Entrevista > Pilar Gay Bódalo / Concejala de Cultura y Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Guardamar del Segura (Cartagena, 1971)
La Casa-Museo del ingeniero Francisco Mira de Guardamar se ha vuelto a abrir al público tras una nueva reforma. En esta ocasión las obras han hecho retroceder aún más en el tiempo al inmueble, para recuperar en su estructura más detalles originales.
AQUÍ en la Vega Baja ha hablado con la concejala Pilar Gay para conocer más detalles sobre la nueva Casa-Museo del ingeniero.
«Guardamar es lo que es gracias al ingeniero y a todos sus vecinos, que han cuidado y protegido su pinada siempre»fa
¿Qué significa Francisco Mira para el pueblo de Guardamar?
Es una de las figuras más destacadas en la historia de Guardamar. Tras sufrir el terremoto de 1829, Larramendi diseñó un pueblo nuevo bajo el castillo, sin poder prever que era cuestión de tiempo que los problemas con las dunas comenzaran en el municipio.
Las dunas son móviles y estaban comiéndose el pueblo literalmente. La arena ya había llegado a las casas y algunas se tuvieron que abandonar porque era imposible frenar su avance.
Codorniu, que era el jefe del ingeniero Mira, diseñó un plan para fijar las dunas. Un plan de reforestación que es la actual pinada y, a partir de ahí y contando con la gente del pueblo, el ingeniero comenzó a hacer las plantaciones.
¿Y por qué se ha reformado la casa museo?
La casa había sufrido varias reformas que le habían dado un aspecto que en nada se debía parecer a cómo fue en aquella época. Aparte, también había algún problema estructural de humedades y otras cosas normales en una casa de tantos años.
Queríamos quitar todos esos elementos que no eran contemporáneos. Por ejemplo, en el patio había azulejos de tipo andaluz que no pegaban nada ni con la época, ni con nuestra localización. Hemos recuperado el suelo de cemento habitual de los patios de la vega baja, con esos circulitos que se hacían con un vaso.
¿Alguna sorpresa en la reforma?
En la antigua cocina había una puerta que se había tapiado y era la puerta que daba a la escalera. En aquella época lo habitual era que el acceso a la planta superior en las casas estuviera en la cocina, y tiene sentido si lo piensas porque después de cenar a dormir, y de dormir bajaban a desayunar… era así.
Hemos abierto esa puerta para que se vea la escalera, porque tiene una estructura muy bonita y muy de la época.
¿Cuáles son las principales novedades en la Casa-Museo?
Que se han recuperado muchos elementos constructivos antiguos de la casa, entre ellos suelos de la época, de los que se hacían con cal y ceniza, bajo capas y capas de suelos que se habían puesto arriba. Los que se han podido recuperar, se han tratado y lucen como en su origen. También había un pozo que hemos recuperado… En fin, la casa no se estaba utilizando a pleno rendimiento.
También hemos querido que tuvieran su espacio no sólo el ingeniero, sino también todas aquellas peonadas que trabajaron en la repoblación forestal. A través de la documentación que existe de la época, tenemos listados de la gente que trabajó en la esa repoblación durante los primeros 20 años, y también lo que cobraban. Hemos dedicado un pasillo a poner los nombres de todos ellos.
«Hay un espacio homenaje a todos aquellos vecinos que trabajaron junto al ingeniero»
¿Es este pasillo un mural homenaje a los vecinos de Guardamar?
Así es, todos aquellos que trabajaron junto al ingeniero eran gente de Guardamar y hemos puesto sus nombres, con lo cual la gente puede identificar a sus familiares, a sus abuelos… Hace mucha ilusión ver el nombre de tus antepasados allí, porque son apellidos locales y todo el mundo encuentra a alguien.
Es un homenaje a todos los guardamarencos que son los que realmente hicieron la pinada y hoy en día son los que la vigilan. Sufrimos hace unos años el ataque de un pirómano que prendía fuego a los arboles de la pinada y los propios ciudadanos hacían guardia y vigilaban por si veían a alguien sospechoso. Nuestros vecinos quieren y protegen mucho su pinada.
¿Ha recibido Guardamar fondos públicos para su rehabilitación?
Sí, desde el ayuntamiento pedimos unos fondos FEDER europeos para hacer una obra de reforma del castillo y de la casa, presentamos un proyecto, lo aprobaron y empezamos a trabajar.
La financiación ha correspondido 50% a los fondos FEDER y 50% al ayuntamiento.
«Por un euro se pueden visitar los dos museos que tenemos, el arqueológico y la Casa-Museo de Francisco Mira»
¿Se van a realizar actividades y visitas al museo?
Por supuesto, de momento la casa está abierta y se puede visitar a través de la oficina de turismo, que se localiza en el mismo inmueble. Se puede comprar una entrada que vale un euro y te lleva a los dos museos que tenemos, a la Casa-Museo y al Arqueológico. El horario de visitas es el mismo que el de la oficina de turismo.
También pensamos hacer visitas escolares, porque ahora en el patio se ha quedado una parte que explica muy bien la didáctica de la pinada y la repoblación, ideal para que los niños conozcan la historia de Guardamar. Además, seguiremos haciendo cuentacuentos y visitas guiadas.
¿Cómo fue el acto de reapertura?
Muy bien, trajimos a un grupo modernista de Alcoy, que siempre van vestidos de época, y conseguimos darle un toque especial a la inauguración.
Hicimos un cóctel en la entrada y visitas guiadas. Se iban haciendo grupos con los visitantes, entraban a ver la casa y se les daba una breve explicación de todo lo que se mostraba allí. La verdad es que funcionó muy bien, empezamos a las 18:30 horas y acabamos como a las diez de la noche, y sin parar de entrar grupos. Podía haber allí perfectamente 400 personas.
¿Quieres animar a nuestros lectores a visitar la Casa Museo?
Yo animaría a todo el mundo para conocer lo que es hoy el pulmón de la Vega Baja y cómo se llevó a cabo este proyecto. Sobre todo porque es Patrimonio Histórico de Guardamar y de toda la comarca, al fin y al cabo la pinada es muy visitada durante los días de mona.
Animo a todo el mundo a que venga a conocer la historia de nuestro particular entorno natural.