Sin necesidad de estar acompañado de otro, los perros machos aprenden instintivamente a levantar una de las dos patas traseras al momento de orinar. Esto se debe a que la micción tiene una función extra además de una simple secreción de líquidos.
Durante su etapa de maduración, los perros machos empiezan a desarrollar una mayor cantidad de testosterona, la hormona masculina. A partir de este proceso, empiezan a seguir ciertas conductas; una de las cuales es la de marcar territorio en frente de otros perros.
Para ello, los perros orinan con la pata levantada para demostrarle a otros perros su tamaño, pues mientras más grande son, más amplia será la marca dejada por el orine. De este modo, los perros que pasen momentos después, sabrán el tamaño del can que estuvo anteriormente.
Hay que destacar, que este comportamiento suele desarrollarse entre los 9 y 14 meses de edad. Sin embargo, algunos perros lo hacen desde los seis meses, y otros puede tardan hasta 20 meses en desarrollar esta conducta. A su vez, las razas pequeñas acostumbran a aprenderlo antes que las grandes.
¿Y qué pasa con los perros que han sido castrados?
En caso de que los perros sean castrados antes de haber aprendido a levantar la pata para orinar, estos no desarrollarán el mencionado hábito, y continuarán su vida sin levantar la pata al orinar. En caso de ser castrados luego de haber aprendido, su hábito no se modificará.
La orina contiene información
La finalidad por la que los perros marcan territorio a través del orine, es una manera de dejar información a otros perros sobre su tamaño, edad, estado de salud y el tiempo en que estuvo ahí. Las hembras también dejan saber así si están en periodo de celo.
Esta información se debe a que la orina tiene un aroma único en cada animal. Además, su composición de proteínas, hormonas y feromonas son las responsables de suministrar los datos sobre el perro que hizo esa orina.