Desde siempre se ha dicho que los Moros Viejos de Petrer (antes conocidos solamente como Moros) eran tan antiguos como la propia Fiesta, porque no habiendo otra comparsa de Moros hasta mitad del siglo XX era lógico pensar que, sea cuando fuere que nacieran los festejos, ellos ya tendrían que haber estado allí.
A pesar de ello, y aunque no se sabe a ciencia cierta cuándo surgió la Fiesta de Moros y Cristianos en nuestra población debido a la falta de documentación existente, hace unos años apareció un Acta Fundacional de la Hermandad de Labradores y Festejos de San Bonifacio, fechada el 20 de mayo de 1821, en la que, reunidos en la Ermita de San Bonifacio los 91 componentes de la hermandad, establecieron unas normas básicas para la celebración de unos festejos que se comprometieron a realizar anualmente.
Fundación oficial
Finalizada la reunión, sortearon entre todos los asistentes los cargos de Capitán y Alférez para la comparsa de Moros y para la de Cristianos, quedando así emplazados para mayo de 1822. Hasta ese momento el documento más antiguo del que se tenía constancia era de 1874, en el que se indicaba que sólo existían dos comparsas: los Moros y los Vizcaínos, que desaparecieron temporalmente entre 1930 y 1958.
De este modo, los Moros Viejos, sin haber podido celebrar nunca ninguna efeméride, decidieron en Asamblea General Extraordinaria celebrada en noviembre de 2017, con los votos a favor de todos los asistentes excepto una abstención, darle valor a esta Acta Fundacional y decretar ese 20 de mayo de 1821 como su fecha de nacimiento, y muy posiblemente también de nuestras Fiestas tal y como hoy las conocemos. Aunque es más que probable que el comienzo de la Fiesta se remonte a muchos años antes.
En 1905 Ramona García se convirtió en la primera abanderada de unas fiestas
Nace la Abanderada
Otra de las fechas marcadas a fuego en el calendario histórico de los Moros Viejos fue 1905, año de nacimiento de la figura de la Abanderada, con Andrés Poveda (El Arpa) como presidente. Siendo un puesto que hasta entonces no existía en ninguna población de la Comunidad Valenciana, la primera mujer que ostentó tamaña distinción fue en Petrer, de la mano de Ramona García, conocida como la Tía Ramona, quien le propuso a su padre la responsabilidad de ‘bajarse la bandera’ y asumir un cargo que se ha convertido en uno de los emblemas más característicos de los festejos.
Años después, cuando en mayo de 1964 la Unión de Festejos le tributó un sentido homenaje en el ayuntamiento al que acudieron todos los cargos festeros de la época, Ramona, fallecida en 1970, tuvo la ocasión de rememorar con cariño aquel acontecimiento que le llevó, sin saberlo, a hacer historia en la Fiesta de Moros y Cristianos.
En 2005, recordando el centenario de dicho evento, se celebró un multitudinario desfile de todas las abanderadas de las diez comparsas que lo han sido durante estos 100 años, al término del cual se realizó un homenaje muy emotivo en el parque 9 de Octubre.
Conflictos internos
Pero no todo han sido días de vino y rosas. Los Moros Viejos también han vivido conflictos dentro de su propio seno que han tensionado el colectivo hasta llegar a romperlo. Uno de los más sonados tuvo que ver con la capitanía de 1928, entre el entonces presidente de la comparsa, José Brotons Galiano (el Tío Pajuso) y Germán San Bartolomé Payá (el Tío Fermán), que trajo consigo la escisión y creación de la comparsa de los Turcos. La disputa duró poco, ya que en 1929 volvieron las aguas a su cauce para reunificarse y desfilar conjuntamente al año siguiente.
La llegada de 1951 vio el cambio del nombre de la comparsa, que pasó a denominarse Árabes Damasquinos, coincidiendo con la aparición de la comparsa Moros Marroquíes, que pasaron a llamarse Moros Nuevos en 1982. El 6 de diciembre de 1974 recuperaron el popular nombre de Moros Viejos con el que siempre se les había conocido.
Filas de mujeres
El año 1962 marca un punto de inflexión en las Fiestas, con la aparición como entidad propia de las filas, con los Cremats en los Moros Viejos y los Catedráticos en los Estudiantes. También este mismo año aparece la primera fila de mujeres en nuestras Fiestas, las Negras, que a partir de 1971 pasan a desfilar en la comparsa de los Moros Marroquíes (actualmente Moros Nuevos).
Hasta entonces, las mujeres apenas tenían presencia en la Fiesta y tan solo participaban como Abanderadas o como Cantineras, una figura ésta última muy curiosa y activa a finales del siglo XIX, que en Petrer perduró hasta el primer tercio del XX, compuesta por muchachas que solían distribuir pastas y licores de la tierra. Desfilaban en pasacalles al lado del Abanderado, un cargo ostentado siempre por hombres, al que le solían pedir que les dejara llevar la bandera en algunos tramos del desfile con el pretexto de que descansaran un rato. Una de estas jóvenes era Ramona García.
1972 constituye otro hito importante en la historia de los Moros Viejos al constituirse y desfilar por primera vez una nueva fila de mujeres, la Fila Zaireñas, activa hasta 1978. Al año siguiente aparecen dos nuevas filas femeninas, las Sauditas y las Alaínas.
La Comparsa da cobijo a más de 400 miembros y 31 filas
Colla musical
Ya metidos de lleno en el siglo XXI hay que destacar la creación en 2006 de ‘La Colla dels Moros Vells’, agrupación musical amateur de dulzainas y percusión que acompaña a la Comparsa durante los actos de fiesta
Su traje oficial está compuesto por bombachos verdes y fez roja con borla negra
En la actualidad, los Moros Viejos, con su característico traje oficial compuesto por bombachos verdes y fez roja con borla negra, está formado por más de 400 miembros y 31 filas, y continúa con paso decidido para cumplir, como dice su actual presidente, Pepe Rico, al menos otros 200 años más de pasión por la Fiesta.