Entrevista > Josefa Carreño Rodríguez / Concejala de Bienestar Social (Bogarra, 9-septiembre-1961)
La aportación positiva de las nuevas tecnologías, encabezada por Internet y los smartphones, a nuestras vidas es indudable. Una comunicación total entre las personas que han facilitado muchas cuestiones y que han parecido más que imprescindibles en tiempos de pandemia. Pero, como casi todo, tiene también su parte más oscura, como son las adicciones que producen, especialmente entre los más jóvenes.
Prevención
Con el objetivo de minimizar los riesgos derivados de las conocidas como Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y otros adicciones más tradicionales, trabaja en Alfafar la Unidad de Prevención Comunitaria en Conductas Adictivas (UPCCA), que a diario fomenta, a través de la información y la formación, la prevención para que cada vez menos jóvenes caigan en las distintas adicciones que les acechan.
Fina Carreño, como concejala de Bienestar Social, está al frente del proyecto, con la satisfacción de que este se encuentra cada vez más asentado en Alfafar.
¿En qué situación considera que se encuentra Alfafar en cuanto a adicciones se refiere?
En general se detecta que se crean grupos y sabes que consumen, una cosa u otra. Dentro del colegio, en las encuestas, los niños te dicen que han consumido alguna sustancia, sobretodo tabaco, alcohol y cannabis. En la última encuesta un 70 por ciento declaró que habían probado alguna.
Sólo que caiga uno es alarmante, pero también es satisfactorio que muchísimos chavales lo dejan. Lo importante es que tengan la información; la información es poder, si te informas de las consecuencias y qué va a significar durante el resto de tu vida, estás formado y piensas por ti mismo, esa es la idea.
«Ahora sabemos que las tecnologías son adictivas y se actúa en los colegios»
Una de las adicciones más comunes entre los jóvenes actuales son aquellas vinculadas a las TIC, como son los teléfonos móviles, los videojuegos en línea… ¿Cómo se puede combatir la expansión de este mal?
Este año hemos hecho el programa de prevención en emociones y TIC’s, que se trabaja con bachillerato y tercer y cuarto de la ESO. Ahora sabemos que las tecnologías son adictivas y se actúa en los colegios, siempre bajo la supervisión de la técnica de la UPCCA.
¿Ha empeorado la situación durante la pandemia?
Han estado en casa y las nuevas tecnologías se usaban para todo, por ejemplo para las clases del colegio. Nos hemos dado cuenta de que sí, se han acostumbrado a estar solos, los juegos en línea, y aunque tengan enfrente a los amigos a veces están wasapeando.
La idea es socializar con las nuevas tecnologías, pero tratamos de explicar que lo que pueden es aislarse a través de esas nuevas tecnologías. Se les enseña esto, sobre todo, a partir de los doce años.
¿Realmente es esto posible? Es decir, ¿acaban muchos aislados por estar enganchados a la tecnología?
Sí, y eso se trabaja. Se explica desde el punto de vista que ellos lo entiendan como algo que pueden hacer positivamente, que no se deben aislar y hacer un uso negativo. Igual que están con el teléfono móvil o incluso la televisión. La tecnología, incluso no tan nueva como la televisión, a veces generan estas situaciones.
A veces los niños están solos en casa, porque los padres trabajan, y ahora hemos hecho un programa de conciliación por las mañanas y las tardes para que los niños no estén tanto solos gracias a que tengan alguna actividad y así socializar con sus propios amigos.
«En fiestas tratamos de que los jóvenes puedan divertirse de forma sana»
¿Cómo es ese trabajo de prevención?
Se trata de un programa de prevención universal prácticamente. La técnica les da ejemplos de cómo se puede hacer un buen uso de las tecnologías y les explica el mal uso, el aislamiento y que ellos deben elegir, una cosa u otra. Nunca se les dice que esto es malo o no pueden hacerlo, se les trata de encaminar por el camino que se cree correcto.
Pasa igual con el consumo. Se les dice, ‘tú consumes, pero tiene estas consecuencias’. También se aplica en las NNTT, el juego… todo puede ser divertido y productivo siempre que se trate con buenas prácticas, que entiendan que es un entretenimiento y no es tu vida la que está ahí.
El alcohol o el tabaco son otras adicciones comunes entre los más jóvenes. Desde la UPCCA se promueven actividades innovadoras, como por ejemplo fomentar las fiestas saludables.
Se hacen mojitos sin alcohol, smooties, cócteles de sandía o plátano… Todo esto se hace en las fiestas donde supuestamente habría alcohol, como en una discomóvil. Tratamos que puedan divertirse de forma sana, por eso se montan espacios donde puedan hacerse su propia bebida, tienen sus ingredientes… siempre no alcohólicas.
A partir de ahí se explica que se lo pueden pasar bien sin alcohol y que, si beben alcohol, deben tener en cuenta hasta donde pueden. Es bastante divertido, se lo pasan muy bien y tiene muy buena aceptación.
«Se explica la tecnología para que ellos lo entiendan como algo que pueden hacer positivamente»
¿Qué mensaje mandaría a quien pudiera verse en la situación de haber generado una adicción, sea de la edad que sea?
Tenemos un servicio que cualquier ciudadano puede venir y utilizarlo. Que tengan claro que salida hay y se pueden dejar las adicciones, de cualquier tipo.