Entrevista > Daniel Azorín Juan / Arqueólogo (Elda, 23-octubre-1985)
El eldense Daniel Azorín se ha alzado con el Premio José María Soler 2021 de la Fundación José María Soler de Villena, en la modalidad de arqueología, por su estudio ‘La ocupación prehistórica en el yacimiento de El Monastil’, en el que realiza una revisión de fondos documentales y de restos materiales del yacimiento eldense.
«Una secuencia de ‘Jurassic Park’ me generó fascinación por las excavaciones»
¿De dónde viene tu afán investigador?
Aunque parezca un tópico, el germen se originó en la infancia. Aquella secuencia de la película ‘Jurassic Park’ donde el plano se acerca a la excavación de una garra de velocirraptor me generó fascinación por las excavaciones. Después reconozco que alucinaba con la mezcla de aventuras y culturas antiguas en Indiana Jones.
Sin embargo, no fue hasta 2014, cuando estaba terminando la carrera de Humanidades, que me encontré con la arqueología y con la posibilidad de excavar.
¿Quedan aún terrenos por explorar en nuestra provincia?
Muchísimos. Existen muchos lugares sin catalogar y numerosos yacimientos catalogados pero que no han sido estudiados todavía. Incluso hay yacimientos que han sido ampliamente excavados e investigados, pero que todavía presentan un porcentaje elevado de terreno que no ha sido intervenido. Quedan muchas cosas por descubrir.
«Conseguir este premio era algo impensable cuando empecé el estudio»
¿Cómo valoras este reconocimiento por tu estudio ‘La ocupación prehistórica en el yacimiento de El Monastil’?
Conseguir este premio era algo impensable cuando empecé el estudio. Realmente no creía que fuera capaz de realizar un trabajo merecedor del galardón, aunque debo reconocer que a medida que lo fui desarrollando fue convirtiéndose en un objetivo.
¿Cómo se inició este estudio?
Este estudio consiste en mi trabajo de fin de máster. Yo tenía interés en investigar algo sobre la Prehistoria en Elda; existía una serie de materiales de estos períodos provenientes de El Monastil que todavía no habían sido estudiados en profundidad, por lo que mis tutores me lo propusieron.
He tardado en completarlo tres años, debido primero a una necesidad de formarme más y posteriormente por motivos de trabajo, lo que provocó que se alargara más de lo deseado.
¿Qué te ha sorprendido durante su realización?
Es necesario tener en cuenta que este trabajo ha venido a refrendar los conocimientos que ya se tenían sobre este período en el yacimiento, derivados de estudios anteriores que incluían restos materiales prehistóricos de El Monastil en análisis de ámbitos geográficos más amplios.
Lo que aporta este estudio, principalmente, es una ampliación del análisis del registro material con los restos recuperados en las últimas dos décadas del siglo XX y la primera del siglo XXI. Esto nos ha permitido conocer la ocupación prehistórica de una manera más precisa, tanto en lo que se refiere a la presencia o no de grupos humanos en el lugar durante los diferentes períodos de la Edad de los Metales, como en su distribución en el yacimiento en las mismas etapas.
«Conseguir este premio era algo impensable cuando empecé el estudio»
¿Cuáles han sido las conclusiones?
‘Grosso modo’, sabemos que la primera ocupación del yacimiento se produce durante el período campaniforme (2400-2200 antes de nuestra era, a.n.e.), en el tránsito entre el Calcolítico y la Edad del Bronce, y se sitúa en la zona más elevada, en un espacio que se corresponde exactamente con el lugar donde se ubica la primitiva iglesia bizantino-visigoda.
También, que a finales del Bronce antiguo o en algún momento inicial del Bronce pleno (2100-1950 a.n.e.) todo parece indicar que se abandona el lugar, para volver a ser ocupado en el Bronce tardío (1500/1300-1000 a.n.e.) en buena parte de la zona alta del yacimiento. Tras ese período quedó abandonado durante unos siglos hasta la llegada de los fenicios.
¿Cuál es el panorama de la arqueología en nuestro país?
Tengo entendido que los museos arqueológicos son de los más visitados de España. La Alhambra es el lugar más frecuentado, también el Teatro Romano de Mérida, el Acueducto de Segovia, el Teatro Romano de Cartagena, etc., reciben una gran cantidad de visitantes.
Recientemente ha abierto el Museo Foro Romano Molinete en Cartagena con una gran inversión. Según estos indicios podemos pensar que la arqueología goza de buena salud.
¿Y no es así?
Es una ilusión. A menudo se puede comprobar cómo se nos menosprecia e infravalora, empezando por aficionados que se consideran por encima y que se dedican a expoliar. En algunas obras de restauración en yacimientos o monumentos parece que los arqueólogos somos más una molestia que una pieza fundamental.
Estos casos son desalentadores. No obstante, si lo analizamos objetivamente es una inversión primordial para el futuro; si no, que pregunten en lo que se conoce como ‘la España vaciada’.
Proyectos de excavación
Actualmente está inmerso en varios proyectos que se encuentran en proceso de excavación con la empresa Arquealia, como las ruinas del convento de Capuchinos de Caudete, el castillo de Caudete, el castillo de Polop, así como en intervenciones de urgencia en diversas poblaciones de las provincias de Alicante, Murcia y Albacete.