Fue el 16 de marzo cuando se suspendieron las clases escolares en toda la Comunidad Valenciana. El resto del curso académico se realizó mediante un inaudito sistema online, que trajo (sobre todo durante los primeros días) no pocas complicaciones, tanto para los profesores como para los alumnos.
Al llegar al verano desde el Ministerio de Educación se anunció que en el nuevo curso 20-21 se recuperarían las clases presenciales, si bien dejando a las comunidades autonómicas la responsabilidad de diseñar los protocolos sanitarios para evitar contagios de covid-19.
La fecha ha llegado, y a partir del 7 de septiembre los alumnos han ido regresado a clase casi seis meses después. Durante todo este tiempo las direcciones de los centros han tenido que reinventar de arriba a abajo su el funcionamiento habitual. Han sido meses de trabajo, que ahora se enfrentará a su gran prueba de fuego. Solo en Elche, son 37.147 los estudiantes que están llamados a las aulas.
La labor de los profesores
“Si ya antes de esta pandemia había que hacerles un monumento a los profesores, ahora directamente se merecen un altar. Se han pegado un trabajazo enorme, aun teniendo que lidiar con decisiones políticas bastante incomprensibles. La conselleria de Educación ha delegado casi todas sus responsabilidades en la dirección de cada centro. No existen directrices claras, así que toda esta situación nos preocupa mucho” nos comenta Juan Antonio Carretero, coordinador de la FAPA Gabriel Miró en Elche y padre de dos chicas en edad escolar.
“Yo también quiero felicitar a todos los equipos directivos de los centros ilicitanos, porque es cierto que han realizado una labor enorme durante todo el verano adecuando las infraestructuras e informando a las familias. Me gustaría enviar un gran mensaje de ánimo a la comunidad educativa al completo, porque estamos todos en el mismo barco y tenemos que conseguir que nuestros niños tengan la Educación que merecen. Seguro que poco a poco iremos saliendo de esta situación tan complicada” nos expresa María José Martínez, concejala de Educación.
«Vamos a habilitar varios espacios municipales como aulas, para ayudar a algunos colegios» M. J. Martínez (Educación)
Las ratios bajan
El pasado mes de julio la Conselleria hizo público un primer modelo de protocolo sanitario para la vuelta al cole, que luego modificó el 1 de septiembre. Uno de los aspectos más importantes es la reducción obligada de las ratios, que ahora pasan a ser de 20 por aula (antes era de 30) con el fin de que los alumnos puedan mantener la pertinente distancia de seguridad entre ellos.
«Si convertimos las bibliotecas, salas de música y gimnasios en aulas; la oferta educativa se verá deteriorada» J. A. Carretero (FAPA Gabriel Miró)
“Llevábamos décadas reclamando que se redujeran las ratios e irónicamente ahora, a causa de esta pandemia, lo han hecho tan de golpe que han creado un problema. No sabemos si habrá suficientes aulas para tantos niños. Parece que se van a reconvertir las bibliotecas, salas de música o gimnasios. Ésta no debería ser la solución porque entonces dejamos a los estudiantes sin lugares donde consultar libros, tocar instrumentos o practicar gimnasia. La oferta educativa se va a deteriorar” se lamenta Carretero.
De hecho algunos centros educativos ilicitanos han tenido que solicitar ayuda al Ayuntamiento para que les ceda espacios municipales. “Hemos cedido el Centro Social Altabix al CEIP Víctor Pradera para que acojan algunas clases y un campo de fútbol municipal al CEIP La Vallverda. Seguramente en las próximas fechas haremos más concesiones. No vamos a dejar a ni un solo niño ilicitano sin su plaza escolar” nos asegura la concejala Martínez.
Para este curso se han incorporado 152 nuevos profesores en Elche
Además la Generalitat ha echado mano de las bolsas públicas de empleo para contratar más profesorado. Desde el 1 de septiembre se han incorporado 152 nuevos docentes a Elche.
Educación Secundaria
Si bien la Conselleria ha establecido que la Educación Primaria debe ser 100 % presencial, en el caso de la Secundaria sí ha concedido cierta flexibilidad a los institutos para que puedan establecer un modelo mixto.
“Todos los cursos de primero de ESO y segundo de Bachiller que se imparten en Elche van a ser presenciales. Respecto al resto, en algunos institutos, que tienen mucho alumnado, tendrán que hacer turnos con un sistema de 3-2. Esto quiere decir que los estudiantes acudirán tres días a clase durante una semana, y dos días a la siguiente” nos comenta María José Martínez.
Desde la FAPA Gabriel Miró no comprenden este cambio repentino de criterio. “El pasado curso los políticos nos decían que era peligrosísimo ir a clase y que la enseñanza online era la panacea. Ahora de repente la presencialidad es sagrada, los chavales tienen que ir sí o sí y todo lo que se hizo ya no sirve. Estamos perdiendo una estupenda oportunidad de desarrollar nuevos sistemas digitales en la enseñanza pública para ponerla al nivel de las universidades” opina Juan Antonio Carretero.
Los grupos burbuja
Para mayor protección de los estudiantes se pretende crear ‘grupos burbuja’, es decir organizar los horarios de clase y recreo de manera que los alumnos de cada grupo no tengan contacto con los otros grupos.
De hecho, en algunos colegios se baraja que los alumnos del comedor escolar tomen la comida en sus propias aulas en vez de en la típica sala grande que suele estar habilitada como comedor. También varios centros ilicitanos han comprado mamparas para separar a los comensales.
“Es posible que el número de alumnos que se apunten al comedor escolar descienda este año, pues quizás los padres prefieran tener a sus niños en casa. De todas formas las necesidades de conciliación laboral hacen que muchas veces las familias no puedan elegir” nos comenta Martínez.
Obras de adecuación
Con el fin de aislar todavía más a estos grupos burbuja, algunos centros han efectuado varias obras de adecuación durante este verano. “Desde el Ayuntamiento hemos atendido todas las solicitudes de los colegios. Se han construido nuevos tabiques, algunas rampas, se han retirado armarios, se han puesto vallados, etc.” nos explica la concejala de Educación.
En algunos inmuebles incluso los equipos directivos han optado por dibujar señales en el suelo o en las paredes, para ayudar al alumnado a mantener la distancia en los pasillos, las entradas y las salidas.
El sistema de los grupos burbuja, no obstante, está más orientado hacia la Primaria, pues en Secundaria existen diversas asignaturas optativas en los cursos que lo complica ya que los estudiantes de distintos grupos se entremezclan en algunas clases.
Extraescolares
Dado que en este curso los centros se verán con más dificultades que nunca para organizar actividades extraescolares, desde Conselleria se ha pretendido pasar esta potestad a los ayuntamientos a través de subvenciones autonómicas.
Elche ya ha presentado su plan municipal de actividades extraescolares, llamado ‘Fem Escola Elx’. “Son actividades culturales y deportivas para estudiantes de todas las edades, desde los tres hasta los dieciocho años, y están orientadas especialmente hacia las familias más vulnerables. Si nos llega la subvención demandada de 400.000 euros, en principio podremos empezarlo en octubre” nos apunta la edil Martínez.
En la Comunidad Valenciana no se han realizado PCRs ni al profesorado ni al alumnado
Protocolo para positivos
Recientemente vimos imágenes bastante caóticas en la Comunidad de Madrid, donde se han realizado test PCR masivos al profesorado, pero sucedieron serios problemas en la organización hasta el punto de que muchos docentes tuvieron que regresar a sus casas sin haberse hecho la prueba.
En la Comunidad Valenciana, sin embargo, la Generalitat no ha realizado estos test ni a los profesores ni a los alumnos, lo cual ha preocupado a muchos padres. “La Conselleria dice estar muy centrada en que el virus no entre en los colegios, y al mismo tiempo pretende meter a miles de personas en los centros sin ni siquiera asegurarse de que no lo tengan. Yo no sé si los compañeros de mis hijas serán positivos en covid. Deberían haberse hecho PCRs masivas para conocer exactamente desde donde empezamos” opina Carretero.
Según el protocolo, en caso de percibirse posibles síntomas de coronavirus en un alumno (o profesor) el centro debe avisar a las autoridades sanitarias para que éstas acometan las acciones pertinentes. “La Generalitat nos ha garantizado que en cuanto se detecte un caso sospechoso, se realizará un PCR de inmediato. Las familias pueden estar tranquilas” nos asegura la concejala de Educación.
Responsabilidad para los profesores
No obstante, lejos de estar tranquilos, los padres de la FAMPA Gabriel Miró solicitan un protocolo más medicalizado. “Una vez más estamos cargando todas las responsabilidades en los profesores, hasta el punto de pedirles que ejerzan de médicos y reconozcan los síntomas. Ante una pandemia como ésta lo mínimo sería que hubiera un médico o un auxiliar sanitario en cada centro educativo” reclaman.
Dado el caso de que una PCR salga positiva, evidentemente dicho estudiante será puesto en cuarentena. Respecto al resto de sus compañeros, la decisión de si también deberán realizar un confinamiento durante los siguientes días radicará en la conselleria de Sanidad.
«En esta situación somos los padres quienes deberíamos decidir si nuestros hijos deben ir a clase» J. A. Carretero (FAPA Gabriel Miró)
Padres reacios a la escuela
En estas últimas semanas se han venido escuchando cada vez más voces de padres contrarios a que sus hijos vuelvan a clase por miedo a que puedan ser contagiados. Tanto en las redes sociales como en grupos de WhatsApp han abundado comentarios en este sentido, e incluso algunos lo han manifestado en medios de comunicación.
La Plataforma Libre Elección Educativa de la Comunidad Valenciana apoya este punto de vista. “Esta decisión debería ser de los padres. Nosotros somos quienes conocemos mejor las necesidades de nuestras familias. La Conselleria ahora nos está obligando a firmar unas declaraciones responsables, que a mí más bien me suenan a que me están tratando como si fuera un padre irresponsable. Es surrealista que nos hagan firmar un papel así” se queja Juan Antonio Carretero, quien también es miembro de dicha plataforma.
Tanto desde la Generalitat como desde el Gobierno central han insistido en la importancia de que los niños vuelvan a acudir a las clases luego de seis meses de parón forzoso. “Ahora mismo se dan las condiciones para una vuelta a la actividad educativa presencial con seguridad. De hecho, los centros pueden ofrecer unas garantías que otros entornos no dan a los niños” señaló recientemente Salvador Illa, ministro de Sanidad, en unas declaraciones a La Sexta.
«Los niños necesitan socializar con sus compañeros y no les podemos negar el derecho a una educación presencial» M. J. Martínez (Educación)
Desde el Ayuntamiento de Elche también animan a que los padres lleven a sus hijos al colegio. “Yo soy madre de dos niños en edad escolar, así que entiendo este miedo mejor que nadie. Pero no podemos negarles su derecho a recibir una Educación, y necesitan volver a las clases para socializar y continuar aprendiendo en los espacios pertinentes. Igual que hemos ido adaptando todos nuestra vida laboral y ocio a la pandemia, ahora también debemos hacerlo en el ámbito escolar” argumenta la concejala María José Martínez.
Riesgo muy pequeño
La tasa de mortalidad en adolescentes por covid-19 se calcula hacia el 0,2%. En el caso de los niños menores de 10 años no llegaría ni tan siquiera al 0,1%. Dado que muchos menores son asintomáticos, éste es precisamente el sector poblacional que menos ha sido diagnosticado con test PCR por lo que los porcentajes reales podrían ser incluso más bajos.
No sabemos la cifra exacta actual de menores que han fallecido en España a causa de la covid, pero se calcula que rondaría los diez casos. Por poner un contexto a este número, en 2018 perdieron la vida un total de 33 menores a causa de accidentes de tráfico.
Por otra parte, un reciente estudio realizado por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona apunta a que el contagio de covid por parte de los niños hacia los adultos es poco frecuente.