Entrevista > Iván Llorca / Presidente de la Asociación de Guías Turísticos de la Comunidad Valenciana (Alicante, 14-julio-1974)
A nadie se le escapa que Alicante es una ciudad de servicios y que su principal motor económico radica en el turismo. En 2019 casi dos millones de personas pernoctaron en la capital de la Costa Blanca; una cifra que no cuenta a los que se hospedaron en viviendas turísticas, segundas viviendas o casas de familiares y amigos. Todo ello en una localidad que no pasa de 350.000 habitantes censados.
Al año siguiente, coincidiendo con la llegada de la pandemia, las cifras de visitantes a nuestras tierras cayeron en picado sobre un 75%. Ahora, a punto de terminar 2021, es un momento crucial para rescatar a nuestra gallina de los huevos de oro.
Conversamos con quienes están a pie de calle recibiendo a los turistas y más recogen sus valoraciones. Iván Llorca trabaja desde hace años como guía local en Alicante, además de ser el presidente de la asociación de guías a nivel autonómico.
¿Qué nivel de visitas turísticas estáis teniendo este otoño? Sobre todo en comparación con las mismas fechas antes de la pandemia.
Diría que estamos teniendo más demanda que nunca. Quizás sea porque ahora los turistas se sienten más seguros contratando viajes organizados que viniendo por su cuenta. Eso sí, por supuesto tenemos que hacer los grupos más reducidos que antes.
¿Qué opinión tienes de las campañas publicitarias de Alicante que ha realizado el Patronato de Turismo durante los últimos tiempos?
Siempre solemos ser muy buenos en marketing. Nuestras campañas incluso han ganado premios internacionales. Éste no es el problema.
Ahora bien, yo me pregunto: ¿De qué vale gastarnos un dineral en publicidad si luego los turistas al venir se encuentran el Castillo cerrado? El Patronato puede traer millones de personas; pero si no hay servicios, ni autobuses, ni infraestructuras… ¿de qué sirve?
La mejor campaña, y mucho más barata, es hacer que los visitantes nos recomienden como destino. Sin embargo, muchos regresan a su casa hablando mal de Alicante.
«El Patronato no nos consulta nada, ni siquiera la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez nos invita a sus eventos»
¿No se lo habéis indicado esto al Patronato?
No existe comunicación. El Patronato no nos consulta apenas nada, ni siquiera la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez (concejala de Turismo) nos invita a sus eventos.
Yo quiero aprovechar esta entrevista para pedir al Patronato que organice una gran reunión con todas las empresas del sector, porque podrían salir propuestas muy interesantes.
¿Qué tal está funcionando el turismo de congresos?
Alicante tiene muchas cualidades para convertirse en una gran sede de congresos pues cuenta con buenas comunicaciones, mucho alojamiento y buen clima todo el año. Sin embargo, le falta todavía lo más importante… un palacio de congresos.
El ADDA no se construyó con esta función. Ahora mismo solo vienen congresos a la ciudad si el organizador es alicantino o tiene mucho interés, cuando deberíamos ser un gran epicentro de estas convocatorias.
«Nuestra ciudad jugó un papel muy importante en la Guerra Civil y sabiéndolo explotar sería una mina turística»
En los dos últimos años antes de la pandemia se redujeron los cruceros llegados a Alicante. Pasamos de 56 en 2017 a 40 en 2019. ¿Volveremos a incrementar las cifras?
Sí, seguro. Yo creo que en 2022 llegaremos a los 70 u 80 cruceros. Pero si de verdad queremos ser puerto base, que es lo más interesante, el Ayuntamiento debería poner una lanzadera en la terminal. Porque no es serio que los cruceristas tengan que andar 25 minutos, desde que desembarcan, para salir del Puerto.
¿No estamos desaprovechando turísticamente el filón que tenemos de restos de la Guerra Civil?
Históricamente ha sido así, pero por primera vez en muchas décadas estamos cambiando la tendencia. La Concejalía de Cultura se lo está tomando muy en serio, y recientemente incluso se han habilitado cuatro refugios antiaéreos para visitas.
Alicante jugó un papel muy importante en esta contienda, pues terminó justo en nuestra ciudad. Tenemos muchísimos refugios, búnkers o baterías antiaéreas… si lo sabemos explotar, sería una mina turística.
¿Qué opinión te merece la externalización de la gestión del Castillo de Santa Bárbara?
Esto es un robo. Los guías hemos estado dando servicio durante 365 días al año sin cobrar nada a la ciudad y poniendo precios populares para los turistas. Y ahora le quieren dar 30.000 euros a esta sociedad privada, que va a realizar visitas más cortas y sin guías titulados.
«La privatización del Castillo es un robo para beneficiar a una empresa»
Pero durante año y medio los ascensores han estado sin funcionar…
Exacto. Ni tampoco se colocó una lanzadera de autobuses para subir el Benacantil. ¿Por qué? Pues es muy fácil, el Ayuntamiento ha querido provocar todas las quejas posibles de los usuarios en redes sociales y así tener una excusa perfecta para privatizar el Castillo.
Incluso a algunos turistas de los que han subido a pie toda la cuesta les dejaban sin entrar cuando llegaban después de las siete de la tarde, a pesar de que el horario oficial de apertura no termina hasta las ocho. Es una vergüenza.
¿Cuáles son las principales quejas sobre Alicante que os suelen llegar de los turistas? ¿La limpieza?
Pues curiosamente no. En contra de lo que se pueda pensar, siempre me felicitan porque ven la ciudad muy limpia. Es algo que me sorprende, ya que la opinión de los alicantinos suele ser justo la contraria. Tal vez sea porque los barrios estén más sucios que el centro.
Normalmente se me quejan mucho más por la falta de aparcamiento en las zonas más turísticas.
¿Qué tal funcionan las oficinas de turismo?
Mal. Especialmente la principal del Puerto. El problema es que la concesión pertenece a una empresa que solo pone becarios sin apenas formación. Yo a uno de ellos le he llegado escuchar diciendo a unos turistas la frase “váyanse a Toledo porque aquí en Alicante no hay nada que ver”.
Es alucinante. ¿Así cómo queremos que nuestros visitantes pernocten varios días en la ciudad si no les damos buena información sobre lo mucho que hay que ver aquí?