Entrevista > Pedro Pomares / Tenor, productor, director artístico y guionista (Elche, 29-agosto-1963)
Pedro Pomares ha triunfado con musicales en grandes teatros de América y España como cantante. A esa faceta hace ya tiempo que fue uniendo las de guionista, director artístico y productor, y sus representaciones llenan los contenedores culturales más grandes de nuestro país.
Háblanos de tus inicios.
Soy hijo de una familia acomodada ilicitana, muy reconocida en el ámbito empresarial. Desde muy pequeñito he sentido este veneno del teatro y de la música. Ya por entonces tuve la oportunidad de pertenecer a la capilla del Misterio de Elche.
En esa época había una guerra de divos respecto a los sanjuanes, y entró un maestro de capilla al que yo le debo mucho desde el punto de vista personal al igual que la Semana Santa de Elche. Hablo de Antonio Hernández Mendiela. Ante esta pelea, decidió que yo hiciera de San Juan, lo cual fue toda una revolución.
Él decía mucho que desde su época el único San Juan que había existido era Pedro Pomares (risas). Esto no lo digo con petulancia, sino en el sentido de que realmente un San Juan como Sixto o yo, o un Santo Tomás como Ors, o una María como Manolo Ramos, o un Ángel como Fernando Ibarra marcaron un antes y un después.
«Desde muy pequeñito he sentido este veneno del teatro y de la música»
¿Fue entonces El Misteri tu despegue?
A mí el Misteri me dio la oportunidad de dar el salto, aunque yo ya hacía mis pinitos en el Centro Juvenil donde coincidí con Fernando Jaén, el sacerdote Juan de Dios Román y otras personas de la época. Hacíamos musicales como ‘Jesucristo Superstar’, ‘El diluvio que viene’, etc.
Cuando debuté coincidió que unos clientes mexicanos de ascendencia asturiana vinieron a Elche y mi primo Vicente Pomares les dijo que yo cantaba muy bien. Él les metió la idea de que me podían llevar a México. Recuerdo que les canté la canción ‘Mi tierra’ de Nino Bravo, y los mexicanos no entendían que hacía metido en un taller mecánico.
¿Y te llevaron a México?
Sí. Se me hizo un disco LP de lo más grande que podía haber con Miguel Blasco, Manuel Pacho y Javier Losada. Fue algo de mucha envergadura, más una campaña de marketing muy potente.
Me vendieron como un pobre mecánico al que no se le reconocía su talento en España, algo que sí pasa a menudo con muchísima gente, y a partir de ahí ya viví el sueño mexicano y americano.
¿Cómo fue ese paso por los EE.UU.?
Actué en sitios de habla hispana como California o Texas. Los latinos allí somos otro mundo. Hubo un antes y un después de eso. De todas formas yo nunca podía faltar a la Semana Santa ni al Misteri de Elche.
Aunque siempre hay quienes hablan sin conocimiento, lo cierto es que en aquella época todos los partidos agradecían la difusión internacional que yo daba de Elche.
En esos sitios la mayoría de gente ni sabría dónde está Elche, algo que incluso pasa en España.
Mi manager me decía “Pinche Pomares. Elche es un pueblo bonito pero… ¿qué vamos a vender con esto?”. Pues el amor a mi tierra. Lo he demostrado siempre.
Igual que te digo que nuestro mayor premio teatral es el público soberano y haber sido en 2021 la compañía más vista de España con ‘¡Recuérdame! Coco el musical’, por encima de todo lo que se anuncia en los grandes, pues lo mismo digo respecto a ser profeta en mi tierra. Cuando hacemos funciones en Elche, también gracias a vuestro apoyo como medio de comunicación, lo hemos reventado. Por encima de todo lo demás.
Interpretar en un mismo día en ‘La Bella y la Bestia’ al personaje de Lumiere y luego en otra función a Din Don, necesita de unas capacidades bastante especiales»
¿Qué ocurre cuando regresas a España?
Vi que se anunciaban ‘Los Miserables’, que llevaban tres años para venir a España, y un anuncio para un casting. Yo estaba muy bien en México, pero quería triunfar en España. Empezaba a funcionar Cadena Dial y mi música ya sonaba, pero por entonces era una radio muy pequeñita. Así que me presenté.
Me hicieron entonces un casting privado multitudinario, que no es ni mucho menos lo que sale en la tele. Porque eso de que te escuchan un minuto si es que te escuchan y luego te hacen una foto en el photocall, es puro marketing. Yo en shows como ‘La Bella y la Bestia’ de Disney; que era la original porque luego hubo otra con una licencia más libre; o ‘Sweeney Todd’, ‘Guys and dolls’ o en los propios ‘Miserables’ he hecho castings privados. Éramos diez o quince personas.
Me llamaron en breve y ya empecé con esta obra. A raíz de ‘Los Miserables’ comencé a hacer mis pinitos con la Cadena Dial y los 40 Principales. Yo podría estar retirado ya, pero tengo tanta creatividad dentro que no admito retirarme. A las pruebas me remito: He estado y he vuelto a La Latina, al Condal y los principales teatros de España.
«Cuando te copian la sensación sobre todo es de impotencia y rabia, pero este coraje se me pasa cuando vamos a grandes sitios y llenamos»
De ahí llegaste a la Gran Vía madrileña…
Fue en el Teatro Nuevo Apolo. Empecé a trabajar en musicales y entré en el circuito. Hay tres ‘antes y después’ en mi carrera. El primero fue ‘Los Miserables’ a nivel Pedro Pomares como actor y todo lo que me he curtido. Me acordaré siempre que el propio director Caswell me dijo que aquello sería un punto de inflexión.
El segundo ‘Sweeney Todd’. En realidad mis grandes maestros fueron los hermanos Mario y Manuel Gras. Entré al Centre Dramàtic de la Generalitat, lo que ahora es el Centre de Teatre de Catalunya, e hice musicales como ‘Guys and dolls’ y sobre todo ‘Sweeney Todd’ que duró años. Lo hacíamos en catalán y en castellano indistintamente.
Y la última gran oportunidad, antes de hablar de mi compañía actual que es la gran apuesta de mi vida, fue ‘La bella y la bestia’. Para ello yo hice un casting a mi parecer excepcional, pero me eliminaron. Carlos Marín hacía de La Bestia, ellos buscaban un perfil que fuera lo más versátil posible como actor para Monsieur D’Arque, un personaje muy exigido porque tiene una canción que da un si natural, un tema muy complicado con unas diez funciones semanales. Me volvieron a citar y me dijeron que el personaje era mío.
¿Qué recuerdos tienes del Madrid de entonces?
Tuve una segunda etapa en la que inauguramos nada más y nada menos que las naves del Matadero de Madrid. Yo estuve allí cuando aquello no tenía ni puerta. Así que el ilicitano y valenciano Pedro Pomares inauguró como protagonista principal ‘Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny’ con unos 76 músicos en directo y el gran Constantino Romero, con quien también he trabajado muchísimo.
Interpretar en un mismo día en ‘La Bella y la Bestia’ al personaje de Lumiere y luego en otra función a Din Don, necesita de un entrenamiento y unas capacidades bastante especiales. Además esos personajes son antagonistas, es decir que cambias totalmente el registro de una función a otra.
«Nunca pensamos estar como ahora en las principales capitales y compitiendo con los grandes»
Y llegamos a tu etapa actual en la que montas tu propia compañía.
Hablamos de crear una compañía del estilo Out Broadway. Entonces Carlos Marín se dedicaba más a la zarzuela y luego llegó lo de ‘El Divo’. Así que en 1998 creamos la Compañía de Teatro Musical de España (CTME).
Nunca pensamos estar como ahora en las grandísimas capitales y compitiendo con los grandes, algo que nos pone muy orgullosos. Estamos en la Champions, como aquel lo dice, y tenemos el presupuesto del Elche. Conseguimos ganar partidos en casa del Real Madrid, y es algo que digo con orgullo y sin ninguna modestia.
Ahora es Champions, pero imagino que los inicios fueron complicados…
Efectivamente los comienzos fueron complicados, porque nosotros montamos una compañía de teatro musical sin conocer los intereses y los diferentes circuitos. Sabíamos que los grandes espacios escénicos, los ayuntamientos y las fiestas están en manos de unos pocos que mueven mucho. A algunos sí les importa la calidad de lo que les puedas ofrecer, pero a otros no les importa nada.
Por ejemplo, hace poco se nos ha hecho una gran oferta de trabajo, pero nos dijeron que querían un cartel y vender entradas. Es decir, que les daba igual si grabábamos en playback las canciones, y si son bailarines o figurantes.
¿Cuál fue el primer gran éxito de estos nuevos tiempos ya como empresario?
Montamos un musical de ópera infantil llamado ‘La ópera mola’ en el que trabajábamos muchísimo. La presentamos a los circuitos y recuerdo que cuando lo veían se partían de la risa ante la idea de un musical de ópera infantil, y pasaban olímpicamente de nosotros. Al final ‘La ópera mola’ fue un pelotazo.
Te hablo de cachés importantes y funcionó tan bien porque en aquella época existían los circuitos de público familiar y los ciclos en los colegios.
¿Esa época fue realmente tan fantástica?
Sí, porque estaban las campañas familiares. Ahora simplemente te ceden el espacio, pero no te dan ninguna facilidad más y te dicen que como máximo puedes cobrar tres euros. Si haces los cálculos de toda la gente a la que tienes que dar de alta, es imposible.
«’La ópera mola’ es un musical infantil que fue un pelotazo»
¿Cómo realizáis en vuestra compañía estos musicales que están inspirados en algo, pero que no son una copia?
Por una parte están los musicales originales del todo. Por ejemplo en el caso de ‘Kimba’ yo quería huir del musical de ‘El Rey León’ de Madrid, que otras compañías lo copian. Hemos hecho una nueva producción que nos ha costado un dineral, por ejemplo las máscaras nos las han creado para nosotros… y es un pedazo de espectáculo con el que hemos llenado teatros importantes como Campos Eliseos de Bilbo, el Gayarre de Pamplona y otros espacios escénicos.
Mucha gente me decía que le habíamos puesto Kimba porque no podíamos ponerle Simba. Por eso digo que hay que aunar el entretenimiento con la cultura. En realidad ‘simba’ significa león en suajili, así que ese término lo puede usar cualquiera. Además nosotros tenemos el logo del león blanco registrado como una marca nuestra. Igual que ‘El Rey León’ se inspiró en Hamlet, nuestro musical se inspiró en el Rey David y se hizo un guion.
Uno de vuestros grandes éxitos está siendo ‘Coco’
‘Coco’ está inspirado en la película, pero no están todos los personajes. Hay algunos que son una recreación inspirada. Fue muy atrevido hacer esta adaptación.
En Alicante están saliendo compañías que, con menos producción y menos esfuerzo al no tener que crearlo, copian. ¿Qué sentimiento te producen estos plagios de lo que vosotros hacéis?
En efecto son plagios de lo que hacemos nosotros, o también de las películas de Disney e incluso de otros musicales. Ahora mismo en Madrid se están realizando plagios exactos de musicales de Disney, y no pasa nada. La sensación sobre todo es de impotencia y rabia.
Eso sí, al final este coraje se me pasa cuando vamos al Cartuja Center en Sevilla y llenamos.
Lo cierto es que estáis llenando grandes teatros…
En La Cartuja fueron 2.000 espectadores, que en realidad tenemos que contar 4.000 pues hicimos dos funciones. E incluso teniendo a otro ‘Coco’ contraprogramándonos en el Teatro Los Remedios de Sevilla, porque ahora los ‘cocos’ han salido como las setas.
En realidad a mí me da igual los espectadores que meta el otro ‘Coco’, pero lo que me fastidia es que confundan a la gente. Porque luego resulta que nos escriben a nuestra web diciendo que no les ha gustado o que no era lo que creían. Y en realidad han sido los otros.
«Mi compañía actual (CTME) es la gran apuesta de mi vida»
¿Cuánta gente trabaja en la compañía?
La compañía ha llegado a actuar hasta en cuatro sitios a la vez. Es una locura. De hecho no tenemos infraestructura para eso, pero lo hacemos para que la gente trabaje.
Hay algunos que tienen otros trabajos, aunque los de ‘Coco’ tienen una dedicación exclusiva. Ahora mismo somos 43 personas.
‘Chicago Life’ es ya un icono de nuestras presentaciones de AQUÍ Medios. Siempre abre y cierra la gala.
Así es. Algunos promotores y concejales nos dicen “es que yo he tenido un Chicago”. Y yo les respondo: “No, tú has tenido una copia de ‘Chicago’ que además es ilegal”.
Nosotros nos lo curramos para no copiar. Porque si se llamara ‘Alicante Life’, ‘Madrid Life’ o ‘Valladolid Life’ no iba a nadie a verlo. Chicago nos da mucho juego por lo que implica culturalmente, y son las mejores canciones de ‘La la land’, ‘Chicago’, ‘Cabaret’ y ‘Burlesque’. No es una copia y pega. Además a nivel de vestuario, caracterización y todo nos lo curramos mucho.