Entrevista > Clara Sánchez Sala / Artista (Alicante, 9-septiembre-1997)
Clara Sánchez es licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM). A lo largo de su trayectoria ha participado en numerosas exposiciones, tanto nacionales como internacionales, y su obra forma de colecciones como DKV, CA2M y Fundación Otazu, entre otras.
La artista recuerda y mide constantemente sus viajes favoritos, el tiempo que transcurre entre los hechos autobiográficos y la historia. No solo recrea su historia personal, sino que también juega con los desajustes temporales para despertar un sentimiento de extrañamiento ante su entorno personal.
«Con el paso del tiempo descubro nuevas lecturas en mis piezas más antiguas»
¿Cómo valoras que tu obra forme parte de la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat Valenciana?
Valoro muy positivamente que mi obra pase a formar parte de esta colección. Considero que es una muy buena colección y desarrolla un apoyo importante en la carrera de los artistas valencianos.
Este tipo de colecciones puede ser una herramienta para acercar el arte contemporáneo a la ciudadanía y hacer partícipe de un patrimonio que les pertenece.
¿Qué proyectos te encuentras realizando?
Estoy trabajando en dos proyectos para dos espacios independientes en Portugal y preparando también un solo show para la próxima edición de Arco Madrid de mano de la galería ATM. Aunque constantemente me gusta plantearme proyectos, independientemente de que tenga exposiciones o no, cuanto más trabajo, mejores ideas se me ocurren.
Suelo ir al estudio todos los días, excepto los fines de semana, pese a que, a priori, no tenga nada que hacer. Ordeno mi espacio y casi sin darme cuenta comienzo a jugar con diferentes materiales, objetos o imágenes que guardo y así poco a poco acabo absorta en una actividad que me lleva a cuestionarme mis propias inquietudes.
«Constantemente me cuestiono qué quiero decir con mi trabajo»
¿Por qué la cita de Margarite Duras ‘escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiéramos’ es tan relevante para ti?
Cuando leí el libro ‘Escribir’ de Marguerite Duras hice un pequeño ejercicio, taché todas las palabras donde ponía ‘escribir’ y las cambié por ‘crear’. Así pues, la cita de Duras se transformaría en ‘crear es intentar saber qué crearíamos si creásemos’ y así es como me siento todos los días, desde que me levanto y organizo un poco mis ideas y mi rutina hasta que llego al estudio y me enfrento a las piezas en las que estoy trabajando.
Constantemente me cuestiono qué quiero decir con mi trabajo, por qué uso unos materiales y no otros, por qué me interesa tanto ese color o esta forma y no otra y así intento crear. Marguerite Duras recuerda un consejo que le dio Raymond Queneau, ‘No haga más que eso, escriba’. Es un buen consejo. En mi vida siempre he escogido aquellas oportunidades que me permitían seguir creando, o las he buscado.
Consideras que el acto de crear es una tentativa que transcurre en el imposible encuentro del pasado y el presente. ¿Es una paradoja temporal? ¿Consideras que tiene sentido el concepto de ‘atemporalidad’ en el arte?
Considero que el acto de crear transcurre en el umbral entre las relaciones suspendidas entre imágenes, palabras y objetos y por lo tanto atemporales. En mi práctica, actualmente, me gusta recordar constantemente hechos autobiográficos, presente, y los relaciono con datos históricos, pasado. Esto me ayuda a asociar ideas de muy diversa índole y me divierte crear desajustes temporales para despertar un sentimiento de des-extrañamiento en el espectador.
¿Qué sensaciones buscas transmitir al espectador?
Lo que más me gusta y me sorprende es que el espectador haga suyas mis piezas. Una vez que mi trabajo sale de mi estudio deja de pertenecerme, se enfrenta al público y debe sostenerse solo. Personalmente, si me preguntan o siento que el espectador quiere una explicación de la obra, siempre estoy dispuesta a darla, me encanta hablar de mi trabajo.
En mis exposiciones busco que el espectador me cuente lo que no sé. No existe una manera correcta de entender el arte, lo interesante es entrar en una exposición con la disposición de experimentar, de generar debate, de coincidir o de rechazar la propuesta del autor, entre otras cosas.
«En mis exposiciones busco que el espectador me cuente lo que no sé»
¿Cuáles son tus obras que consideras más especiales?
Me gustan todas mis piezas. Lo que más me atrae es que con el paso del tiempo descubro nuevas lecturas en mis piezas más antiguas. Ahora mismo me encuentro muy ilusionada con las últimas que realicé para mi última exposición individual ‘Templo-Pladur’ en la galería Nieves Fernández, en octubre. Pone en contacto la arquitectura de las galerías de arte y los desnudos de los dioses griegos, tan irreales e imposibles que parecen vestidos de carne pétrea, a través del acto de vestir el espacio con obras de arte.
¿Cuál es tu actual relación con Alicante? ¿Ha cambiado al recorrer tanto mundo?
Alicante siempre me ha gustado, he nacido ahí. Actualmente paso los veranos en Aitana, donde tengo un estudio, es perfecto para trabajar y me aísla del bullicio de Madrid. De hecho, la pieza que compró la Generalitat Valenciana ‘Lómbra es mida de la llum i la vida’ está directamente relacionada con ese lugar.
Al lado de mi casa hay un reloj de sol en el que se puede leer esa misma frase. La pieza desarrolla una investigación conceptual y formal acerca del des-extrañamiento en que consiste la medida del tiempo solar sobre el objeto del reloj.