Entrevista > Vicente Blanes Juliá / Director del instituto tecnológico AITEX
Vicente Blanes Juliá, director del instituto tecnológico AITEX, explica el papel clave que tuvieron al inicio de la pandemia y habla de la nueva sede y de la necesidad actual de organizarse mejor y aglutinar todo el trabajo en un mismo espacio. Focaliza también en las nuevas líneas de investigación basadas en la mejora de la sostenibilidad y la economía circular.
«Vamos a duplicar el espacio, ahora ocupamos 14.000 m2 entre la sede central y las naves industriales»
Se van a doblar los metros cuadrados llegando hasta los 30.000. ¿Por qué una nueva sede de AITEX?
Es necesario porque actualmente AITEX ocupa mucho espacio. Tenemos la sede central, ubicada en la plaza Emilio Sala; ocho naves industriales, repartidas por distintos polígonos de la ciudad y un espacio del parking del Panterre alquilado. En total ocupamos unos 14.000 m2.
Estar distribuidos en tantos espacios distintos, nos dificulta el trabajo, necesitamos organizarnos mejor, desde el punto de vista logístico y también desde la eficacia. Y por supuesto, ordenar el crecimiento futuro de AITEX para las próximas décadas. Estamos construyendo un edificio de 30.000 m2, que suponen 28.000 útiles, lo que significa duplicar el espacio que tenemos actualmente.
El coste estimado de la nueva sede es de 30 millones de euros. ¿Qué está contemplado en esta inversión?
Nos hemos ceñido al presupuesto inicial. Ahí está contemplado todo el edificio y todas las instalaciones pertinentes de clima, electricidad, antiincendios, control, etc. El mobiliario no está incluido.
Es un edificio que pretende ser un símbolo de tecnología, sostenibilidad y también un símbolo para la ciudad de Alcoy y para el sector textil. El edificio se empezó a construir en julio pasado y tenemos previsión que esté terminado en octubre del 2022 y que el traslado se vaya haciendo de forma progresiva a lo largo del 2023.
«El servicio al cliente se va a seguir dando a pesar del traslado. Nosotros no podemos parar ni un día»
AITEX tiene maquinaria para ensayos y equipos en los laboratorios que deberán ser trasladados. ¿Se ha previsto cómo se va a realizar sin que sufran daño?
Efectivamente todo lo que tenemos aquí en la sede central de AITEX y en las ocho naves industriales se va a trasladar allí. Es un plan de trabajo que todavía no hemos definido al detalle.
Más que se dañe, que ya tomaremos las precauciones necesarias para que esto no ocurra, sí que es verdad que hay equipos que cuando los mueves de sitio luego hay que volver a calibrar. Pero lo que más debemos tener en cuenta es que hay que hacer el traslado manteniendo el servicio al cliente. Esto hay que planificarlo muy bien y sin prisa, pero sin pausa, para movernos por grupos de equipos.
No se puede parar.
Nosotros no podemos parar ni un día. El servicio al cliente se va a seguir dando todos los días. La división de I+D, donde tenemos 58 plantas piloto, se pueden trasladar con mayor facilidad porque el tiempo de ejecución de los proyectos es de un año.
Los equipos de laboratorio que tienen plazos de servicio de entre una a cuatro semanas, son más conflictivos desde el punto de vista del traslado para no interrumpir el servicio y seguir manteniendo los plazos de entrega.
«Estamos creando en los últimos años veinte empleos netos anuales»
Si el espacio se duplica, también se duplicará la contratación de personal. ¿Qué perfiles laborales se buscan de cara al 2023, que es la fecha prevista de inauguración de la nueva sede?
El personal de entrada no se duplicará porque lo que se hará es trasladar a las mismas personas que ya trabajan aquí. Pero sí que hay una previsión de crecimiento, porque en AITEX estamos creando en los últimos años veinte empleos netos anuales.
Hace dos décadas éramos sesenta personas y ahora somos seiscientas cuarenta entre la sede de Alcoy, seis personas que tenemos en Valencia y otras en ocho países.
¿Qué profesiones predominan en el instituto?
Los perfiles son de corte técnico y científico. Tenemos muchos ingenieros, químicos, físicos, biólogos, ingeniería electrónica, farmacéuticos y gente formada en ingeniería informática. Estos son los perfiles principales que requerimos como instituto tecnológico.
Los necesitamos porque nosotros damos servicios a las empresas de alto valor añadido y lo hacemos en tres tipologías de actividad: servicios de laboratorio, I+D y formación.
¿En qué consiste el servicio de laboratorio?
Es una parte muy importante de AITEX. Lo que hacemos son informes de ensayo y certificaciones de productos y colecciones para empresas de diferentes tipologías. En esta parte tenemos clientes en más de cincuenta países.
Haber conseguido que la marca ‘AITEX’ en un informe de ensayo y certificación sea reconocida a nivel internacional, es muy importante para que cualquier empresa de estas comarcas, de España o de cualquier parte de Europa, tengan una acreditación de que su producto tiene unas características técnicas y unas prestaciones según los estándares de calidad internacionales. Esto permite a las empresas ser competitivas a nivel mundial.
Pero también realizáis investigación.
Sí, es lo que llamamos I+D. Trabajamos con las empresas para desarrollar prototipos, nuevos productos que tengan nuevas prestaciones y que puedan implementar en las empresas, así como optimización de procesos. Y lo realizamos con empresas de la Comunidad Valenciana y de España.
En los últimos tres años hemos hecho quinientos proyectos de I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación), lo que ha permitido firmar ochocientos cincuenta contratos con diferentes empresas. Para hacer todo esto, AITEX tiene una red de ciencia y tecnología a través de la cual se firman acuerdos de colaboración con universidades e institutos tecnológicos españoles y europeos. AITEX tiene ahora mismo veintidós patentes y doce modelos de utilidad.
«Somos el instituto de mayor tamaño en la Comunidad Valenciana, tanto por número de empleados como por ingresos»
Comenta que una de las fortalezas del instituto es precisamente la inversión en I+D, ¿de dónde sale el dinero que se invierte? ¿Cuáles son las vías de financiación de AITEX?
Hay que decir que somos el instituto de mayor tamaño en la Comunidad Valenciana, tanto por número de empleados como por ingresos. Más o menos el 50% de los ingresos en investigación vienen de convocatorias públicas para conseguir fondos en competencia con los demás agentes de ciencia y tecnología.
Tenemos un modelo de financiación un poco atípico para ser un instituto tecnológico. Un 83% de nuestros ingresos, que es un porcentaje muy alto en este tipo de actividad, viene de la facturación de estos servicios a empresas. Y el 17% son fondos públicos que solicitamos para hacer investigación y que los conocimientos se puedan aplicar a las empresas del sector. Esta es nuestra finalidad: trabajamos por y para las empresas.
Falta la formación.
Efectivamente, esta tercera pata es de gran valor para las empresas. En 2020 se realizaron ciento cuarenta cursos de formación en los cuales participaron doscientas cuarenta empresas y unos mil trescientos alumnos. En total fueron catorce mil horas de formación.
AITEX tuvo un papel fundamental en la primera ola de la pandemia. ¿Por qué?
Ahora todos llevamos mascarillas y lo tenemos normalizado, pero si volvemos la vista atrás y nos situamos en marzo del 2020, no había mascarillas en ningún sitio. La coyuntura nos llevó a que toda la primera ola, de marzo a junio, AITEX tuviese que trabajar muchísimo.
A partir de septiembre ya hubo otros laboratorios en España que se pusieron a tono, pero, en la primera ola, AITEX era el único laboratorio en España que tenía los conocimientos, el personal cualificado, los equipos y los medios para realizar estos ensayos, homologaciones y certificaciones de mascarillas. Solo trabajaron más que nosotros los sanitarios.
«De marzo a junio el personal dio una muestra brutal de resiliencia, de fortaleza y de compromiso con el instituto y con la sociedad»
¿Por qué dice esto?
Porque es cierto. He hecho varios reconocimientos públicos a los trabajadores, pero lo repito. Debo agradecer a todo el personal del instituto su comportamiento heroico porque estuvimos durante cuatro meses trabajando siete días a la semana veinticuatro horas al día. Dieron una muestra brutal de resiliencia, de fortaleza, compromiso con el instituto y con la sociedad. Fue una etapa muy dura pero muy bonita y emocionante.
Trabajamos codo con codo con los ministerios de Industria y de Sanidad para sacar las normas de mascarillas higiénicas de un solo uso y reutilizables. Diseñamos una especie de prototipo para que empresas de la Comunidad y de España se pudieran poner a producir de forma rápida y empezar a cubrir la necesidad.
«En 2020 hicimos cuatro mil informes de mascarillas higiénicas reutilizables y quirúrgicas»
¿Cuántas certificaciones se han enfocado a temas relacionados con la pandemia?
En el año 2020 hicimos cuatro mil informes de mascarillas higiénicas reutilizables y quirúrgicas para novecientas veinte empresas. Hicimos dos mil doscientos informes de mascarillas FFP2 para ochocientas cincuenta empresas, y seiscientos cincuenta informes de batas quirúrgicas para doscientas veinte empresas.
¿Se necesitó la contratación de más empleados para poder enfocar los esfuerzos a enfrentar en la pandemia?
No contratamos a más gente. Es cierto que nos subió muchísimo la demanda en los dos laboratorios de microbiología, que es donde se hacen los ensayos de las mascarillas reutilizables y quirúrgicas de un solo uso, y en el laboratorio donde se hacen los ensayos de las mascarillas FFP2.
Sin embargo, el resto de las actividades y departamentos, hasta septiembre más o menos, redujeron mucho su actividad. Así que lo que hicimos fue reposicionar a los empleados para reforzar estos laboratorios y sobre todo la atención a los clientes.
¿Cómo ha respondido el sector?
La respuesta del sector textil fue muy buena porque han invertido, han dado respuestas rápidas, han posibilitado que se solventara la necesidad de batas y mascarillas en un tiempo corto, etc. Han dado muestra de eficacia, de cintura, de tecnología y de capacidad de inversión.
¿Qué otras actividades realiza el instituto?
Además de esas tres divisiones, AITEX está realizando también otras actividades. Hemos lanzado la tercera edición de los premios empresariales en sostenibilidad e innovación y, además, lanzamos ayudas sociales para proyectos y asociaciones con fines sociales para contribuir a mejorar la situación de colectivos desfavorecidos.
Y otras cuestiones, como la Cátedra que tenemos con la UPV de Alcoy, el apoyo que hacemos a la formación de profesional textil, la colaboración con la universidad de Alcoy, etc. Así como actividades para alumnos de la ESO y bachillerato con el objetivo de dinamizar. El sector necesita jóvenes formados tanto en titulaciones universitarias como en formación profesional.
¿Qué proyectos de investigación tiene ahora entre manos y considera que pueden tener relevancia en un futuro?
Tenemos muchas vías de investigación, pero si tuviese que elegir una la que se lleva la palma es la sostenibilidad y la economía circular. Hay una gran necesidad de las empresas de todo tipo (pequeñas, medianas y grandes) de encontrar su forma óptima de trabajar en todo lo que son tecnologías sostenibles y el tema del reciclado.
Estamos trabajando en el reciclado mecánico y químico, en la revalorización de tejidos pre y post consumo, en tecnologías eco, en biopolímeros y en materiales biodegradables.