Torrevieja cuenta con tres museos flotantes en su puerto. Son el Submarino S-61 Delfín, la Patrullera Albatros III y el Pailebote Pascual Flores. Visitar estos buques, pisar su cubierta y visitar sus compartimentos supone una experiencia única que no se puede obtener en un museo convencional.
Para conocer mejor estas naves contamos con el testimonio y la opinión de Antonio Ballester, concejal de Cultura del ayuntamiento de Torrevieja. Junto a él hacemos un repaso de los museos flotantes.
S-61 Delfín
El buque fue cedido al ayuntamiento de Torrevieja por el Ministerio de Defensa llegado el momento de su baja. Es un submarino militar de la clase Daphne, y se convirtió en el primer museo flotante de estas características en nuestro país. Desde que llegó se ha convertido en símbolo de la ciudad, habiendo recibido más de 1.300.000 visitas.
Antonio Ballester destacaría de su visita la zona de trabajo, “es un lugar que despierta muchas sensaciones. Permite recrear la escena de los marineros durante su navegación, imaginar sus sentimientos y sus miedos”.
El Delfín se convirtió en el primer museo flotante de estas características en nuestro país.
Patrullera Albatros III
La Patrullera Albatros III ha vigilado nuestras costas durante 33 años. Perteneció al Servicio de Vigilancia Aduanera hasta el momento de su cesión al Museo del Mar y la Sal. Se incorporó en 2006 como nuevo museo flotante de la ciudad.
El concejal de Cultura añade: “Es un barco construido para coger velocidad y cumplir con sus expectativas de intervención. Destacaría la potencia de sus líneas y lo robusto que se presenta desde el puente de mando. En él han navegado numerosos torrevejenses y su exposición es también un reconocimiento al trabajo desempeñado por su tripulación”.
Pascual Flores
La historia de esta nave se remonta a 1917, cuando es construido por el maestro calafate Antonio Marí Aguirre en aguas de Torrevieja por encargo del armador valenciano Pascual Flores Benavent, quien ordenó hacer dos réplicas, con el nombre de sus dos hijos, Pascual y Carmen Flores. Ambos se dedicarían fundamentalmente al transporte de mercancías.
El pailebote es un velero de 34 metros (ocho de manga, tres de calado y un total de superficie de 415 metros cuadrados); una nave insignia del transporte comercial a vela que recorrió los puertos del Mediterráneo desde principios del siglo XX hasta que se encontró bastante deteriorado en la ciudad británica de Bristol.
Desde entonces su restauración y regreso al puerto de Torrevieja han sido objetivo del gobierno torrevejense, que ha invertido más de 4,7 millones de euros y ha tardado catorce años en conseguirlo. “Del Pascual flores destaca la belleza de sus líneas. Recomiendo observar el barco desde la popa en toda su amplitud y recrearse en lo impresionante de su eslora”, añade el concejal torrevejense.
«El muelle con sus museos flotantes es, con diferencia, el lugar más visitado de nuestra ciudad» A. Ballester
Ocio y cultura sobre el agua
El concejal de Cultura explica cuál es el significado de estos buques visitables para la ciudad. “Para Torrevieja es una oportunidad única poder contar nuestra historia y cultura relacionada con el mar y sus hombres a través de estos barcos. Los museos flotantes, y todo el material expositivo relacionado que se encuentra en el muelle, son un atractivo turístico de primer orden. Es, con diferencia, el lugar más visitado de nuestra ciudad y, además, se hacen visitas escolares y excursiones organizadas allí a lo largo del año”.
Buenas cifras de visitas
Los tres buques cuentan con buenas cifras de visita, pero uno de ellos destaca. Ballester explica que “el que causa más impresión a los visitantes es el submarino, pero el número de visitas son los mismos en los dos que tenemos anclados todo el año: el submarino y el patrullero. Ambos son visitables todos los meses a excepción de diciembre, en el que se desarrollan los trabajos de mantenimiento necesarios”.
“Respecto al Pascual Flores, al tratarse de un barco que, a través de una subvención, está cedido a la Fundación La Nao para su explotación, son pocos los meses en los que se puede visitar en nuestra ciudad. Aun así, a través de su participación en festivales de embarcaciones antiguas, como el recientemente celebrado en Castellón, el barco cuenta ya con un total de 15.000 visitas”.
«El Pascual Flores es un museo itinerante que no siempre tenemos en el puerto de Torrevieja»
Experiencia única
El edil anima a los lectores a que visiten el puerto de Torrevieja y los museos-flotantes. “Es una visita que se puede realizar en una mañana y de la que los niños y niñas disfrutan muchísimo. Además, nuestro clima invita a pasear por el dique de Levante y disfrutar de las vistas de nuestra bahía y nuestro mar”.