Cuando Vicente Arques llegó a la alcaldía de l’Alfàs del Pi en 2007 jamás llegó a plantearse que en los primeros meses de su cuarto mandato le tocaría lidiar con la mayor crisis sanitaria que el mundo ha conocido en tiempos modernos. Al frente de un municipio multinacional y con una población envejecida, las cosas no pintaban bien a mediados del pasado mes de marzo cuando el Gobierno de España decretó el confinamiento de toda la población.
El Covid-19 se ha cebado especialmente –aunque no sólo– con las personas de edad avanzada, y eso convertía a un altísimo porcentaje de la población alfasina en grupo de alto riesgo. Han pasado ya más de dos meses desde el arranque de la crisis y, a falta de conocer los números finales, parece que l’Alfàs del Pi ha sabido hacer sus deberes.
Ahora la fase de emergencia sanitaria, aunque no está plenamente superada, parece estar dando paso a la de la preocupación económica. Desde el consistorio alfasino ya se han hecho los ajustes necesarios para que sus vecinos puedan solicitar las primeras ayudas y siguen trabajando en ese sentido para, como explica su primer edil, ser lo más rápidos y eficaces posible en estos momentos de necesidad.
«Estamos dudando qué hacer con el Festival Internacional de Cine»
Permítame empezar de forma muy directa. A nivel turístico, ¿el verano de 2020 está perdido?
Es la pregunta del millón. No lo sabemos. Cada domingo el BOE da unas directrices e interpreto que en unas semanas se permitirá el baño en las playas con unas distancias mínimas de separación. No está perdido, pero no va a ser el verano al que estamos acostumbrados. Hay actividades que han caído. En l’Alfàs del Pi, concretamente, estamos dudando con el Festival de Cine.
Turisme Comunitat Valenciana ya ha avisado de que el turismo de este verano va a cambiar. Será de interior y nacional. Por lo tanto, si el 51% del turismo de la Comunitat Valenciana es autonómico, lo que tenemos que hacer es potenciarlo.
En cualquier caso, en l’Alfàs del Pi hablar de turismo y de residentes son dos cosas distintas.
Por suerte, nosotros tenemos residentes. Tenemos turismo de nueve meses. ¿Cómo nos va a afectar? No lo sabemos. Vamos a poner todas las medidas necesarias para minimizar el impacto de la caída del turismo, pero el 80% o el 90% del turismo extranjero va a caer.
Dado que los residentes suelen aprovechar los meses de verano para regresar a sus países de origen y que, por lo tanto, el horizonte de su regreso está en los meses de septiembre-octubre, ¿permitiría esto ser un poco más optimista a l’Alfàs del Pi que sus municipios vecinos?
Creo que sí. El verano no es una época especial para l’Alfàs del Pi. A nosotros, por ejemplo, nos duele el 17 de mayo, Día de Noruega que este año no podremos celebrar. Es un día de un gran dinamismo en el que tenemos a 3.000 noruegos festejando y consumiendo en el municipio.
Pero es verdad que pasado el 17 de mayo nuestro turismo residente se marcha a su país y vuelve a principios de septiembre. Creo que esa circunstancia nos va a beneficiar.
Muchos países, especialmente los nórdicos, han afrontado la crisis del coronavirus de una forma muy distinta a España, lo que podría haber generado cierta incomprensión por parte de sus residentes en l’Alfàs del Pi. ¿Ha existido algún problema en ese sentido?
No. Los dos colegios noruegos, el Club Noruego… todos han entendido que la casuística no es la misma. Noruega tiene cinco millones de habitantes, que es lo que tiene la Comunitat Valenciana. Madrid tiene más población que media Suecia. Son datos tan diferentes que ellos han atendido a una estrategia que les ha ido muy bien, pero que no se podía implementar aquí.
Usted mismo ha dicho que se espera un aumento del turismo de interior y, especialmente, del emisor nacional. En ese sentido, y pese a estar en plena costa, el Parc Natural de la Serra Gelada puede ayudar a salvar en cierta medida el verano.
Así es. Vamos a volcar toda la oferta turística al Parc Natural de la Serra Gelada. Vamos a hacerlo a ese espacio abierto en el que minimizas el riesgo de contagio al mantener con normalidad el distanciamiento social.
Al fin y el cabo, ya era el motor turístico de este año, pero, mira por donde, después de este peregrinaje por el desierto que vamos a pasar, acabaremos de nuevo en el Parc Natural de la Serra Gelada abriéndolo a paseos y a actividades culturales y deportivas.
«Las dos primeras semanas del estado de alarma fueron durísimas»
Cuando se decreta el mando único los ayuntamientos perdieron parte de su capacidad de decisión y de gestión. Dentro de lo que pudieron seguir haciendo, ¿qué nota le pone a su gestión?
Las dos primeras semanas fueron muy difíciles. Hay que recordar que el viernes, 13 de marzo los niños estaban en el colegio y todos hacíamos vida normal. El sábado, 14 de marzo hubo un estado de alarma y el lunes 16 cambió el escenario mundial.
A partir de ahí tuvimos que articular todas las medidas necesarias. En primer lugar, las medidas jurídicas ya que tuvimos que dar coberturas a una serie de medidas que marcaba el BOE. También nos tuvimos que adaptar a cuestiones relacionadas con la gestión de subvenciones, contratación…
«Antes tardábamos un mes para dar una ayuda de emergencia y ahora tardamos cinco días»
¿Y cómo está todo eso a día de hoy?
Ya hemos normalizado el trabajo telemático, las subvenciones, las ayudas… toda una serie de cuestiones que hace un mes y medio eran ciencia ficción. Nos hemos adaptado al medio. Antes tardábamos un mes para dar una ayuda de emergencia y ahora tardamos cinco días. También es verdad que el estado de alarma te da unas posibilidades que el día a día normal no te permitía.
«El Ayuntamiento tiene capacidad para asumir todas las ayudas de emergencia y ya hemos gastado más de 200.000 euros en ellas»
Ahora que parece que la crisis sanitaria comienza a remitir es el momento de comenzar a pensar en las derivadas económicas. ¿Puede cuantificar las ayudas de las que me ha hablado?
El municipio de l’Alfàs del Pi tenía una tasa de desempleo de entre el 6,5% y el 7%, que es algo residual. Ahora todavía no sabemos qué tasa tendremos, pero vamos a estar en un 14% o 15%. Las ayudas de emergencia eran algo puntual y, de repente, tenemos 150 solicitudes.
No estamos con problemas económicos. El Ayuntamiento tiene capacidad para asumir todas esas ayudas. A día de hoy nos hemos gastado más de 200.000 euros, pero no es un problema. Ahora mismo, nuestra prioridad es ser ágiles en la gestión diaria de esas ayudas, y ya he dicho que lo somos.
«Vamos a habilitar una oficina de atención para las ayudas a los alquileres»
¿Cuál es el siguiente paso?
Ya estamos articulando elementos para minimizar el choque de la desescalada. El Ayuntamiento va a habilitar una oficina de atención para las ayudas a los alquileres, para que los ciudadanos nos puedan entregar su documentación y nosotros la enviaremos a la Generalitat.
Estamos en un espacio intermedio. Ningún ayuntamiento tiene competencias laborales, de sanidad o en la vivienda, pero somos la administración más cercana al ciudadano.
Me acaba de decir que tienen capacidad para hacer frente a las ayudas que requieran sus vecinos, pero ¿esto implica algún cambio a medio o largo plazo en su política de inversiones y, especialmente, en su EDUSI?
El presupuesto del Ayuntamiento se iba a aprobar el 17 de marzo, por lo que posiblemente el segundo pleno sea ya de modificación presupuestaria. No tanto para dotar a Bienestar Social de ayudas, sino para reajustar. Las Fiestas Patronales, las Fiestas de l’Albir, el Festival de Cine… está todo en el aire.
Pero también hago un llamamiento: no hay que parar la actividad. Si no hay Festival de Cine, los restaurantes, los taxis o los hoteles no tienen actividad. Por eso, hay que equilibrar. Si los hoteles puedes abrir, haremos el Festival.
Insisto en el EDUSI. ¿El parón vital que ha sufrido el mundo implica que alguna de esas actuaciones vaya a tener que esperar más? ¿La UE ha ampliado los plazos para realizarlas?
Europa no se ha pronunciado, pero mi intuición es que va a ampliar el plazo. Incluso, hemos derivado algún proyecto del EDUSI. Hace tres meses estaba dirigido a infraestructuras y a sostenibilidad, pero había una línea que, estando en nuestro documento, quizás era la menos trabajada y que se refiere a la integración social del espacio.
Ahora, de repente, tiene sentido ya que abarca cuestiones de empleo, ocupación de espacios, zonas desprotegidas… Esas áreas que hace dos meses, con un paro residual, no eran prioritarias hoy pueden tomar importancia. Nosotros seguimos trabajando con las inversiones, el PMUS, la iluminación de Belmonte, el nuevo vial de l’Albir…
«Queremos dar la máxima flexibilidad a los comercios para que puedan iniciar la escalada a la normalidad»
Centrándonos en las próximas semanas de desescalada, sabemos que en las distintas fases se van a permitir una serie de cosas diferentes y en algunas de ellas ustedes sí tienen fórmulas para intervenir. Pienso, por ejemplo, en permitir la ampliación de terrazas al sector de la hostelería. ¿Trabajan ya en algún escenario que permita un mayor volumen de negocio?
Vamos a ser flexibles. Hay cosas que hace un año no permitíamos y que, seguramente, ahora sí vayamos a permitir. Es lógico. Todos tenemos que ser flexibles en un momento único. Por otro lado, el día 17 de marzo ya tomé unas medidas económicas exonerando del pago de tasas.
Ese primer documento hablaba de un trimestre y ahora veremos si lo tenemos que ampliar. Si el fin del estado de alarma finaliza dentro de 15 días, lo podemos analizar; si finaliza en un mes, evidentemente donde dije un trimestre diré dos. Vamos a dar la máxima flexibilidad para que puedan iniciar la escalada a la normalidad.
También está la cuestión de la playa del Racó de l’Albir. ¿Cómo piensan afrontar su reapertura?
Es un reto. Hay una ventaja: tenemos una playa muy pequeña, acogedora y de piedras, y hay una desventaja: que tenemos una playa muy pequeña. Es verdad que no suele haber aglomeraciones. Por lo tanto, estamos esperando la normativa, pero nuestra idea es abrir la playa en verano con los criterios de seguridad que correspondan y que la gente normalice el espacio.
Las relaciones de su equipo de Gobierno con la oposición han sido, en el pasado no tan lejano, muy duras. ¿Cómo valora su relación durante esta crisis?
Las relaciones de 2011 a 2015 fueron durísimas. De 2015 a 2019 tampoco fueron muy finas. Pero igual que digo eso, digo que las relaciones que hemos tenido en este periodo han sido magníficas. Hemos tenido reuniones semanales con la oposición, a la que hemos hecho partícipe de todos los decretos y actividades.
Reconozco que su actitud ha sido muy positiva y muy colaborativa. Tanto la portavoz del Partido Popular, los portavoces de Ciudadanos como el miembro de Unidas Podemos han colaborado con el Ayuntamiento y desde aquí se lo reconozco y agradezco.