¿Descalzos, con zapatillas de esparto, con botas de goma? Pero pisando sin que se rompan las pepitas, parte del hollejo de la uva (también el raspón, la estructura leñosa en la que se engarzan los granos). Son astringentes, amargas. Lo suyo es que maceren con el mosto para aportar taninos, cuando así se desee. O su color. Y mejor a la antigua usanza, como en las fiestas de septiembre-octubre en Cheste.
Las celebraciones en honor al santo de origen turco Lucas, el dieciocho de octubre, quien fallecía en el año 84 y fue uno de los cuatro evangelistas (junto a Juan, Marcos y Mateo) y hoy es patrón de artistas, carniceros, cirujanos, estudiantes, médicos (se supone que fue su profesión) y solteros, se integraban a partir de 1973 con la Fiesta de la Vendimia de Cheste, que no se oficializó hasta 1974.
Patrón de médicos y artistas
Esto de que sea patrón de los cirujanos tiene su enjundia, porque no era muy amigo de aquellos facultativos, que ejercían con muy pocos recursos. En la Universidad de València, como en la de Granada, lo tienen aún como patrono de la Facultad de Medicina. Y dado que el Evangelista fue también pintor (y hasta escritor o historiador), apadrina artesanos.
La fiesta marina en el caldo de la historia desde el siglo quinto. La leyenda, por cierto, asegura que Jaume I (1208-1276) entró por vez primera a la villa justo el día de San Lucas. La iglesia parroquial que le dedican se cocía en el siglo dieciocho, en estilos barroco y rococó, y ya en 1881 hay una petición para que se permitan “corridas de vaquillas” por las calles chestanas.
Los festejos no se oficializaron hasta 1974
Los ciclos de la vid
¿Y en cuanto a la Feria de la Vendimia en Cheste? Queda marcada por el ciclo anual del cultivo de la vid, que los expertos resumen en siete pasos: brotación, foliación, floración, fecundación (y fructificación), envero, maduración y vendimia (seguida de parada). El primero se da al comienzo de la primavera, generalmente por marzo, con brotes verdes que anuncian el reinicio de todo.
Seguirá la foliación, por abril y mayo, con las primeras hojas. Época que determinará el sabor de uvas y vino, al formarse entonces los azúcares y ácidos. La floración, de mayo a junio, llena las vides de brotes que serán racimos. Llegamos a junio-julio, tiempo de fecundación, con los primeros frutos, aún verdes y ácidos. Sigue el envero (literalmente, el color que toman las uvas y otras frutas cuando empiezan a madurar), por agosto.
Su cooperativa agraria es una de las más veteranas de España
La veterana cooperativa
La maduración total vendrá entre aquel mes y octubre, cuando comience la vendimia. Las cepas se sumen después en un aletargado descanso, la parada: callarán hasta que en marzo se reactive la rueda de la vida para estos frutos. En Cheste, municipio situado en plena Foia de Bunyol-Xiva y que anotó 8.871 habitantes en el censo de 2021, la producción vitivinícola se ha convertido en uno de sus activos económicos principales.
El contar con una de las cooperativas productoras más veteranas de la Comunitat Valenciana, e incluso de España, Cheste Agraria, fundada en 1918, promovió la institucionalización de unos festejos que arrancaban los días dieciséis, diecinueve y veinte de octubre de 1968, entonces no de manera oficial. El impulso procedía de las fiestas de marzo, en honor a la Virgen de la Soledad.
La iniciativa surge desde la Falla Barrio Industria y Comercio
Hija del Desarrollismo
La iniciativa surge desde la Falla Barrio Industria y Comercio. Curiosamente, según programa, sí participaba el Ayuntamiento, además de las bodegas chestanas. La celebración se presentaba así en sociedad como hija un tanto tardía del Desarrollismo, plan puesto en marcha en 1959 para alentar una clase media con gran turismo interior. Se creaban así las infraestructuras necesarias para atraer el turismo exterior.
Esto tenía el peligro, en el que muchas veces se cayó: convertir España en un parque temático a ojos turísticos. Pero Cheste supo aprovechar el empuje. Ya había fallas, con la Industria y Comercio plantando por vez primera en 1946, por ejemplo, pero el municipio ha ido sumando poco a poco atractivos, como el mediático del circuito de motociclismo, inaugurado el diecinueve de septiembre en homenaje al piloto valenciano Ricardo Tormo (1952-1998).
Atractivos para unas fiestas
En estos tiempos, donde el estrujado de la uva se ha mecanizado, esta labor puede verse en plenas celebraciones, mientras se escuchan por las calles esa mezcla de castellano, valenciano y palabras autóctonas llamada chestano. La ‘Pisá de la uva’ es uno de los muchos actos de unos festejos que arrancaron ya a finales del mes pasado. Y aparte de la vendimia, actos para mayores y chavalería, o danzas en homenaje a la pisada de la uva.
Hasta el mínimo acto ha ido convirtiéndose en un homenaje al lagar. Por ejemplo, entre el doce y el dieciséis, pasacalles de las chicas y chicos de la Vendimia, donde el paseo se transformó en un espectáculo con sombrillas y mantones, entre calles textilmente decoradas. Cheste, entonces, viste de gala los ciclos de la vida.