Entrevista > Alberto Bleda / Delegado provincial de Urbaser
La regla de las tres R del reciclaje incluye tres conceptos: reducir, reciclar y reutilizar, tres gestos imprescindibles para un pensamiento ecológico en la actualidad.
Cambiar los hábitos de la población solo requiere pequeños gestos que en su conjunto ayudarán a cuidar el planeta, reducir el consumo y crear usuarios más responsables y concienciados.
El contenedor amarillo es el que más dudas plantea a los usuarios a la hora de reciclar, al ser el que más variedad de residuos admite, no solo botellas de plástico como mucha gente cree.
Icono del reciclaje
Desde que llegó a la ciudad el contenedor amarillo se ha convertido en todo un icono del reciclaje. Su función no es otra que acoger las latas, los briks y los envases de plástico para que, tras ser separados en las correspondientes plantas de clasificación, éstos sean remitidos a la industria transformadora y convertirlos en nuevos productos de utilidad, contribuyendo al ahorro de recursos.
En los dos últimos años ha aumentado un 70% el volumen de residuos acumulados en estos recipientes en Elche. Solo en 2019 se recogieron 2.700 toneladas en los 630 contenedores instalados en todo el término municipal.
La regla de las tres R
Reducir: Hacer recortes en el consumo conlleva una reducción en la contaminación, puesto que generamos menos residuos. Aplicar este concepto nos convierte, poco a poco, en consumidores más responsables.
Reutilizar: Para conseguir una reducción aún mayor, se puede recurrir a la reutilización. La clave es dar nuevas vidas a materiales que parecen agotados, a través de manualidades o aplicaciones alternativas, para alargar así su periodo de utilidad.
Reciclar: Este concepto pasa por introducir en el proceso de producción residuos que se convierten en materia prima, para crear nuevos productos.
Concienciación
Según el delegado provincial de Urbaser, Alberto Bleda, los datos demuestran que en Elche cada vez tenemos mayor conciencia de la importancia del uso de este contenedor.
«Las dudas se producen porque es un contenedor al que se arrojan varios tipos de envases»
¿Cuáles son las dudas que plantea este contenedor al usuario?
Las dudas se producen porque es un contenedor al que se arrojan varios tipos de envases. A raíz de algunas campañas de información que hemos realizado las dudas cada vez se disipan más, pero seguimos insistiendo.
«Es muy importante realizar campañas en colegios e institutos»
¿Qué información se da en los colegios?
Es muy importante educar sobre la importancia de estos gestos desde pequeños, por eso es fundamental realizar campañas en colegios e institutos.
Hace unos meses pusimos en marcha una campaña en los colegios de Elche y poníamos algunos ejemplos en nuestras charlas, que es como mejor lo entienden. Cuando les decíamos que con 80 botes de refresco se conseguía hacer una llanta de bicicleta, y se lo poníamos delante, se quedaban asombrados.
Hay que trabajar mucho desde la infancia, cuanto más pequeños mejor para que crezcan viendo como algo natural el gesto de reciclar. Es muy importante también que vean el ejemplo en sus casas, deben hacerles comprender lo importante que es para nuestro planeta.
¿Cuál es alguna de las acciones incívicas que más se producen?
El civismo es cosa de todos, y debemos entender, por ejemplo, que no se puede tirar basura a cualquier hora, ni tirar nada en las aceras cuando hay papeleras por todas partes.
¿Hay solución para eliminar los derivados del plástico?
La realidad está ahí. Ya vemos lo que está pasando en los mares y por todas partes. El principal motivo para reciclar el plástico es porque sus residuos tardan entre 100 y 1.000 años en degradarse.
El carbón y el plástico del que esté fabricado no se disuelven. Además, si reciclamos el plástico, estaremos consumiendo menos cantidades de materias primas y de recursos naturales y energéticos no renovables. Así evitamos que estos se agoten.
El plástico supone más del 12% de la cantidad de residuos sólidos urbanos. O nos lo tamos en serio o las consecuencias pueden ser irreversibles.
«El plástico que no se recicla acaba en el mar e incluso en el ambiente, son los llamados microplásticos»
La solución es reciclar más…
Solucionarlo va a ser ya muy difícil, pero al menos debemos frenarlo y para eso hay que actuar cada uno desde la parte que le toca, y la del ciudadano es reciclar y no verter ningún tipo de plástico porque acaba en el mar, e incluso en el ambiente, que son los llamados microplásticos que ya están por todas partes.
Contenedor amarillo
Veintiún años después de la puesta en marcha de la recogida selectiva de envases a través del contenedor amarillo, aún surgen dudas sobre lo que se debe depositar en él.
Hay consenso generalizado sobre las botellas de plástico y latas de bebidas y los tetrabriks, y que incluso no hay que echar en ellos juguetes, utensilios de cocina (sartenes, por ejemplo) o ropa, pero, ¿a partir de aquí?
¿Qué podemos depositar y qué no?
Algunos ejemplos de qué debemos depositar en este contenedor son envoltorios pequeños de caramelos, cajas metálicas como las de bombones, tarrinas de mantequilla, botes de plástico tipo a los del kétchup, los plásticos que envuelven paquetes de botellas, sobres de sopas, las bandejas de corcho blanco, papel de aluminio, latas de conservas y de otros alimentos, aerosoles (vacíos), o tubos y otros envases de higiene, entre otros.
Por poner algunos ejemplos de lo que no debe depositarse en este contendor, y que crean dudas, son: vasos y tarrinas de papel, papel plastificado de carnicerías y pescaderías, táperes para envasar alimentos, cápsulas de aluminio de café, moldes de silicona, biberones y termos, macetas de plástico, cajas de CD y DVD, fundas de móviles, estuches de gafas, bolígrafos y mecheros o envases de plástico de los medicamentos.