Si bien no fue hasta principios del siglo XIX cuando Santa Pola lograría su independencia municipal como tal de Elche, los orígenes del pueblo se remontan muchísimo más atrás. Unos cuantos milenios antes ya había pobladores que eligieron esta zona para establecer su hábitat.
Desde los cavernícolas hasta los romanos, en este periódico queremos realizar un recorrido por los orígenes de la Santa Pola prehistórica y clásica. Hablamos de la época en la que la localidad todavía ni siquiera se llamaba Santa Pola, un periodo de muchos siglos y varias civilizaciones.
Los primeros vestigios de la Prehistoria aparecieron en el cabo de Santa Pola
Cavernícolas
Ya en el cuarto milenio antes de Cristo encontramos los primeros vestigios de personas prehistóricas viviendo por la zona del Cabo de Santa Pola. En aquellos últimos siglos del Neolítico todavía se residía sobre todo en cuevas o abrigos y en algunas ocasiones aquellos cavernícolas nos dejaban recuerdos.
Se han encontrado pinturas rupestres en la Cueva de las Arañas (o dels Frares), ubicada en el Carabassí. Los arqueólogos también han hallado restos de herramientas propias de cazadores y recolectores. Estos materiales están expuestos en el Museo del Mar de Santa Pola, en el MAHE de Elche y en el MARQ de Alicante.
Los íberos fundaron un poblado amurallado al que posiblemente llamaron Alone
Íberos y griegos
Hacia mediados del siglo V a. C. aparece el primer poblado fijo del que tenemos constancia en el término municipal actual santapolero. Sus habitantes fueron los íberos, una de las primeras civilizaciones surgidas en la Península Ibérica.
Dicha localidad se edificó en la desembocadura del río Vinalopó, una zona de agua dulce y abundante pesca. Algunos historiadores piensan que el pueblo se llamaba ‘Alone’, que vendría a significar ‘mercado de sal’.
Como su propio nombre indica, el poblado vivía sobre todo del comercio marítimo. Su principal cliente era Grecia, tanto así que probablemente éstos se establecieron aquí de forma fija convirtiendo el poblado en una colonia griega. También se dieron bastantes relaciones comerciales con los púnicos (igualmente conocidos como cartagineses), civilización originaria del norte de África donde actualmente está Túnez.
Donde hay riqueza, siempre hay riesgo. Así pues, aquellos pobladores decidieron construir una muralla para protegerse mejor ante posibles ataques por mar. Es bastante probable que tuvieran que utilizarla en más de una ocasión.
En la Antigua Roma el Portus Ilicitanus se convirtió en el puerto comercial más importante de la zona
Romanos
La conquista romana de la Península Ibérica no fue ni mucho menos sencilla, pues para ello tuvieron que librar numerosas batallas tanto contra los cartaginenses como contra los íberos. Algunas ciudades incluso resistieron hasta la extenuación, como el conocido caso de Numancia.
En nuestra zona no hay constancia de grandes batallas, por lo que es posible que los romanos simplemente llegaran a una especie de acuerdo de convivencia con los nativos. Lo cierto es que a partir del siglo I a. C. la romanización ya era un hecho en toda la península. En el caso del antiguo poblado íbero-griego supuestamente conocido como Alone, pasó a denominarse Portus Ilicitanus.
Dicho nombre era una clara referencia a la ciudad de Illici, el yacimiento arqueólogo de La Alcudia, considerado como el origen de la actual Elche y donde se encontró la famosa Dama.
La época de mayor esplendor del Portus Ilicitanus fue a finales del siglo I a. C. y comienzos del siglo I d. C. Este periodo coincidió con el reinado del emperador Augusto, quien impulsó un importante fomento del comercio marítimo y de mejoras sobre los puertos mediterráneos de Hispania. Esta política imperial además llegó en unos años de bastante crecimiento y progreso para Illici, por lo que se movía una importante cantidad de mercancías.
Por todo esto el puerto llegó a ser el más importante de la zona, eclipsando incluso al de Lucentum (la ciudad romana embrión de Alicante).
El declive
Es complicado determinar el nivel de población que pudo alcanzar el Portus Ilicitanus en la época; pero sabemos que se construyeron grandes villas residenciales, fábricas, almacenes, una necrópolis propia, etc.
Varios siglos de pujanza comenzaron a torcerse hacia el siglo V, coincidiendo con el declive del propio Imperio Romano. Por una parte Roma fue perdiendo el control efectivo de gran parte de sus territorios, lo cual repercutió muy negativamente en el comercio marítimo del Mediterráneo. Por otra parte la colmatación natural por la acumulación de sedimentos en el puerto santapolero hizo que perdiera calado, con lo cual su funcionalidad se vio muy mermada.
Si bien el núcleo de viviendas nunca debió llegar a desaparecer del todo, el Portus romano acabaría perdiendo la práctica totalidad de su actividad portuaria por lo que la zona quedó bastante deshabitada durante algunos siglos.
Así fueron los orígenes de Santa Pola durante la Prehistoria y la Edad Antigua. Tiempo después llegarían los visigodos, musulmanes, castellanos, aragoneses… Pero eso ya son otras historias.