Entrevista > Elena Rubio / Catedrática de Farmacología en la Universidad de Valencia (Alicante, 26-mayo-1953)
La alicantina Elena Rubio Gomis no sabría decir de donde le vino su vocación por la Medicina. “Estudié esta carrera simplemente porque me apeteció. No hubo más razones“. Tras licenciarse trabajó como investigadora en el laboratorio Boehringer Ingelheim de Viena y luego logró por oposición una plaza en la unidad de Farmacología del Hospital Clínico Universitario de Valencia. Más adelante se trasladó al Hospital General, donde ejerció durante más de dos décadas, hasta 2018.
Paralelamente a su labor médica, la doctora Rubio también se ha dedicado a la docencia y la investigación en la Universidad de Valencia (UV). Ahora le resta poco más de un año para jubilarse por completo. Pero antes de su retirada, a esta brillante catedrática aún le quedaba un asunto pendiente por hacer. Concederle una entrevista a su sobrino, el periodista.
De entre todas las especialidades médicas, ¿por qué te decantaste por la Farmacología?
Fue por un profesor que tuve en la UV y me gustaba mucho como daba las clases. Nos hablaba sobre todo del mecanismo de acción que tienen los fármacos. Por eso le pedí que me apoyase para integrarme en el departamento de Farmacología.
Las vacunas llegaron más pronto de lo previsto porque no son ‘vacunas’ en el sentido clásico del término
¿Cómo se realiza la investigación farmacológica en tiempos de pandemia?
Con muchas dificultades. Estando aislados pudimos realizar las clases de manera telemática, pero no es posible experimentar en el laboratorio. En Farmacología, además, solemos realizar las investigaciones con animales y muchas se han paralizado.
Ahora se están retomando. De todas formas yo ya he cerrado todas mis líneas de investigación, dado que solo me queda un curso académico para jubilarme y no quería dejar nada a medias. Me han pedido que dirija alguna tesis más, pero he dicho que no.
Al principio de la pandemia los virólogos solían decir que las vacunas de la covid tardarían al menos dos años, pero luego llegaron mucho antes. ¿Por qué ha ocurrido esto?
Es cierto que normalmente el desarrollo de las vacunas es bastante más largo, ya que se necesita a mucha población para los estudios. Además, si no hay muchos infectados, puede ser difícil reclutar individuos. Por eso suele durar varios años.
En el caso de la covid ese problema no ha existido porque teníamos mucha población infectada, y además en el primer mundo. No ha sido necesario, como en otros casos, irse a países subdesarrollados. Y también ten en cuenta que lo que tenemos ahora, estrictamente hablando desde el punto de vista farmacológico, tampoco es una vacuna.
Los médicos recién licenciados se están yendo fuera porque la Sanidad española paga mal
¿Cómo que no es una vacuna?
Es una técnica nueva que no responde exactamente al criterio clásico de vacuna. Más bien se trata de una forma de acción que sirve como una vacuna pues implementa la inmunidad.
La vacuna clásica es cuando tú inoculas ese mismo germen pero atenuado, para que genere una microinfección que haga estimular la inmunidad. Así el organismo reconoce que ese germen es extraño para tener todo preparado en caso de que le invada, sin necesitar de un tiempo para generar anticuerpos durante el cual puede empeorar tu estado.
Sin embargo esto que nos han puesto no son gérmenes atenuados, es decir, no es una versión del germen sin sus partes más agresivas.
¿Y entonces qué es?
Básicamente una proteína. Lo que se ha hecho es introducir una tecnología que teníamos para hacer ARNs y ADNs. En principio esta técnica tenía otras intenciones, pero a alguien se le ocurrió que podía ser utilizada como un intento de estimular o producir una inmunidad a la covid.
Al meter una proteína extraña en el cuerpo, éste responde generando anticuerpos y se prepara para luchar contra el virus. Esta tecnología ya estaba bastante probada antes incluso de la pandemia. Por eso no hubo que perder tanto tiempo en coger el propio virus y desarrollar un sistema que lo hiciera menos agresivo. En definitiva, se utilizó una tecnología muy conocida, pero con otra finalidad distinta.
Por esta razón algunos científicos han sido reticentes con esta vacuna, dado que utiliza un sistema que no se conoce muy bien a largo plazo que podría hacer con el organismo. Pero bueno, afortunadamente no parece que esto vaya a ocurrir.
Por eso todavía se están investigando nuevas vacunas, ¿no?
Sí. De hecho las primeras vacunas a semejanza de las tradiciones, por ejemplo las dos españolas que están ahora en investigación, probablemente no las tengamos en las clínicas hasta 2023. Es decir que tardarán unos tres años, lo cual aún así es rápido para ser una nueva vacuna.
En principio se espera que las dos vacunas españolas lleguen a las clínicas en 2023
En España nos vacunamos más del 80% de la población pero no alcanzamos la pretendida ‘inmunidad de rebaño’. Incluso este invierno hubo mayor incidencia que el anterior. Es verdad que afortunadamente se ha reducido la mortalidad pero… ¿te han decepcionado estas vacunas?
Lo que ha ocurrido es que fueron cambiando las cepas y con Ómicron se han dado reinfecciones. Por lo que a mí respecta, decepción ninguna, porque ya lo sabíamos. Los expertos siempre dijimos que estas vacunas no evitaban contagios. Su función era la de reducir la mortalidad, y en eso como tú dices sí han funcionado bien.
De hecho los estudios no se diseñaron para ver si evitaban el contagio, sino para comprobar si disminuía la gravedad de la enfermedad. Es cierto que al reducirse la carga viral, también disminuye la transmisión porque la posibilidad de infectar es menor. Pero insisto, no estamos hablando de un sistema tradicional de vacuna que evite las trasmisiones. Y aún así bienvenidas han sido, porque desde luego han salvado muchas vidas.
Sin embargo el Gobierno nos decía que con el 70% ya alcanzaríamos ‘la inmunidad de rebaño’.
Ya. En una infección clásica es verdad que a partir de un porcentaje grande de infectados se disminuye mucho la transmisión… aunque bueno lo del 70% fue ‘un decir’, porque en realidad los epidemiólogos suelen determinar que más bien es con el 80%.
El problema es que ésta no ha sido una vacuna clásica. Yo entiendo que aún así los políticos esperaban que al ser una infección más leve, con un 70 u 80% también se evitara la transmisión. Por desgracia no ha ocurrido tan así. Como te decía antes, yo creo que la principal razón ha sido el cambio de cepa.
Existe un déficit de médicos especialistas en la Sanidad pública
¿Y es posible que en un plazo no muy largo se encuentre un remedio para las personas infectadas? Porque hasta ahora la covid se está curando con remedios para otras enfermedades…
Es que los medicamentos que tenemos contra los virus en general son muy malos. Por eso lo que solemos hacer es vacunar, más que poner antivíricos. Un caso claro es el VIH, es cierto que hay algunos que impiden que la enfermedad progrese, pero por más que se ha investigado seguimos sin un medicamento ideal contra él. Otros casos similares son la viruela, la varicela, el sarampión, la gripe, etc.
Actualmente hay compuestos activos que reducen la intensidad de la covid, sobre todo en los primeros días. En realidad son algunos antivíricos que ya existían antes de la pandemia y que dado su mecanismo se pensó que podrían ser efectivos contra el coronavirus. Por ello se llevaron a última fase de estudio con personas que tenían la infección o posibilidades de infectarse. Así que respondiendo a tu pregunta, no tengo nada claro que vayan a salir antivíricos para la covid.
Recientemente Pfizer ha propuesto una cuarta dosis. ¿Hasta cuántas dosis hará falta llegar?
La verdad es que no lo sabemos. Está claro que los anticuerpos que se forman cuando tienes el contacto con esta vacuna siempre decaen con el paso del tiempo. Eso ocurre realmente con todas las vacunas. Aún así, luego siguen funcionando por inmunidad celular y lo lógico es esperar que eso también ocurra aquí.
Mi sensación es que todo esto forma parte de una campaña comercial, a ver si puedo vender otra dosis más. Hasta que no haya estudios que realmente demuestren que es necesario, yo veo un poco precipitado lanzarnos ya con una cuarta dosis.
Con la tercera dosis se dijo en un primer momento que sería para personas mayores o con patologías, pero luego se fue abriendo el abanico a todos…
Sí, se dijo que se pondrían a estas personas por si acaso. A mí personalmente la verdad es que esa no me parece la forma más profesional de actuar. Yo no receto un medicamento a menos que no sepa que realmente es eficaz y que no produce unos efectos adversos que sean proporcionales con su eficacia.
En este caso ocurre que no se han hecho suficientes estudios específicos con la tercera dosis, y con la cuarta pues todavía menos.
No creo que se vayan a descubrir nuevos medicamentos para tratar la covid
Hablemos también de la universidad. ¿Por qué se está produciendo tanta ‘fuga de cerebros’ en médicos españoles recién licenciados que se van al extranjero?
Pues porque nuestra Sanidad paga mal, sobre todo al médico de atención primaria. Muchos no están de acuerdo con los sueldos que se dan en España y se van fuera. Esto acaba suponiendo un problema, porque falta relevo generacional. A mí incluso, cuando cumplí 65 años, me pidieron que aguantara mi plaza en el Hospital General por este motivo.
También es cierto que en un periodo de cinco años se han jubilado muchísimos médicos. Pero claro, esto ya no tiene nada que ver con mi época. Ahora estamos integrados en la UE. Nuestra formación es más europea e incluso se hacen Erasmus. Por eso es mucho más factible irse fuera a trabajar.
Porque estudiantes de Medicina sí hay muchos, ¿no?
Sí. De hecho en las facultades siempre se hace selección y algunos se quedan sin plaza. Lo cierto es que los cálculos que se realizaron en su momento para el relevo generacional fueron buenos, e incluso con el surgimiento de las universidades privadas se están formando más médicos de los previstos.
Sin embargo, como te comentaba antes, el futuro que tiene por delante un médico español recién licenciado ha cambiado mucho. En mi época podías estudiar la especialidad que quisieras y encontrabas trabajo a patadas.
De hecho la mayoría de mis compañeros de carrera se metieron en el Hospital de La Fe, que se inauguró durante aquellos años y necesitaba personal. Era la época del expansionismo con grandes hospitales. ¿Y qué ha pasado ahora? Pues que La Fe ha perdido un montón de médicos en los últimos años. Todos se han jubilado de golpe.
Mi sensación es que la cuarta dosis que propone Pfizer responde a una campaña comercial
Además los estudiantes normalmente se quejan de que sacan pocas plazas MIR…
Claro. No todos los médicos entran al MIR porque tiene todavía más limitadas las plazas. En algunas especialidades hay muy pocas y la capacidad de formación no es suficiente para reponer las jubilaciones que están habiendo.
Y luego volvemos al tema de los sueldos. Hay especialidades que están mucho mejor remuneradas en el sector privado, por ejemplo un cirujano plástico. Todo esto acaba provocando un déficit de médicos especialistas en la pública.
Al final, curiosamente, muchas de estas plazas que faltan se están solventando con médicos venidos de fuera, sobre todo de Sudamérica.