Entrevista > Julio Gil / Director de Ambumar SyA (Murcia, 19-febrero-1978)
La bandera azul de calidad medioambiental ondea, un año más, en las playas de L’Espigó, La Roda y Cap Blanch. Pero la Villa Blanca cuenta con otros muchos arenales y calas en los que residentes y turistas aprovechan los días de verano para refrescarse y tomar el sol.
Para que todo ello pueda hacerse de una forma segura, también en este coronavírico 2020, los socorristas de Ambumar SyA se afanan todos los días de la semana, de 11 a 19 horas, en un total de nueve playas del municipio (además de las tres mencionadas, también en Cap Negret, Soio, La Olla, Solsida, Barreta y Mascarat).
AQUÍ en Altea ha querido conocer desde dentro cómo se plantea y ejecuta este importante servicio, que ha sido renovado este año, y lo hemos hecho de la mano de Julio Gil, la persona responsable de que todo esté diariamente listo para que los bañistas sólo tengamos que preocuparnos de ponernos crema protectora y disfrutar de la playa.
Este año está siendo muy diferente a cualquiera que hayamos vivido. La menor afluencia de turistas, ¿ha provocado que se haya reducido de alguna manera el servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de Altea?
No. Precisamente este año se ha renovado la licitación y hemos ampliado el servicio no sólo en número de efectivos, sino que se ha aumentado el número de meses de cobertura. Este año, lógicamente, hemos empezado más tarde por la cuestión del estado de alarma. En cualquier caso, ni hay menos puestos de socorrismo ni playas no vigiladas.
¿Han tenido que cambiar sus protocolos de actuación a causa de la pandemia?
Sí. La operativa ha variado, como es lógico. En primer lugar, en la autoprotección de los socorristas, que ahora tienen que añadir el tema de las mascarillas o el distanciamiento social entre ellos. Antes, los paseos por la playa se hacían en pareja y ahora se hacen de uno en uno.
También hemos tenido que variar los protocolos a la hora de realizar alguna cura. En el fondo, son los mismos, pero ahora siempre se hace una batería de preguntas a los usuarios y hasta que no la han completado no pueden acceder a las instalaciones del puesto de socorro. Son preguntas encaminadas a recabar información sobre la covid-19.
«Todavía no hemos completado el aforo máximo de las playas ningún día este verano»
Las playas de Altea son todas de canto rodado, ¿supone esto alguna diferencia a la hora de plantear el servicio respecto a las de arena?
No. Los protocolos de actuación suelen ser los mismos. Es verdad que la particularidad que tiene Altea es que, al ser las playas de canto rodado, la afluencia es menor y en temas como el distanciamiento social no estamos teniendo problemas. Todavía no se ha completado el aforo ningún día. No sé si es algo que viene dado por el canto rodado, pero sin duda es algo que hace que tengan unas características distintas a las de otros municipios.
Son playas más limpias, y en cuanto a la operativa del socorrismo no existe variación entre playas de canto rodado o de arena.
En ese mismo sentido, ¿la composición de la playa la hace más segura o insegura que una de arena?
Algo tiene que ver porque nos obliga a llevar un calzado adecuado si estamos caminando por la playa. También a tener más precaución ante una pequeña caída. Pero salvo esos pequeños detalles, nuestra experiencia no dice que el uso y el disfrute de la playa sigue siendo el mismo.
Además, en Altea no hablamos de playas de roca o de acantilados. Es un canto rodado fino y de un tamaño que permite disfrutar de la playa con normalidad.
Todas las playas de Altea están orientadas al este, desde donde llega el viento predominante en la zona. ¿Hace esto que, en líneas generales, podamos decir que las playas alteanas son seguras al no existir mucho peligro de que el aire o las corrientes nos arrastren mar adentro?
Estás en lo cierto. Si comparamos Altea con el resto de los municipios donde prestamos este tipo de servicio, es el municipio con más días de bandera verde y mar en calma. No es sólo por la orientación, tal y como has indicado, sino también por la orografía de las propias playas.
Tener fondos de roca y no de arena facilita que las condiciones del mar no cambien mucho con el oleaje de fondo. Eso, además, también nos permite tener muy controladas las corrientes, porque siempre vienen del mismo sitio.
¿Cuáles son los principales riesgos que debemos de tener en cuenta a la hora de bañarnos en cualquiera de las playas de Altea?
Sobre todo, dependiendo del estado del mar, tenemos que valorar si es conveniente que nos bañemos o no. Con bandera roja está claro que el baño está prohibido, pero cuando más precaución debemos tener es en el momento en el que hay una bandera amarilla.
Así mismo, tenemos que tener en cuenta cuestiones como las corrientes, el mar de fondo o la presencia de un temporal.
«Sobre todas las cosas hay que ser prudente. La norma básica tiene que tener sentido común»
Sin duda, la mejor manera de prevenir accidentes es elegir una zona de baño vigilada y hacer caso de las indicaciones de los socorristas, pero ¿qué medidas de autoprotección básicas recomendaría en caso de hacer uso de la playa fuera del horario de vigilancia o en piscinas privadas sin socorrista?
En el caso de las playas, sobre todas las cosas hay que ser prudente. La norma básica tiene que ser mirar primero cómo está el mar y, si no estamos seguros, no arriesgarnos a ponernos en peligro. Sobre todo, tener sentido común y ser prudente.
«Debemos estar muy pendientes de los más pequeños y no permitir nunca que se bañen solos»
En el caso de las piscinas, estar muy pendientes de los más pequeños y no permitir nunca que se bañen solos. Aunque lleven elementos de flotación como un flotador o manguitos, tenemos que seguir pendientes porque en segundos se pueden ver comprometidos.