Entrevista > Francisco Campos / Presidente de la Asociación Fotográfica Santa Pola (Reinosa, Cantabria, 1963)
Francisco Campos traslada la pasión que siente por la fotografía a los cargos y responsabilidades que ostenta. En la actualidad es el presidente de la Asociación Fotográfica Santa Pola, a través de la cual lleva a cabo el Rally Fotográfico Villa de Santa Pola. A su vez, es presidente de la Federación Levantina de Fotografía y coordina numerosas exposiciones en Santa Pola y Alicante.
Además de potenciar la fotografía dentro de la localidad costera, sus actividades van más allá. Es vicepresidente de la comparsa templarios, de la que este año, junto a su mujer, ocupa la capitanía; y pertenece a la Asociación de amigos de Santa Pola y al colectivo ecologista Talaiola, de reciente formación.
¿Cómo se presenta la nueva edición del Rally Fotográfico Villa de Santa Pola?
La temática ha sido la misma desde la primera edición en 2017, Santa Pola como imagen. Fotografías de situaciones, monumentos, playas, acciones cotidianas; en definitiva, obtener la imagen en el preciso momento y que plasme la vida en la villa.
En esta edición, gracias al patrocinio de nuestro ayuntamiento y la ayuda del Museo del Mar, se ha creado la categoría especial del patrimonio histórico de la Villa, que aportará una importante fuente fotográfica del extenso patrimonio histórico y cultural que tenemos. Y gracias a las empresas colaboradoras hemos podido ampliar el apartado de premios y trofeos.
La novedad será encontramos la posibilidad de participar en la edición nocturna. ¿Qué se pretende con la ampliación a ese horario?
Los participantes nos demandaban la ampliación del horario diurno para poder fotografiar los espectaculares amaneceres. Otras agrupaciones nos explicaron la forma de control que pusieron en marcha y pudimos ampliar el horario, para que puedan fotografiar no solo el amanecer sino también esa Santa Pola nocturna que nos es tan desconocida.
«Tenemos que ser capaces de obtener la atención y el interés de los más jóvenes por la fotografía»
La ‘categoría joven’ da la oportunidad a menores a iniciarse en el mundo de la fotografía. ¿Cómo viven ellos la experiencia?
Decidimos incluir esa categoría para acercar el mundo de la fotografía a los más jóvenes como cultura artística, bajo el prisma de una actividad lúdica, participativa y socializadora a la vez que represente una expresión cultural.
Tenemos que ser capaces de obtener la atención y el interés por la fotografía de los más jóvenes. Ellos prefieren la instantaneidad, el hacer una foto con el móvil y compartirla inmediatamente en las redes sociales de turno. No se tiene en cuenta el arte sino la situación y el momento. Nuestro propósito consiste en que tengan en cuenta ese momento capturado con ojos de artista.
Durante tres años la Asociación Fotográfica Santa Pola realiza exposiciones sobre la mujer, coincidiendo con el ‘Día de la mujer’. ¿Cómo surgió la iniciativa y qué tal aceptación tiene?
La iniciativa surgió de una visita a la concejalía de Cultura para la asociación y el rally fotográfico. Tras la presentación se nos propuso realizar una exposición en la Casa de la Cultura y aceptamos el reto.
El nivel de aceptación ha ido creciendo de edición en edición con un alto volumen de visitas. Tuvimos la inestimable ayuda del personal de la Casa de Cultura que acomodó con gran criterio las fotografías en el espacio expositivo.
Estás al frente de la Asociación Fotográfica Santa Pola, llevando a cabo numerosas iniciativas. ¿Qué proyectos te gustaría hacer?
La Asociación Fotográfica tiene un presidente por sus estatutos y porque es un requisito para estar registrado. Al frente de esta asociación estamos todos y cada uno de los socios que la componen.
Como proyectos tenemos un concurso internacional online que se está estudiando, el congreso anual de la Federación Valenciana de Fotografía, a celebrar en el año 2022, que cuenta con el beneplácito de nuestro ayuntamiento, y un certamen de fotografía ornitóloga que está en estudio también.
¿Cuál es tu labor como presidente de la Federación Levantina de Fotografía?
La Federación Levantina se fundó en el año 2015, y agrupa a diversas agrupaciones y asociaciones de la Comunidad Valenciana cuyo principal objetivo es promocionar y expandir la fotografía como arte y expresión cultural. Mi labor consiste en continuar con su proyección y que se desarrollen nuevas iniciativas para conseguir el objetivo inicial.
La tarea de representación es quizás la parte con más responsabilidad. Hay que tener en cuenta que somos una de las principales federaciones dentro de la Confederación Española de Fotografía y hay que estar a la altura.
«El turista cultural es muy exigente pero muy rentable»
Eres una persona muy implicada en todo lo concerniente a Santa Pola. ¿Crees que tiene una rica vida cultural?
Santa Pola tiene una rica vida cultural y soy un ferviente defensor de su puesta en valor y conocimiento. Nuestra villa tiene un potencial impresionante para convertirse en un recurso turístico de primer orden gracias a nuestro patrimonio histórico y cultural. Hay diversas asociaciones que tienen como objetivo preservar ese patrimonio, ponerlo en valor y darlo a conocer.
Si conseguimos poner en marcha los proyectos que hay le daremos un interés turístico complementario al de sol y playa que estaciona totalmente nuestra economía. El turista cultural es muy exigente, pero muy rentable a la hora de monetizar su estancia y no es estacional.
«Santa Pola era la capital del ocio nocturno y se fue apagando»
¿En qué ha cambiado Santa Pola desde que llegaras de Cantabria hace casi cuarenta años?
Se suele decir que el hombre es de donde pace y no de donde nace. En parte estoy de acuerdo, pero la tierruca siempre tira y nunca se olvida. Es como una especie de recuerdo perenne que aflora de vez en cuando y te hace añorarla. Mi vida sentimental y laboral se ha desarrollado totalmente en Santa Pola.
Me considero santapolero, y hasta he aprendido el valenciano. El cambio más importante que he observado es la evolución como municipio, su modernización y su edificación. Y en el ocio, Santa Pola era la capital del ocio nocturno y se fue apagando.