y Cristianos o las “carasses”, y se realiza un homenaje al Grupo Arqueológico Petrelense y a la figura de Dámaso Navarro como verdaderos iniciadores de los estudios arqueológicos en nuestra población.