El anuncio llegaba en febrero de este mismo año. El Ayuntamiento informaba de la construcción de un nuevo colegio a ubicar en la partida-urbanización de l’Almaixada. Según el concejal de Educación, Rafael García, las otras escuelas atienden ya a unos 1.600 alumnos, por lo que se trata de aumentar la calidad docente en primaria disminuyendo la presión numérica por aula.
En la actualidad Mutxamel ya dispone para este segmento educativo, con el CP o colegio público Manuel Antón, en la calle Lazarillo de Tormes, también entre urbanizaciones, y los CEIP (centros de educación infantil y primaria) Arbre Blanc, junto a la calle Braçal de Murteretes y d’Aigües, y El Salvador, contiguo al Manuel Antón. Fue precisamente El Salvador el que, desde otra ubicación, lo inició todo.
Los grupos atienden a unos 1.600 alumnos de primaria
La escuela del ensanche
La edificación del Grupo Escolar El Salvador es hija del ensanche de 1982, con la segunda avenida mutxamelera, la ‘Rambla’, diseñada a cuadrícula hacia las huertas del Este.
La avenida de Carlos Soler permitió recolocar Ayuntamiento y cuartel de la Guardia Civil. Y abrir en 1932 el complejo educativo, un año después de finalizarse las obras y al principio sin mobiliario, como señala Antonio Yebes Rodrigo en ‘Grupo Escolar El Salvador. Epicentro de la historia escolar de Mutxamel’.
Pero el libro de Yebes Rodrigo, editado por el Ayuntamiento, nos dice mucho más, en texto e ilustraciones. Como al hablarnos de la existencia de dos previas unidades escolares (para niños y para niñas), o de que el constructor de la nueva escuela casi no cobra porque “los técnicos” del Ayuntamiento “consideraron que el tejado tenía deficiencias”.
Una famélica profesión
También nos enteramos de que en el curso 1943-44 hubo que contar con dos maestros por aula, uno para analfabetos y otro “para los que ya sabían leer y escribir, ya que el Ayuntamiento tenía instalada la luz eléctrica en una sola aula del Grupo Escolar”. Porque tras la Guerra Civil, cuando El Salvador poco a poco va convirtiéndose en parte del alma mutxamelera, las dificultades no merman.
“Passes més fam que un mestre d’escola”, se ha dicho siempre en el campo. Pero este posible hambre habrá que matizarla. El profesorado, tras la contienda, fue purgado. Y sustituido. Llegó brazo en alto, religiosos aparte, nuevo personal docente, y había de todo: personas hoy añoradas que cumplían con su vocación más allá de un sueldo exiguo que a veces se retrasaba, pero también convencidos políticos a los que se le había concedido esa sinecura con trampa.
Hubo dos previas unidades escolares, para niños y para niñas
Curiosos profesores
El segundo apartado trajo algún tipo siniestro. Como uno, que nadie quiere recordar, que golpeaba a quien hablara en valenciano, en una chavalería que se pasaba viviendo la huerta, el ‘camp’.
Afortunadamente, en este caso, abundaba en l’Alacantí quien simplemente estaba ahí porque había que trabajar. Buena gente en su mayoría, pero: uno de ellos se retiró a su terrenito, y hasta hace unas décadas antes de la pandemia tenía un cartel a la entrada que decía: “Ai avas”.
El Salvador tuvo suerte ya entonces: concitó mucho profesorado con la mejor aptitud desde la pizarra, a decir de un alumnado que, el resistente, peina canas, aunque cada vez menos. Y comenzaron a llegar con mayor regularidad los sueldos, que eso también alimenta la vocación.
Para 1940, un maestro cobraba del Ministerio de Educación y Ciencia, oficialmente, tres mil pesetas (18’03 euros, que sabe a poco incluso en la época), 7.200 en 1950 (43’27) y 16.920 en 1960 (101’69).
Las bases docentes
Las bases educativas que forjaron al alumnado eran las mismas que en cualquier punto de España: escuela de lunes a sábado, mañana y tarde, y se canta ‘Cara al Sol’ al empezar. La ley de 1945 de “caracteres y organización de la escuela española” pide enseñanza obligada y gratuita pero con separación de sexos, así como la “formación de una juventud fuerte, sana y disciplinada”, con la “lengua española” como “vínculo fundamental de la Comunidad Hispánica”.
No faltaba tampoco el requerimiento de un “espíritu nacional fuerte y unido, alegría y orgullo de la Patria”. Las “escuelas nacionales” se dividieron en “maternales y de párvulos. Primarias elementales, unitarias, graduadas y grupos selectivos. Preparatorias y de iniciación profesional (orientación agrícola y marítima). Públicas nacionales, de la Iglesia, de patronato y privadas”.
En 2005 presentaba sus actuales dependencias
Nuevas instalaciones
El Grupo Escolar El Salvador, el edificio, echaba la persiana definitivamente para dar paso en julio de 2020 a la un tanto eternizada construcción del nuevo Mercado Municipal. 1.113.109 euros para cambiar mapamundis y telurios (no el elemento químico, sino el aparato que permite mostrar el movimiento de los planetas) por alimentos, que también es importante. De momento, en ello siguen, en lo de la transformación.
Previamente habían comenzado a funcionar el Manuel Antón, para el curso 1977-78, y el Arbre Blanc, en 1980-81. En 2005, la escuela El Salvador presentaba sus actuales dependencias. En las antiguas, dejaba toda una historia que hoy se añora en las casas. Como que nació de un ensanche urbano.