El profesor de la Industria de la Transformación Agroalimentaria de la San Telmo Business School, de Sevilla, Miguel Ángel Llano, ha afirmado este lunes que la COVID-19 ha hecho que los consumidores sean más digitales y ahorradores.
Llano ha realizado estas declaraciones durante el encuentro telemático ‘Fortalezas y oportunidades del sector agroalimentario tras la crisis económica provocada por la COVID-19’, que ha ofrecido en el marco de los Encuentros Económicos Federación de Empresas de La Rioja (FER)-Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Ha indicado que el ahorro y la digitalización son dos de las cinco tendencias que la pandemia del coronavirus ha impulsado y que “se estima que los consumidores ya han adoptado o van a adoptar”.
Las tendencias que completan esta lista son la priorización de la compra de productos saludables y frescos, el pago sin contacto, es decir, sin dinero en efectivo y la exigencia de mayores medidas de higiene y prevención tanto en restaurantes como en empresas agroalimentarias, ha especificado.
Antes de la crisis del coronavirus, ha proseguido, existían otra serie de tendencias “dormidas, usadas por poca gente, de las que muchas se han disparado” con la llegada de esta enfermedad, y en lugar de tardar meses o años en “dar el salto” a la mayoría de la población, han tardado semanas e, incluso, días.
Entre estas tendencias, ha mencionado la experiencia virtual, y ha puesto como ejemplo la empresa colombiana Rappi, que, a través de ‘dark kitchens’, o cocinas oscuras, preparan y entregan alimentos a menor coste que los restaurantes, puesto que estos espacios se localizan en sitios menos caros.
También ha mencionado el ‘shopstreamming’, o compra en línea, que es desarrollado por la plataforma china Taobao, que “apoya iniciativas de agricultores pequeños chinos y entregan sus productos cerca de sus clientes sin pasar por ningún intermediario”.
Ha señalado que el ‘e-learning’, o aprendizaje electrónico, asistido es puesto en práctica por la empresa gallega Pazo de Vilane, dedicada a la producción de huevos de gallinas camperas criadas en libertad.
Esta empresa se comunica con su comunidad de compradores a través del Canal Cocina, donde explican cómo utilizar sus huevos en diferentes recetas y, a la vez, ‘vende’ lo natural y sostenible que es su forma de tratar a sus aves, ha incidido.
Ha apuntado que el ‘a-commerce’, o comercio automatizado, consiste en la entrega de productos automatizada, como la que realiza la plataforma estadounidense Amazon con botones que, colocados en distintas zonas del hogar, se pulsan cuando se acaba algún artículo para realizar un nuevo pedido del mismo.
Además, otro ejemplo de esta forma de comercio es cómo la empresa estadounidense Domino’s Pizza, en la ciudad de Houston, Texas, realiza la entrega de pizzas a través de un vehículo sin conductor, ha precisado.
Llano ha especificado que, con la expansión del coronavirus, son “muchos” los que realizan la compra en línea y la recogen en la tienda, un servicio que ya ofrecía la empresa francesa Carrefour en 2016 y que la multinacional estadounidense Wallmart promocionó en el descanso de la Super Bowl de 2020 con una nuncio de 10 millones de dólares. EFE