Este año se cumple el 130 aniversario del nacimiento de uno de los santapoleros que más ha contribuido a la notable tradición musical que ostenta nuestra villa marinera. Hablamos de José Alfosea, quien iba para peluquero pero al final acabó yéndose ‘con la música a otra parte’.
Don José dedicó su gran talento a componer innumerables piezas que todavía se pueden escuchar en fiestas y plazas taurinas de toda España. Y si hubo un género que apasionara especialmente a nuestro protagonista, ese fue sin duda el pasodoble.
Formación autodidacta
Empezando por el principio, José Eladio Alfosea Pastor vino al mundo el 8 de enero de 1891 en Santa Pola. Fue el quinto y último hermano en una familia que regentaba una peluquería. Durante su infancia y juventud se dedicó casi completamente a ayudar en el negocio familiar, sin tener demasiadas posibilidades de formarse en aquello que tanto le atraía: la música.
Podríamos decir que José fue un músico que se hizo a sí mismo, pues, sin apenas formación, ya de adolescente se atrevió a componer algunas pequeñas piezas. De hecho en sus ratos libres formaba parte de varias agrupaciones musicales y rondallas de la zona. Fue así como aprendió a tocar instrumentos. Y lo que iba aprendiendo lo compartía con los niños del pueblo, a muchos de los cuales dio clases. Era conocido popularmente como el ‘Mestre Castaño’ o ‘Castallo’.
Envió solicitudes a diversas instituciones musicales de España e incluso del extranjero. Con 19 años recibió una respuesta del Orfeón Español de Argel. Hasta allá se fue el joven José, dejando tan impresionados a los cantores que incluso le ofrecieron el puesto de director.
Sin embargo, el santapolero se vio forzado a renunciar a dicho cargo por tener que realizar el servicio militar. A su vuelta pudo reengancharse al mundo de la música dirigiendo la banda ‘La Constancia’ de Santa Pola, y también la ‘Blanco y Negro’ de Elche.
Su hermano Ángel falleció en el fatídico bombardeo sobre el Mercado Central de Alicante en mayo de 1938
Traslado a Alicante
Alfosea ya era entonces uno de los músicos más consolidados de la provincia, pero seguía sin poseer ningún título académico oficial. Por ello se matriculó a distancia en la Academia Erviti de San Sebastián, obteniendo su diploma en armonía musical.
Fue en 1934 cuando le llegó la que sería la gran oportunidad laboral de su carrera profesional, siendo nombrado el nuevo director de la Banda Municipal de Alicante. Un cargo que mantendría hasta su jubilación.
En la Guerra Civil tuvo la desgracia de perder a su hermano Ángel, quien se había trasladado a Alicante junto a él para abrir una peluquería. Una de las bombas soltadas por los aviones italianos que cayeron sobre el Mercado Central el 25 de mayo de 1938 (el bombardeo aéreo más mortal de toda la historia de España, con más de 300 víctimas) le arrebató su vida.
Probablemente durante los casi tres años que duró la contienda José tuviera que retornar a sus inicios y trabajar en la peluquería de su hermano, ya que las guerras no son precisamente buenos tiempos para la música.
Años de esplendor
Restaurada la paz, José Alfosea retomó sus quehaceres musicales al frente de la Banda Municipal de Alicante. Pocos años más tarde fue nombrado también director de la Banda de la Cruz Roja alicantina, por lo que compaginó ambos trabajos.
Este periodo fue sin duda su época más prolífica en cuanto a producción musical. El maestro santapolero compuso numerosísimas piezas en los años 40 y 50. Durante algún tiempo fue además el artista oficial de la Plaza de Toros de Alicante, por lo que muchas de sus obras se interpretaban durante las corridas. Quizás fuera precisamente el pasodoble taurino el género que más fama le diera en vida.
Sus composiciones todavía siguen sonando en las Hogueras de San Juan, los Moros de Alcoy y corridas de toros
Música para todos
Fuera del mundo de los toros, también salieron de sus partituras multitud de canciones festeras que luego eran tocadas por las bandas en las fiestas populares de esta provincia como las Hogueras de San Juan o los Moros y Cristianos de Alcoy. Igualmente destacó por su repertorio de vals.
No tenemos periódico suficiente como para citar todas sus obras, pero sí querríamos recordar el pasodoble ‘Mis amores’ de 1943 o la pieza que le dedicó a la Virgen de Loreto en 1964. Probablemente su creaciones más santapoleras.
Siempre se destacó por sus dotes para enseñar música tanto a niños como a adultos
Paralelamente a sus labores de dirección y composición, don José nunca dejó de enseñar música a niños. Trabajó para varios colegios tanto en Alicante como en su Santa Pola natal. También daba clases a adultos en diversas asociaciones culturales.
Honores post mortem
José Alfosea Pastor nos dejó para siempre el 21 de diciembre de 1964, cuando tenía 73 años de edad. Llevaba ya tres años jubilado, aunque nunca desvinculado del mundo de la música.
Actualmente la escuela formativa de la Unió Musical Santa Pola lleva el nombre del Mestre Alfosea. Igualmente tiene dedicada una calle en su pueblo natal, y otra en Alicante.
Aunque quizás el recuerdo que más haga sonreír al maestro, allá donde esté, sea cada vez que una banda de música todavía interpreta alguna de las alrededor de doscientas piezas que compuso en su vida. Sus acordes han llegado a sonar incluso en Berlín hace una década.
Muchas de sus obras se pueden escuchar hoy en Youtube u otros portales de internet. Un homenaje eterno a su legado, al cual también nos sumamos nosotros con este artículo.