Un trabajo con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha revelado, por primera vez, que el aumento de la población de jabalíes amenaza al éxito reproductivo de las aves acuáticas del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y de otros humedales de la cuenca alta del río Guadiana. Los resultados, publicados en Ecological Indicators, señalan que el incremento de este mamífero, que ya ha sido localizado en casi el 80% de los humedales, afecta también a la población del conejo silvestre, considerado una presa clave para muchos depredadores amenazados.
La mancha húmeda de la cuenca del Guadiana es una Reserva de la Biosfera que conforma el principal complejo de humedales interiores del suroeste de Europa. Este conjunto de ecosistemas acuáticos se caracteriza por su elevada biodiversidad. “Se trata de un hábitat con una superficie restringida, por lo que cualquier alteración en su ecosistema afecta a la superficie total”, explica Javier Viñuela, investigador del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC), centro mixto del CSIC, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (JCCM), y uno de los autores del estudio.
Debido a sus características, estas regiones se consideran áreas muy vulnerables que pueden verse afectadas de forma permanente. De hecho, en el último siglo se han perdido más de la mitad de los humedales naturales del mundo, algo que ha perjudicado especialmente a una amplia gama de aves típicas de los hábitats de humedales. “El aumento de la depredación de los nidos es una causa adicional importante en la disminución de las poblaciones de aves. En este contexto, el jabalí se considera una especie clave y tendría un alto potencial para influir en la fauna asociada”, subraya José Ángel Barasona, investigador del Centro VISAVET de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que lidera el trabajo.
Las Tablas de Daimiel, el humedal más afectado
Los resultados muestran que el jabalí, gracias a sus características (mamífero omnívoro, prolífico y muy adaptable), está en los últimos años en plena expansión. Su presencia ha sido detectada en el 80% de un total de 26 humedales analizados, en especial en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, donde su impacto estaría alcanzando niveles insostenibles.
La protección de ciertos entornos y particularmente la ausencia de caza favorecen la proliferación del jabalí, con efectos en cascada sobre el conjunto del ecosistema. “Su abundancia condiciona la productividad de toda la comunidad de aves acuáticas que se reproducen en las orillas o en islas de las lagunas, ya que los nidos son destruidos por él”, añade Christian Gortazar, investigador del IREC.
Otra de las especies afectadas es el conejo silvestre, cuya presencia es comparativamente baja en las áreas con más jabalíes. Esta especie también es esencial para la supervivencia de muchos depredadores amenazados en el entorno de las lagunas, incluyendo a especies emblemáticas como el águila imperial.
Controlar la población del jabalí para conservar la biodiversidad
Para combatir este problema los investigadores proponen mejorar la gestión y el seguimiento de las poblaciones de jabalí a largo plazo con ayuda de indicadores poblacionales. “Un buen indicador de la población del jabalí es el índice de estimación de la abundancia del jabalí (FBII). Un valor superior a 0,2 indica una tasa elevada que reduce ‘seriamente’ la abundancia de conejos y la productividad de las aves acuáticas. Otras medidas incluyen la gestión del hábitat y la protección de las zonas de nidificación de las aves afectadas”, concluye Javier Viñuela.
IREC Comunicación / CSIC Comunicación