Este 2 de abril se cumplen 40 años del inicio de la Guerra de las Malvinas, un conflicto que enfrentó a Reino Unido y a Argentina durante más de dos meses en 1982 y que se saldó con cientos de víctimas en ambos bandos. Estos territorios son considerados de ultramar por Londres y reclamados por Argentina desde 1833 y bajo la dictadura del general Leopoldo Galtieri intentó tomarlos sin éxito.
La Guerra de las Malvinas cumple 40 años. Un conflicto entre Argentina y Reino Unido iniciado por la soberanía sobre este archipiélago, también conocido como Falkland, que generó cientos de muertos y una crisis internacional sin precedentes en la región. En la crónica de historia de esta semana profundizaremos en las causas de esta guerra, su desarrollo y las consecuencias, que perduran hasta la actualidad.
La reclamación de Argentina se extiende desde el año 1833 sobre el archipiélago de las Malvinas y las islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Una serie de territorios situados en la parte más austral del continente sudamericano que poseen un gran valor estratégico. Pero que, a pesar de su cercanía a las costas argentinas, son considerados un territorio de ultramar para Londres.
Las Malvinas como objetivo para mejorar el prestigio de la dictadura
Con estos antecedentes históricos se llega a abril de 1982. Argentina está bajo el poder de una dictadura militar comandada por Leopoldo Galtieri, cuyo gobierno sufría un profundo desprestigio por la crisis económica e inflación que azotaba a la nación austral y los casos de violaciones a los derechos humanos contra opositores. Galtieri y su entorno consideraron que una incursión a las Malvinas elevaría la popularidad de su Gobierno y terminaría con las críticas.
Su otro punto fuerte para iniciar la operación era la creencia de que Reino Unido no respondería a la toma de un territorio situado a casi 13.000 kilómetros de Londres. Por aquella época, Reino Unido estaba gobernado por la conservadora Margaret Thatcher y atravesaba una profunda crisis interna por la reconversión industrial que había llevado a huelgas generales constantes de obreros y mineros en toda la nación. Pero Galtieri se equivocó. Y su plan de anexión de las Malvinas, se convirtió en una guerra.
Aunque sus tropas tomaron Malvinas y las Georgias y Sándwich del Sur en dos días Reino Unido declaró la guerra y envió a 30.000 efectivos el 5 de abril.
Dos portaviones británicos, junto a varios buques de guerra y destructores, recorrieron el Atlántico para repeler la acción argentina. Además, mientras que Galtieri contó con tímidos apoyos en América Latina y la URSS, Reino Unido tuvo el firme respaldo de Estados Unidos, Francia y Chile. Argentina desplegó 10.000 hombres en las Malvinas y puso en acción por primera vez en su historia a la fuerza aérea.
El inicio de la guerra
Iniciada la guerra, Reino Unido logró hacerse con las Georgias del Sur el 25 de abril de 1982 y hundió la nave argentina General Belgrano el 2 de mayo, provocando uno de los mayores desastres de la guerra y la muerte de 323 militares argentinos.
El Ejército británico se centró en destruir el aeropuerto de Stanley, la capital de las Malvinas y proteger a los dos portaaviones enviados. Argentina logró dañar varios buques de guerra, pero no los portaaviones, mientras que Reino Unido destruyó alrededor del 30% de las aeronaves argentinas.
El mando militar británico era consciente de que podía perder la guerra si esta se prolongaba y que la única oportunidad que tenía de finalizarla era realizar una gran operación por tierra. Para ello, el 21 de mayo realizó una invasión por el norte de la isla Soledad para rodear Stanley, la capital de las Malvinas, lugar donde se concentraba el mayor número de argentinos.
Durante semanas, se produjeron intensos combates cuerpo a cuerpo que dejaron decenas de muertos. Aunque, a pesar de la tenaz resistencia argentina, la superioridad británica hizo que Stanley quedara bajo sitio en unos días.
El Ejército argentino no estuvo bien equipado
Las condiciones del ejército argentino desplegado en Malvinas durante la guerra fueron muy precarias. Buenos Aires no se preocupó de proporcionar suministros básicos a sus soldados, que portaron armamento defectuoso y carecían de ropa adecuada para soportar el duro invierno en estas islas. Además, muchas de estas personas eran jóvenes sin apenas experiencia de combate.
Las unidades de élite del Ejército de Tierra argentino no fueron desplegadas en Malvinas, ya que la mayoría lo estaban en la frontera con Chile debido al miedo que existía a una invasión de Augusto Pinochet, abiertamente enfrentado con Argentina para esa época.
Con su Ejército rodeado, el 2 de junio Buenos Aires intentó dar un último golpe a la flota británica a través de la Operación Algeciras, en España, que tenía el objetivo de terminar con la flota de Reino Unido desplegada en la base de Gibraltar, pero también fracasó, precipitando el inevitable final de la contienda.
Un dura derrota para Argentina
La dura derrota fue un shock para Argentina, y especialmente para el Gobierno cívico-militar, que quedó totalmente desprestigiado y cayó definitivamente en 1983, dando paso a la democracia. En total, 649 argentinos fallecieron en la contienda, por los 255 británicos.
Por su parte, la figura de Margaret Thatcher creció en popularidad, forjando su figura de ‘Dama de Hierro’ y ganando las elecciones al año siguiente. La victoria fue recibida con júbilo en Reino Unido, pero el conflicto nunca se cerró. Argentina sigue considerando que las Malvinas son parte de su soberanía y continúa realizando reclamaciones sobre estas islas a pesar de la negativa mostrada por Londres y por los habitantes de estas islas, que prefieren continuar ligados a la corona británica, una cuestión que dificulta que las aspiraciones de Argentina puedan materializarse en el corto plazo.