Entrevista > Fermín Bonet / Intendente de la Policía Local de Petrer (Alicante, 21-enero-1966)
Cuando hablamos de la policía local, siempre nos solemos fijar en sus funciones como agentes encargados de garantizar la seguridad de las personas y de preservar el orden público y social en un determinado municipio, pero rara vez nos paramos a pensar acerca de su organización interna, cómo está estructurada o en el funcionamiento de su cadena de mandos, cuestiones que a menudo pasamos por alto pero que sirven para conocer la operatividad de estos cuerpos de seguridad tan cercanos a nosotros.
Sistema de seguridad público
Para tratar de despejar algunas de estas dudas, el intendente de la Policía Local de Petrer, Fermín Bonet, ha escrito el libro ‘Policía local. La guerra que no cesa’, un ensayo estructurado en torno a opiniones personales sobre asuntos que están relacionados con el sistema de seguridad público de la Comunidad Valenciana.
Bonet pone el dedo en la llaga con algunos de los temas que trata en sus casi 140 páginas, pero no es, aclara el agente local, una obra destinada a levantar ampollas, sino a exponer con un lenguaje “claro y riguroso ciertos problemas estructurales que están presentes en el seno de la organización”.
Un policía escritor
“Un policía al que le gusta escribir”. Así es como se define Fermín Bonet, un agente que acumula a sus espaldas tres décadas de trabajo como policía local y que aterrizó en Petrer hace 21 años, tras su paso por las comisarías locales de Benidorm y de su Alicante natal.
Miembro del colectivo cultural Gramática Parda, donde está a punto de finalizar su cargo de presidente tras dos años al frente del mismo, aprovecha su tiempo libre para dar rienda suelta a su otra pasión, la literatura, con la que ha obtenido varios premios.
El libro está estructurado en torno a diferentes cuestiones internas sobre la policía local de la Comunidad Valenciana, ¿qué motivaciones te han llevado a escribirlo?
No es un libro de anécdotas al uso, es una reflexión en forma de ensayo sobre el actual sistema de seguridad local, en el que expongo algunas cuestiones que considero susceptibles de mejora en el ámbito de la Comunidad Valenciana.
En sus diez capítulos hablo de los sindicatos, de la relación con otros funcionarios, de la proyección pública del cuerpo, de los mandos, de los interinos, del absentismo laboral o de las urgentes reformas legislativas que considero habría que adoptar. Es, ante todo, una llamada de atención a quienes tienen capacidad de decisión.
«Las diferencias salariales dentro del cuerpo generan descontento en la profesión»
Hablas de ciertos déficits del actual modelo de seguridad local en la Comunidad Valenciana, ¿a qué te refieres concretamente?
No quiero que se malinterpreten mis palabras, ni creo que haya un problema de seguridad ciudadana o unas tasas de delincuencia elevadas, tan solo hablo de ciertos problemas estructurales en el seno de la organización de la policía local de la Comunidad Valenciana. Pienso que el modelo organizativo de los cuerpos de seguridad es susceptible de mejora.
Tratas asuntos espinosos como las relaciones con los jefes, con los sindicatos o con otros funcionarios, ¿eres consciente de que puedes levantar ampollas?
Probablemente me crearé alguna enemistad, pero hasta ahora no he recibido más que parabienes. El libro está escrito de forma respetuosa, con rigor, y por supuesto evita crear polémica de manera intencionada o lastimar a alguien.
«Debemos felicitarnos por el bajo índice de delincuencia que tenemos en Petrer»
¿Cuál de los temas es el que más te ha costado escribir?
Posiblemente el relativo a la formación, porque no sabía bien qué enfoque darle. El tema de la formación en las policías locales ha avanzado muchísimo en los últimos años, pero desde mi punto de vista aún se puede mejorar bastante.
¿Cuáles son los retos principales a los que se enfrenta la policía local hoy en día?
Es un cuerpo en plena expansión y mejora de su imagen, y presenta credenciales cada vez más favorables ante la ciudadanía. Pero hay cuestiones que generan descontento en la profesión, como por ejemplo las diferencias salariales entre un municipio y otro, que se dan incluso entre compañeros del mismo cuerpo.
Por extraños mecanismos legales, que a veces son difíciles de comprender, algunos agentes cobran más que otros.
La temática de este libro ha supuesto un viraje con respecto a otros anteriores, en los que te has orientado más hacia la narrativa o la poesía, ¿a qué se debe este cambio?
Soy policía y me he atrevido a hacer novela, teatro o poesía, pero no he escrito de lo que realmente conozco. Tengo el aval de tres décadas de servicio y creo que era el momento de opinar sobre ciertas cuestiones que pueden servir de interés a los demás.
Fermín Bonet lleva 21 años como policía local en Petrer
¿A quién está destinado?
En primer lugar, obviamente, a los que integran el cuerpo y que pueden ser los más interesados. Después, a aquéllos que aspiran a convertirse en agentes y que les puede venir muy bien conocer las cuestiones internas. Y, por último, a un tercer grupo de personas que poco o nada tengan que ver con la policía pero siempre hayan querido saber sobre temas de seguridad.
Las últimas estadísticas oficiales hablan de que Petrer es uno de los municipios más seguros de la Comunidad Valenciana, ¿cómo lo vives desde dentro?
Creo que debemos felicitarnos por ello y en ese sentido no es una labor única de la policía local de Petrer, sino que también tiene mucho ver la Policía Nacional. Entre todos hemos logrado construir un municipio muy seguro. Por ejemplo, en materia de seguridad vial tenemos dentro de lo que es la población un bajísimo índice de fallecidos; y respecto a la seguridad ciudadana, no hay más que fijarse en las estadísticas oficiales para ver que estamos entre los pueblos más seguros de España.
Los problemas que hay aquí no pasan de la mera anécdota: vecinales, de convivencia, molestias de ruido… No tenemos ni asesinatos ni robos a gran escala, ni tampoco tiroteos todos los días y ojalá que esto siga siendo así.