Entrevista > María Carmen Lorenzo Hernández / Cineasta y docente (Torrevieja, 1977)
Doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia, donde es profesora titular y colaboradora en el Máster de Animación, María Lorenzo dirige desde hace casi veinte años cortos de animación y desde hace diez la revista ‘Con A de animación’.
Realiza cortos de animación desde hace casi veinte años
¿Cuándo sentiste la llamada del mundo de la animación?
Vengo de una familia muy cinéfila y, además, siempre se me ha dado bien dibujar. Empecé a pintar al óleo en la Escuela Municipal de Pintura de Torrevieja, con Manuel Balaguer de profesor. Me gustaban la pintura y el dibujo y todo el mundo estaba convencido de que ese era mi camino, menos yo.
En la televisión había visto cortometrajes como ‘El hombre que plantó árboles’, de Frédéric Back, que me habían sorprendido muchísimo por su carácter artístico y su narración emocionante. Eso era lo que yo quería hacer. En la Facultad de Bellas Artes de Valencia, la primera de España que implantó sistemáticamente asignaturas de animación desde los años noventa, pude cumplir mi sueño.
¿Cuáles fueron tus primeros proyectos en el sector?
Mis primeros trabajos fueron cortos de estudiante, claro, realizados con compañeros o en solitario. Me encantaba trabajar en clase, en compañía. Animar a mano puede ser tan tedioso o tan divertido como uno se lo plantee, incluso si el proyecto es abrumador.
Mi primer corto personal, ‘Retrato de D.’, en 2004, era muy difícil. Constaba de más de dos mil pinturas sobre acetato, pero pintadas como si fueran retratos al óleo, porque contaba una historia del estilo de ‘El retrato de Dorian Gray’. Se vio en más de cien festivales y ganó muchos premios. No tuve ningún tipo de ayuda económica para hacerlo, salió todo de mis ahorros, pero recuperé lo invertido y además gané mucha experiencia. Comprendí lo importante que era el sonido en la animación.
En 2016 estuvo nominada a los Premios Goya por su cortometraje La noche del océano
Entre tanto, tras un doctorado, una oposición y dos cortometrajes más, llega tu nominación a los Premios Goya con el cortometraje ‘La noche del océano’, ¿qué significó para ti estar nominada a unos Premios Goya por primera vez?
Fue bastante inesperado, pero fue toda una experiencia. En realidad, los Goya no son tan importantes, es mucho más difícil conseguir selecciones y premios en otros eventos como el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, donde se presentan miles de cortos de todo el mundo y solo conseguir una selección ya es un reconocimiento enorme.
«La repercusión de los Goya es puramente mediática»
¿Te imaginaste en algún momento que tuviese semejante reconocimiento?
La repercusión de los Goya es puramente mediática porque se retransmite en la televisión. También es verdad que durante unas semanas te buscan de todas partes y te hacen muchas entrevistas, aunque, si te digo la verdad, al final te cansas un poco cuando ves que la pregunta más repetida para las mujeres es: ¿qué te vas a poner en la gala? En definitiva, el escaparate es lo único que importa y no lo que ha costado llegar hasta ahí.
¿De qué trata este cortometraje?
Está basado en un relato de uno de los amigos y acólitos más jóvenes de Lovecraft, Robert Barlow, cuya historia personal es fascinante. Escribió este relato magistral con tan solo dieciocho años y Lovecraft le supervisó.
Trata sobre un pintor que pasa unos días de vacaciones en una ciudad turística al final del verano, pero poco a poco, cuando el tiempo cambia, empieza a darse cuenta de que ocurre algo extraño en ese paisaje idílico.
¿En qué te inspiraste para el mismo?
Como era la primera vez que partía de un relato que no era mío, me planteé un sistema de trabajo diferente para previsualizar la película antes de animarla. Grabé muchas escenas en las calas y playas de Torrevieja, así como vídeos en oceanográficos, escenas de la vida marina, y en general tomé vídeos y fotos de todos los lugares con costa que visité durante varios años.
Realicé un montaje en vídeo, poniendo una voz en off con pasajes seleccionados del cuento y una música provisional. Con este esqueleto básico empecé a hacer la animación, toda dibujada a mano sobre papel.
¿Con qué anécdota te quedas?
Destacaría que en medio de la producción tuve a mi hija María, por lo que me tuve que dar mucha prisa durante el embarazo para hacer todo lo que pudiera, y luego seguí a ratos libres hasta completar la película.
Para cuando se estrenó, precisamente en Torrevieja, en la exposición que se le dedicó en la Sala Vistalegre en enero de 2015, mi hija ya tenía casi dos años y fue la primera en decir ¡bien! cuando acabó la proyección. Está dedicada a ella.
Y tan sólo dos años después volviste a los Premios Goya.
Cierto. Mi cortometraje ‘Impromptu’ estuvo preseleccionado, pero no pasó a la nominación. A la gala fui de todos modos, porque para entonces ya era miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
¿De qué trata ‘Impromtu’?
Es un trabajo experimental, realmente una colección de cinco cortos con diferentes temas musicales de Chopin. La inspiración fue la animación que existió antes del cine, así como el trabajo de pioneros fascinantes que se aproximaron a la fotografía en movimiento como Eadweard Mubridge, Louis Le Prince, Georges Demenÿ, Jules Marey o Eduard Dickson.
Es probable que solo se conozca a los Lumiére, pero sin las aportaciones de estos pioneros los Lumiére no habrían dado con la tecla para crear una máquina que fotografía el movimiento y proyecta a la vez. Mi interés por ellos viene por mi actividad actual en la universidad, donde imparto Historia de la Animación.
¿Qué destacarías de todo su proceso?
Uno de los momentos más bonitos del rodaje fue cuando grabamos la música en el curso de una mañana con un concertista profesional, Isaac István Székely, de origen húngaro, aunque vive en la Costa Blanca.
Aunque la película ya estaba animada y montada como en un 80 por ciento, a partir de un CD de música que yo tenía, la animación se pudo ajustar perfectamente al ritmo de la interpretación de István. No es normal contar con alguien como él para un proyecto de estas características, así que estoy muy agradecida.
«A la hora de animar mi principal influencia son dibujantes y pintores clásicos»
¿Qué artistas te han influido a lo largo de todos estos años?
A la hora de animar mi principal influencia son dibujantes y pintores clásicos. Hoy Goya sería un animador, seguro. Me encantan los dibujos de la primera época de Picasso, los retratos de Ramón Casas, los dibujos preparatorios de Rodin, el arte del modernismo y también el expresionismo alemán.
Admiro a muchos animadores, pero uno no puede tener influencias solo de su ámbito estricto. Es importante intentar que lo que haces no se parezca a lo que hacen otros.
Uno de tus últimos proyectos ha sido ‘Esfinge Urbana’ el año pasado.
Ha sido un cortometraje oportunidad, algo que haces porque lo tienes todo a tu favor. Poca gente puede decir que ha podido hacer un cortometraje paseando. Yo aprovechaba todos los momentos que tenía para ir a distintos barrios, especialmente El Carmen y Ruzafa, y tomar fotos de todas las pequeñas piezas de street art que iban apareciendo.
De esta manera he podido conocer a muchos artistas y comprender que el arte urbano le da una gran personalidad a Valencia.
¿Cómo fue el proceso de realización del mismo?
Tomamos más de tres mil fotografías de piezas del arte urbano que encontraba en Valencia. Muy a menudo son piezas repetidas, lo que te permite hacer pequeñas animaciones con ellas o combinando varias imágenes que se parecen.
También fue muy importante la colaboración del músico Gabriel De Paco, que toca un instrumento de percusión muy sugerente, el handpan. Terminé utilizando uno de sus temas musicales, Maktub, para ir dando forma al montaje, que fue muy complicado.
Si no me equivoco ha estado seleccionado en importantes festivales como el de Ottawa y el de Hiroshima, entre otros.
Lleva más de sesenta selecciones en eventos; muchos de ellos han tenido que celebrarse online. Tuve la suerte de ver su estreno en el Animac de Lleida hace ahora un año.
Ha estado hace poco en el prestigioso Slamdance de Estados Unidos y pronto estará en Corea del Sur. Ha recibido premios cerca como en el Cortoons de Gandía, y lejos como en Florida o Tatsuno en Japón. También forma parte del catálogo Curts de la Comunidad Valenciana. Es un corto que crea mucho interés en los espectadores.
Paralelamente, este año cumple diez años la revista que diriges, ‘Con A de animación’, ¿qué puedes contarnos acerca de este proyecto?
La singularidad de este proyecto no es simplemente la de ser la única revista sobre animación que existe hoy en día en España, ya que ha habido otras que en este sentido la han precedido como ‘Pixel’ o la muy encomiable ‘Animac Magazine’. Lo peculiar es que ‘Con A de animación’ es una revista de investigación en imagen animada, algo único a nivel mundial, en lengua castellana.
Todo esto compatibilizado con tu profesión como profesora del departamento de Dibujo en la Universidad Politécnica de Valencia, ¿hay tiempo para todo?
Mi labor primaria es, en verdad, la docencia. Y sí, deja tiempo para todo, hasta para criar dos hijos.
«Las nuevas generaciones vienen más preparadas»
¿Vienen preparadas las nuevas generaciones?
Por cuanto la animación es un arte de base tecnológica, sí, cada vez las nuevas generaciones vienen más preparadas y eso es un reto para los docentes, que también deben actualizarse y enfocar la docencia resaltando los aspectos conceptuales y artísticos.
«La animación española autóctona necesita más soporte institucional»
¿En qué momento se encuentra la animación española?
La animación española tiene el mismo problema que puede tener la de cualquier otro lugar, es difícil amortizar las producciones comerciales, que son costosas, porque solo con el mercado español no se recupera el gasto. La animación española autóctona necesita más soporte institucional y más ayuda a la distribución para ampliar su mercado.
Otros proyectos
Está preparando un libro sobre historia de la animación que será publicado por la editorial Diábolo. Además, en 2019 creó una webserie divulgativa titulada Animation Gossip que se puede encontrar en abierto en internet. Varios de sus capítulos están grabados en Torrevieja. En cuanto se pueda grabar en la calle sin llevar mascarillas realizarán nuevos episodios.