Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, a 29 de junio se habían contabilizado 268.874 personas fallecidas desde que empezó 2020 en España. Esto supone 49.783 pérdidas humanas más que el pasado año en estas mismas fechas. Si descontamos los fallecimientos por covid-19 (las cifras oficiales proporcionadas por el Ministerio de Sanidad), descubrimos aún que la mortalidad ha ascendido un 9,8% en nuestro país respecto a 2019.
Todo esto aún teniéndose en cuenta que las víctimas mortales por accidentes de tráfico, una de las principales lacras que todos los años se lleva centenares de vidas en España, han caído a mínimos históricos. Además tampoco se han producido apenas accidentes laborales desde que gran parte del país comenzó con el teletrabajo, o simplemente ya no trabaja. Por tanto, aunque todavía no existen datos oficiales al respecto, es de suponer que las muertes por enfermedades ajenas al coronavirus también han aumentado considerablemente.
«Muchos hospitales se dedicaron casi exclusivamente al coronavirus» Á. Cequier (presidente Sociedad Española de Cardiología)
Hospitales dedicados al COVID
“Aunque aún no lo podamos saber de manera oficial, es bastante probable que las enfermedades cardiovasculares hayan jugado un papel muy importante en el incremento de víctimas mortales durante este año” nos comenta el médico cardiólogo Ángel Cequier, presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
De hecho un estudio realizado por dicha Sociedad en 73 hospitales de España (entre los cuales se encuentran el General de Alicante, el de San Juan, el General de Elche, el de Vinalopó y el de Torrevieja) ha determinado que durante la pandemia se realizaron un 56% menos de procedimientos diagnósticos.
“Muchos hospitales se dedicaron casi exclusivamente al coronavirus. En mi centro sanitario, por ejemplo, llegamos a tener solo una cama ocupada por un paciente sin COVID. Incluso los médicos de otras especialidades, como nosotros los cardiólogos, nos integramos en equipos multidisciplinares para atender a infectados por la pandemia” nos relata Cequier.
«Algunas personas tenían miedo de venir al hospital, y cuando llegaban ya era demasiado tarde» Á. Cequier (cardiólogo)
Miedo a los hospitales
Durante estos días tan dramáticos, muchos ciudadanos ni siquiera se atrevían a acudir a los hospitales por miedo a sufrir un contagio. En algunos casos esta resistencia ha acabado siendo letal. “Nos ha ocurrido que ciudadanos sufrían un infarto, un ictus u otra complicación clínica e intentaban aguantar en su casa. Solo se decían a venir cuando ya se veían muy mal, pero a veces sus patologías estaban tan evolucionadas que ya era demasiado tarde. Si un corazón sufre una necrosis, o se actúa pronto o acaba muriéndose todo el órgano y ya no tiene remedio” nos cuenta el cardiólogo.
Por otra parte también se dieron casos de llamadas de urgencia desde viviendas o incluso residencias de ancianos que no fueron debidamente atendidas. Algunas ambulancias tardaron muchas horas en llegar o incluso nunca aparecieron debido al colapso del sistema hospitalario.
Luego, una vez que llegaban al hospital, si los pacientes no eran diagnosticados de COVID o no poseían sus síntomas, solo solían ser ingresados en casos muy graves. Algunas personas fueron reenviadas a casa simplemente porque no había espacio ni personal para atenderlas.
“Según nuestros cálculos, en España este año se han atendido un 40% menos de infartos cardiacos que en un año normal” nos indica el presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
La atención no urgente
Otra consecuencia de la pandemia fue la paralización de multitud de consultas clínicas o intervenciones médicas que estaban programadas para esta primavera, pero que no tenían carácter urgente. “Casi todos los especialistas en otras patologías tuvimos que ocuparnos del COVID, así que aplazamos la atención a nuestros pacientes habituales. En algunos casos les hemos atendido vía online, pero obviamente el seguimiento médico no se hace igual” nos cuenta el cardiólogo Ángel Cequier.
Desde que la curva del COVID-19 comenzara a descender, las atenciones médicas regulares se han ido recuperando poco a poco. Aunque durante este parón forzoso algunos pacientes han empeorado considerablemente de sus dolencias.
“Ahora ya estamos recuperando las revisiones médicas habituales. Además las consultas online se están haciendo más funcionales, si bien en algunos departamentos de salud aún siguen algo atrasados con estos nuevos procedimientos. Imagino que todavía nos costará un tiempo volver a actualizar el seguimiento médico de nuestros pacientes. Además, hay quien todavía sigue teniendo miedo de venir al hospital” apunta el doctor Cequier.
«Nuestros sistemas inmunológicos no se han relajado porque en los hogares también hay gérmenes» J. M. Sempere (inmunólogo)
El confinamiento
Por si fuera poco, la población española también se enfrenta a las consecuencias negativas para su salud que haya tenido la propia cuarentena. La incertidumbre laboral o incluso la pérdida de ingresos económicos en muchos casos han podido repercutir en un mayor estrés laboral, así como en una peor alimentación. También la obligación de permanecer en casa ha disminuido las posibilidades de practicar ejercicio.
“Por supuesto que el impacto psicológico influye en la salud. Lo más importante es que sepamos retomar nuestro modo de vida anterior al confinamiento. No es tan grave que hayamos cogido un par de kilos, siempre y cuando no nos acostumbremos demasiado a esta vida sedentaria. Por eso nosotros recomendamos siempre pasear un par de kilómetros diarios, viene muy bien para el sobrepeso y el estrés” nos indica el presidente de la Sociedad Española de Cardiología.
Por otra parte durante los últimos meses hemos protegido nuestro cuerpo de los virus cómo nunca antes habíamos hecho. El confinamiento obligatorio nos ha hecho permanecer casi todas las horas del día en nuestro hogar durante meses, e incluso cuando salimos ha sido tomando medidas de extrema precaución como llevar mascarillas, guantes o mantener distancia con otras personas. Existe por ello un cierto temor a que nuestras defensas puedan estar excesivamente relajadas.
No obstante, el doctor José Miguel Sempere opina que nuestro sistema inmunológico continúa funcionando a pleno rendimiento. “Hay que tener en cuenta que en nuestras propias casas también estamos en continuo contacto con multitud de gérmenes patógenos, por lo que nuestro cuerpo siempre está en alerta” nos asegura el presidente de la Sociedad Valenciana de Inmunología y director del departamento de Biotecnología en la Universidad de Alicante.
Los médicos recomiendan vacunarse de la gripe durante la próxima campaña
El próximo invierno
La aparición de un gran rebrote de COVID-19 este invierno es un riesgo muy real, pues todavía estamos muy lejos de alcanzar la llamada ‘inmunidad de rebaño’ (un 60-70% de personas inmunes) en nuestra sociedad. De hecho, aunque se esperaba que con el calor disminuyera la actividad del coronavirus, ya se están produciendo algunos pequeños rebrotes puntuales en ciertos lugares de España.
Existen temores de que dicho nuevo repunte del coronavirus pueda coincidir con la gripe estacional. “En principio la prevalencia de la gripe no tiene porque cambiar, salvo que se de alguna mutación rara. Pero es evidente que si un paciente coge los dos virus al mismo tiempo, se puede complicar” nos comenta el doctor Sempere.
De hecho durante la pandemia se han sucedido numerosos casos donde pacientes han fallecido debido a que una enfermedad previa se ha complicado todavía más al contagiarse del coronavirus. “Normalmente las patologías más peligrosas son las respiratorias; pero incluso hemos visto como personas con cáncer, insuficiencia cardiaca o inmunodeprimidas fallecían al descompensar su enfermedad con la COVID-19” nos explica el doctor Cequier.
Por eso los médicos recomiendan, especialmente a las personas de avanzada edad, que acudan a la próxima campaña de vacunación contra la gripe. “Existe incluso la teoría médica de que estas vacunas pueden ayudar también a prevenir el COVID, ya que contribuyen a incrementar la inmunidad innata para luchar contra todo tipo de patógenos” añade el catedrático inmunólogo Sempere.
«Muchas personas no han recibido sus tratamientos para el cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes desde que comenzó la pandemia» T. Adhanom (dtor. Gnral. OMS)
Las enfermedades en el mundo
Un reciente informe publicado por la Organización Mundial de Salud (OMS) confirmaba que, por regla general, en todo el planeta se han visto “muy perjudicados” los servicios sanitarios de tratamiento y prevención respecto a enfermedades que no son transmisibles.
“Muchas personas que necesitan tratamientos para cáncer, enfermedades cardiovasculares o diabetes no los han recibido desde que comenzó la pandemia. Es fundamental que los países encuentren formas innovadoras de asegurar estos servicios esenciales” declaró Tedros Adhanom, director general de la OMS, al presentar dicho informe.
Sobra decir que en los países pobres es donde más se han desatendido estas otras enfermedades. En varios estados incluso se han suspendido las campañas de vacunaciones hacia males tan dañinos como el ébola, el sarampión, la malaria o la tuberculosis. En este sentido algunas organizaciones como UNICEF o Save The Children han mostrado su preocupación por que puedan producir brotes de estos virus especialmente en África, donde se pronostica un gran crecimiento de casos positivos de COVID-19 durante los próximos meses.
“Ya ocurrió algo parecido con la aparición del VIH, que fue mucho más mortal que el coronavirus. Hubo que destinar casi todos los recursos sanitarios hacia el SIDA, por lo que otras enfermedades quedaron en un segundo plano. Yo creo que esta vez sabremos distribuir bien los recursos” espera el doctor José Miguel Sempere.
Baile de cifras
A pesar de todo ambos médicos entrevistados para este reportaje se muestran optimistas respecto a que logremos reducir las cifras de fallecidos en los próximos tiempos, incluso aún en el caso de rebrote. “La pandemia nos pilló por sorpresa a todos, pero ahora estamos mucho mejor preparados. También hemos aprendido de nuestros propios errores” nos apunta el doctor Ángel Cequier.
Lo cierto es que resulta difícil realizar pronósticos o comparaciones certeros, pues sigue habiendo bastantes dudas respecto a los números oficiales. El propio Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, señaló recientemente que “es probable que la cifra real de fallecidos por COVID-19 en España sea de entre 1.000 y 2.000 casos superior a la publicada”.