Nuestra localidad cuenta con un importante patrimonio histórico, fruto de un rico pasado de más de 6.000 años de antigüedad, sin el cual no se entendería lo que es el Petrer actual. Infinidad de restos arqueológicos dejados por los antiguos pobladores que han pisado estos suelos, han llegado fragmentariamente hasta nuestros días y nos han permitido entender sus costumbres, tradiciones y modo de vida.
Mucho por descubrir
Sin embargo, todavía queda todavía mucho por desentrañar. Piezas, estructuras, materiales y restos asociados con la actividad humana, permanecen aún ocultos bajo nuestros pies desde hace siglos, aguardando a que alguien descubra sus más íntimos secretos.
Hace más de cincuenta años, un grupo de pioneros aglutinados en torno al Grupo Arqueológico de Petrer, se puso manos a la obra para recuperar el patrimonio arqueológico local, sacando a la luz buena parte de ese pasado que se puede actualmente visitar en las dependencias del Museo Dámaso Navarro.
Se busca arrojar nuevos datos sobre el pasado medieval de Petrer
En busca de una alquería
Para continuar ampliando el conocimiento sobre la historia de Petrer, la concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento va a poner en marcha, próximamente, un plan de recuperación denominado ‘El territorio de Bitrir del siglo X al siglo XV’, un proyecto que cuenta con el apoyo de Conselleria y que está previsto que se desarrolle a lo largo de cuatro fases durante los próximos años.
Las investigaciones se van a centrar en la época medieval, y más concretamente en la zona de la rambla de Puça, lugar en el que se conoce la existencia de antiguos asentamientos estables dedicados a la agricultura y donde se intuye que puede haber una alquería enterrada.
Una alquería era una finca de campo que se dedicaba a explotaciones agrícolas
Este tipo de construcción, nos explica el arqueólogo local y director del Museo Dámaso Navarro, Fernando Tendero, era una casa de campo; una finca agrícola que hacía referencia a pequeñas comunidades rurales que se situaban a las afueras de las ciudades, formada por una o varias familias, que se dedicaban a explotar las tierras de los alrededores y que, en el caso de nuestra localidad, estaba en las inmediaciones del antiguo Bitrir musulmán, que era el nombre que Petrer recibía en época medieval.
Yeserías únicas
Gracias al descubrimiento, a finales de los años 60 por el Grupo Arqueológico de Petrer, de unos paneles de yeso datados en el siglo XII encontrados en la rambla de Puça, se sabe que aquí pudo existir un importante asentamiento de la Edad Media.
“Ahora, señala Tendero, con las nuevas tecnologías y nuevos métodos de trabajo, lo que queremos es retomar las investigaciones realizadas en el pasado por la arqueóloga local Concha Navarro, para aportar nuevos descubrimientos que nos ayuden a comprender mejor el tipo de alquería que existía en este lugar, de la que se conoce que contaba con una necrópolis porque en los años 80 se descubrieron algunos enterramientos infantiles”.
Las yeserías, únicas en la provincia de Alicante y que se exhiben en el Museo Dámaso Navarro junto otros restos encontrados de la época, son solo la punta de lanza de lo que podría haber oculto en el subsuelo. Si finalmente se consigue sacar esta construcción a la luz, según Tendero, se podrá conocer si allí existía “un único asentamiento o varias alquerías más pequeñas, pero más distribuidas”, conformando un importante complejo poblacional, “que nos permitiría continuar documentando un periodo importante de la historia de Petrer”.
El plan consta de cuatro fases a realizar en los próximos años
Cuatro fases interrelacionadas
El proyecto de rescate, detalla Tendero, consta de cuatro fases. Una primera que dará comienzo en breve, con la realización de prospecciones o trabajo de campo por toda la zona de la rambla donde potencialmente se supone que puede haber restos arqueológicos enterrados.
Una vez superada esta fase, y si se considera que los hallazgos son lo suficientemente interesantes, se pasaría a una segunda, que se desarrollaría en 2021, consistente en hacer catas o sondeos para identificar restos que se encuentren ocultos en el subsuelo y que, como se sospecha, podrían estar “muy dispersos a lo largo de 2,5 kilómetros cuadrados”.
Posteriormente, y siempre y cuando los resultados fueran satisfactorios, se empezaría el periodo de excavación propiamente dicho, previsto para 2022, para terminar con una cuarta y última fase al año siguiente en la que se realizaría una excavación más amplia.
Un proyecto, por lo tanto, planteado a largo plazo, del que no importa tanto los tiempos como el conocer más detalles sobre el periodo medieval petrerí.
Apuntes históricos del Petrer islámico
Algunas de las primeras noticias que tenemos sobre Bitrir proceden de viajeros que visitaron nuestras tierras. Una de las más importantes descripciones viene de la mano del geógrafo al-Idrisi, que describe la ruta de Murcia a Valencia en el s. XII. También contamos con otras referencias procedentes de los textos de Yaqut y de Al-Himyari (s. XII-XIII).
A partir del s. X-XI se empezaron a habitar lugares estratégicos del término municipal, como Els Castellarets o Petrer (Bitrir), controlando el paso desde la costa al interior. Algo después, en el siglo XII, el imperio almohade construye nuevas fortalezas y asentamientos en todo el Vinalopó, entre las que se encuentra el castillo de Petrer, produciéndose seguramente la llegada de la población bereber que pobló estas tierras.
En la explanada del castillo y en las laderas del cerro del mismo se extendía la ciudad, con su mezquita, los baños públicos, el zoco y, cerca de la mezquita, por último, los cementerios, que se encontraban en las afueras de la ciudad. Existía la figura del qa’id o representante del gobierno, que ejercería la jurisdicción sobre aljamas y comunidades rurales dispersas. Els Castellarets ocuparía un punto estratégico al estar conectado visualmente con los castillos de la costa alicantina, Petrer y la zona montañosa del interior.
Alquería dependiente de Bitrir
Puça, debió ser una alquería dependiente de Bitrir que se ocupó entre los siglos X y XIV. Además de la gran cantidad de restos cerámicos, se encontraron unas yeserías con motivos geométricos parecidos a lo del mosaico romano de Villa Petraria, y un enterramiento infantil perteneciente a la necrópolis de esta población.
A mediados del s. XIII, la fortaleza de Petrer fue conquistada por el Infante don Alfonso de Castilla, siendo dada en tenencia a Jofré de Loaysa, reconociéndose la institución del mayorazgo a favor de la familia Loaysa en 1258 por el rey Alfonso X de Castilla.