Ya aparezca en un globo, una tarjeta o un emoji, el símbolo actual con el que se alude al corazón no se parece en nada al órgano real. Podemos suponer que esta forma surgió como una convención que más tarde se universalizó, ¿pero no te gustaría saber de dónde salió este símbolo?
Teoría egipcia
Realmente no hay una teoría exacta de por qué la representación del corazón adquirió esta forma. Sin embargo, se plantea que un origen posible puede provenir de los egipcios, pueblo que le daba una gran importancia al corazón humano. Para los egipcios era dentro de este órgano que se alojaba el alma y la mente de las personas, de ahí su valor capital.
A través de los jeroglíficos, los egipcios recrearon la forma del corazón. El símbolo empleado por ellos no es del todo idéntico al que se maneja hoy día (pues este incluye incluso hasta los dos ventrículos). Pero hay que destacar que esta representación posee ya su forma oblonga, lo que pareciera anunciar de una vez su
futuro rostro.
Los griegos y su planta abortiva
Otra teoría acerca del origen de este símbolo viene de Grecia. Allí antaño existió una colonia griega llamada Cyrene, que actualmente es parte de Libia. En Cyrene, desde el siglo VII a. C. se usaba una moneda que tenía acuñada un símbolo parecido al dibujo del corazón usado hoy, aunque se trataba en verdad de la semilla de la planta de Silfio.
Esta planta era muy utilizada por griegos, romanos y egipcios como perfume, para aliviar los dolores, como especia y más. Pero su propiedad más apreciada era la abortiva. Según los historiadores, se obtenía la resina de esta semilla, se mojaba en algodón y se introducía en la vagina para estimular el flujo menstrual.
Ahora bien ¿qué tiene que ver esta planta con un corazón? Pues su función abortiva permitía a los jóvenes “expresar” su amor sin consecuencias, es decir, sin causar un embarazo. Con el tiempo, esta planta se relacionó con el amor por la posibilidad de que las personas pudieran “amarse” libremente.
Otras teorías
Otro de los orígenes posibles puede deberse a una mala interpretación durante la Edad Media, ya que en ese tiempo la Iglesia católica había prohibido las autopsias. Debido a esto la forma del corazón debía reconstruirse a partir de antiguos escritos, o emulando los órganos de otros animales, como el de la vaca, que posee una forma más parecida a la representación actual.
Y por supuesto, la Iglesia católica también tiene su teoría. Según esta institución, Margarita María, una monja del siglo XVII -que luego sería canonizada- tuvo una visión en donde vio al “Sagrado Corazón de Jesús”. Según la monja, aquel tenía una forma más bien triangular, y estaba rodeado en llamas y espinas.
Sin embargo, esta visión data del año 1673, fecha en la que ya el símbolo del corazón tenía una forma semejante a la actual, razón por la que no se le puede acuñar del todo a Santa Margarita el descubrimiento de esta figura.
Al final, muchos historiadores aseguran que el símbolo del corazón se ve así debido a una evolución conceptual que se dio poco a poco en occidente. Esta evolución tendría la finalidad de lograr una mejor estética y mayor simpleza, al momento de dibujar el corazón humano.