Entrevista > Lourdes Caselles / Concejala de Urbanismo de Benidorm
Mientras espera a que la situación sanitaria se normalice y el mercado turístico inicie la deseadísima recuperación, Benidorm sigue adelante con su proceso de lavado de cara.
Una transformación que, aunque incluye pequeñas actuaciones de maquillaje, se ha venido caracterizando en los últimos años por intervenciones de profundo calado que no sólo están cambiando la capital turística en lo estético, sino que están creando un concepto nuevo de ciudad.
Soterramiento
Una de las últimas que han sido presentadas, y que como ocurrió en su momento con el Paseo de Poniente, o más recientemente con la Avenida del Mediterráneo, ha sido una reivindicación vecinal postergada durante décadas, es el soterramiento del paso a nivel de la avenida Beniardá. Cuando se ejecute, una de las principales entradas y salidas de Benidorm ganará la fluidez que tanto necesitaba.
Una transformación tan profunda requiere el trabajo coordinado de diversas áreas municipales, pero en el centro de todas ellas, evidentemente, se sitúa la concejalía de Urbanismo, que muchas veces tiene que conseguir la cuadratura del círculo para que los proyectos y sus afecciones sean, sencillamente, viables. Al frente de la misma está Lourdes Caselles.
Parece que, al fin, una de las entradas principales de la ciudad encontrará una solución a esa convivencia entre el tren y el coche.
Así es. Hay que tener en cuenta que la Avenida Beniardá es una entrada de las que más vehículos mueve al día con una media de 26.000 coches. Esto demuestra que no sólo se trata de una demanda vecinal, sino de una necesidad local y, si me apuras, comarcal. El tráfico que transita por este punto enlaza con la CV-70 y con la N-332.
¿En qué va a consistir la solución a este problema?
Se va a soterrar la avenida Beniardá. Es fundamental hacerlo así porque ya hemos visto que la semaforización de ese cruce y el propio funcionamiento del TRAM, hace que cuando el tren está detenido en la parada de la zona de los Institutos las barreras se encuentran bajadas, aunque el convoy vaya a salir en dirección a Denia.
Es normal que la gente no entienda cómo puede suceder esto, a lo que, como decía, hay que unir la propia semaforización, que lleva sus propios tiempos y plazos.
En esa regulación de barreras y semáforos parecen tener ustedes un problema muy grave ya que se trata de un vial perteneciente al ayuntamiento, pero sobre el que no tienen el control absoluto por la presencia de ese paso a nivel. ¿Cuánto han tenido que trabajar para conseguir la cuadratura del círculo que permitiera la mayor fluidez posible?
¡Lo hacemos todos los días! El estudio de temporización de los semáforos de la avenida Berniardá se intenta adaptar casi a diario. Es una zona muy complicada porque es una avenida que se une a la CV-70, que lleva al interior de la comarca y de la provincia, y a la N-332, que nos conecta con Alicante y Valencia. Quiero decir que es un vial que no sólo une barrios de Benidorm, que también, sino que une Benidorm con el mundo.
Todo ello es lo que provoca que, como dices, tengamos que estar constantemente buscando esa cuadratura del círculo que reconozco que en muchas ocasiones no sale como desearíamos.
«Con la ‘tranvización’ del trenet lo que podemos conseguir es acercarlo todavía más al ciudadano»
El soterramiento de la avenida Beniardá es sólo una parte del proyecto ahora presentado, que también recoge la ‘tranvización’ de esa zona. ¿En qué consiste eso exactamente?
Tenemos que partir de la base que el ‘trenet’ es un servicio que va de Alicante a Denia y que en ese tramo ya hay muchos municipios que lo tienen ‘tranviavizado’, lo que lo convierte en un servicio mucho más accesible y cercano. No tenemos que perder de vista que Benidorm tiene distintas paradas dentro de su término municipal.
Con la ‘tranvización’ lo que podemos conseguir es acercarlo todavía más al ciudadano y, con esto, quitar la “dureza” que pueda tener el tren. En realidad, no pedimos nada que no se haya aprobado ya a otros municipios.
Hace ya muchos años que se ronda la idea de meter el TRAM hasta el centro de Benidorm. Recuerdo, de hecho, un proyecto que llegó a dibujarse y que llevaba el tranvía por el Parque de l’Aigüera. ¿Es algo que sigue vivo?
Hay suelo público para hacerlo, sí. Lo que también es cierto es que están cambiando mucho las formas de movilidad y se están adaptando a un modelo que premia dejar en casa el vehículo particular. Lo que sí se está hablando en el Consejo Asesor de Escena Urbana es crear un tranvía que conecte el futuro centro comercial de Benidorm con el centro.
«El AVE siempre se queda en agua de borrajas… parece que se les olvida que el destino de la mayor parte de los pasajeros es Benidorm»
Ese proyecto que me acaba de nombrar es otro claro ejemplo de la carencia de infraestructuras de conexión, más allá de la carretera, que arrastra Benidorm.
No tenemos que perder de vista una cosa fundamental: Benidorm y la comarca de la Marina Baixa no cuentan con una conexión de tren por vía ancha. Sabemos que la gente llega en AVE a Alicante y se desplaza en autobús o taxi. Eso hace que sea más evidente esa necesidad de tener aquí una conexión verdaderamente importante con el Aeropuerto y la estación del tren.
«No tener una conexión con el aeropuerto hace pensar que tenemos un tratamiento discriminatorio»
Pero no sólo eso. Aquí hablamos de cosas más amplias como el tren de la costa, el AVE que siempre se dice que llegará a Benidorm; pero acaba quedándose en agua de borrajas… Parece que se les olvida que el destino de la mayor parte de los pasajeros que llegan al aeropuerto es Benidorm. No tener una conexión como la que se merece esta ciudad nos hace pensar muchas veces que estamos teniendo un tratamiento discriminatorio respecto a otros municipios turísticos.
Ustedes han realizado una gran apuesta por cambiar la imagen urbana de Benidorm y, como decía antes, por impulsar un nuevo modelo de movilidad. Ese modelo no ha podido ser todavía testado a fondo en temporada alta por los motivos que todos sabemos, pero ustedes siguen adelante en ese camino. ¿Les preocupa que, llegado el primer verano de normalidad, puedan descubrir que esa nueva ciudad no funcione como esperan?
Efectivamente, eso es algo que sólo podremos comprobar cuando se ponga a funcionar a pleno rendimiento, pero todas estas actuaciones se realizan tras hacer estudios de movilidad. Además, creo que estamos malacostumbrados a coger el vehículo para todo. Tanto por cogerlo como por querer aparcar en la puerta del sitio al que vamos.
No nos debemos engañar. Benidorm no tiene unas distancias que sean imposibles de hacer a pie. Todo lo contrario. Podrías ir desde el Rincón de l’Oix hasta la Cala andando sin necesidad de hacer grandes esfuerzos o tener una gran condición física.
«La prueba de fuego llegará cuando Benidorm vuelva a ser la ciudad que todos conocemos»
Insisto en la pregunta anterior: ¿les preocupa que la ciudad pueda no funcionar?
Como bien has dicho, la prueba de fuego llegará cuando Benidorm vuelva a ser la ciudad que todos conocemos, porque es verdad que la avenida del Mediterráneo está ya en funcionamiento de forma restringida y, aunque nos vamos a tener que acostumbrar todos a que esto es así, también es cierto que tenemos que ser conscientes de que ahí hay edificios, aparcamientos privados y públicos…
Todo ello, sin contar las peatonalizaciones.
Son actuaciones que, si bien en un principio podían tener el rechazo de vecinos y comerciantes, te puedo asegurar que luego llegan las felicitaciones y los agradecimientos. Creo que ahora ya nos hemos dado cuenta que cuando peatonalizas una calle la estás poniendo en valor y haces que la gente se sienta segura.
Recuerdo que cuando se peatonalizó Tomás Ortuño nos decían que nos íbamos a cargar los comercios y que a los bares no iba a ir nadie. Ahora, nos dicen todo lo contrario, que lo tendríamos que haber hecho antes.
Déjeme serle muy franco: todas las ciudades del mundo están acometiendo esas mismas medidas, pero en España los partidos políticos critican en cada municipio lo que hace el contrario, incluso aunque esté haciendo eso mismo donde gobierna. ¿No cree que ese rechazo inicial lo provocan ustedes mismos con esos debates absurdos?
(Ríe) Las cosas como son: efectivamente, cuando estamos en la oposición no nos gusta decir que el otro lo hace bien. En Benidorm, por ejemplo, se nos está criticando porque seguimos haciendo obra pública con la situación que estamos atravesando; pero casi todas ellas dependen de subvenciones supramunicipales y, si no los hiciésemos, también perderíamos esas subvenciones.
Digo esto porque tenemos que darnos cuenta, en relación a tu pregunta, que en todas esas inversiones que emanan de Diputación, la Comunidad, España o Europa tiene que primar la sostenibilidad y se valora mucho la accesibilidad. Como bien has dicho, eso hace que, gobierne quien gobierne, se están realizando en todas las ciudades más o menos el mismo tipo de obra.
Les critican por hacer obra pública. Por un lado, tiene lógica habida cuenta de la situación que vivimos; pero, por otro, Benidorm necesita transformarse para seguir siendo líder en un mercado tan competitivo como el turístico. ¿Cómo explica a los más críticos que se siga haciendo esa inversión?
Me da rabia porque en ese debate perdemos de vista algo muy importante: el sector de la construcción es uno de los pocos que no ha tenido que mandar a sus trabajadores al ERTE porque durante el estado de alarma sólo se prohibió la construcción durante 15 días. Por ello, ha podido mantener los puestos de trabajo y eso es algo que debemos agradecer en esta coyuntura.
¿Cómo se encuentra ahora mismo el proyecto de la creación de la zona de bajas emisiones?
Es algo que está paralizado a la espera de los informes que faltan y de que la ciudad se ponga verdaderamente en funcionamiento. Esa zona fue muy criticada, pero ha sido muy estudiada. Mira, aquí tenemos que partir de una base importante: hay ocasiones en las que los políticos queremos hacer algo, pero no podemos porque los técnicos nos lo desaconsejan o viceversa, nos vemos obligados a implementar acciones que no queremos hacer, pero a las que nos vemos obligados por los informes técnicos.
Esto es de aplicación aquí porque las zonas de bajas emisiones vienen marcadas por normativas internacionales. A día de hoy existen estudios de contaminación, uso y aforo que se puede mantener en determinados viales que son los que terminan determinando dónde se deben adoptar esas áreas de bajas emisiones.
«Los avances del Ensanche Levante van a una velocidad impresionante»
¿En qué estado se encuentra el Ensanche Levante?
Va a una velocidad impresionante. Cuando me decían, hace algún tiempo, que podíamos ir así de rápido, no me lo creía; pero sí. Ya tenemos el Informe Ambiental favorable y estamos pendientes de que el Agente Urbanizador, que son los propios propietarios de los terrenos, nos presenten el documento para la aprobación inicial del Plan Parcial.
Es un plan que va a implicar, como su nombre indica, una continuación de la zona residencial de Levante compatible al 100% en su planta baja con el uso de restauración, comercial y terciario.
«Aunque parezca mentira porque nace del de 1956, el PGOU de Benidorm no está agotado»
Con tantos cambios teniendo lugar a la vez, ¿cree que el PGOU de Benidorm tiene todavía una larga vida por delante o será un ‘melón’ que no quedará más remedio que abrir en breve?
¡Que va! El Plan General de Benidorm, aunque parezca mentira, viene del PGOU de 1956 y no está agotado. De hecho, nos han felicitado muchas veces técnicos de la conselleria porque no da síntomas de estar agotado. Todo lo contrario: falta por desarrollar todavía mucho suelo.
Además, es un documento que permitió a Benidorm adelantarse a los suelos dotacionales que requiere una ciudad.