Este 2022 está siendo un año histórico en muchos aspectos, y quizás uno de los más sentidos para nuestra tierra es que ha sido el de la recuperación de las fiestas de Moros y Cristianos. Prácticamente todos los municipios de la provincia de Alicante han podido volver a celebrar estos desfiles que tanto llenan de música y color nuestras calles.
Por ello desde AQUÍ Medios de Comunicación consideramos que es el momento indicado para acometer un recorrido histórico por algunos de los lugares que celebran estos festejos. ¿De dónde viene esta sentida tradición que une a tantos pueblos y barrios de nuestra zona?
La aparición de San Jorge
Para hallar el origen de todo debemos viajar hasta la Edad Media, concretamente a Alcoy un 23 de abril de 1276. Por aquel entonces los cristianos comandados por Jaime I ya habían reconquistado la ciudad dos décadas atrás, pero un caudillo musulmán llamado Al-Azraq trató de ocuparla. Según la leyenda, el mismo San Jorge (o Sant Jordi) cobró vida y bajó desde el cielo hasta las murallas alcoyanas para defender exitosamente la plaza y asegurarla bajo dominio cristiano.
Para honrar esta efeméride los alcoyanos edificaron una capilla homenaje a su querido salvador y cada abril le dedicaban honores. Aunque durante los primeros años las celebraciones se limitaban a actos puramente religiosos.
Ya a principios del siglo XVI hay algunas referencias a que se realizaban simulaciones de combates con pólvora y música, pero originariamente habrían sido por la festividad de San Pedro (el 26 de junio). No fue hasta 1552 que las autoridades municipales permitieron también las primeras celebraciones no puramente religiosas por San Jorge organizándose un concurso de arcabucería, el origen del Alardo. A finales del siglo XVII ya consta la existencia de una compañía cristiana y otra mora.
En octubre se celebran las fiestas de Crevillent y Callosa d’Ensarrià
Consolidación en Alcoy
A raíz de la Guerra de Sucesión las todavía muy primitivas Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy sufrieron un parón de varias décadas, ya que el nuevo gobierno de Felipe V de Borbón restringió las celebraciones en aquellas poblaciones cuyas autoridades habían apoyado al bando perdedor del Archiduque Carlos de Austria.
Sin embargo en 1741 la festividad volvió a ser autorizada y regresó con más fuerza que nunca. Para ese año se autorizó a que las compañías mora y cristiana pudieran dar un paseo por el municipio dando origen a las entradas, y también se instaló un castillo artificial donde se centraba la simulada batalla. Solo dos años más tarde se incorporó la aparición del Santo sobre las almenas de la fortaleza.
En 1839 las fiestas habían adquirido ya semejante dimensión que se hizo necesario crear un organismo propio para su organización, naciendo así la Asociación de San Jorge. Desde entonces solo la Guerra Civil y la covid han impedido su celebración por cada mes de abril.
Banyeres de Mariola
El ejemplo de Alcoy, toda esta gran fiesta que los alcoyanos organizaron en torno a una batalla militar quizás más mitológica que histórica, fue cundiendo a lo largo de los años en otras poblaciones.
Probablemente la segunda localidad que se sumó a esta nueva moda fue Banyeres, cuyos vecinos también aprovecharon el levantamiento de las prohibiciones de festejos que había establecido Felipe V para celebrar desfiles de Moros y Cristianos en honor a San Jorge.
Cabe señalar que este santo es muy popular para venerar triunfos militares, pues se trató de un soldado romano que murió defendiendo la fe cristiana en Turquía. Algunas leyendas apuntan incluso que venció a un dragón en un aguerrido combate salvando a una princesa de ser devorada por la bestia.
La primera constancia de las fiestas de Banyeres data de 1747. Sin embargo a partir de septiembre de 1780 adquirieron un significado especial, cuando el sacerdote Juan Bautista Domenech llevó hasta aquí una reliquia de San Jorge procedente de Roma. Por ello en esta localidad celebran dos fiestas anuales de moros y cristianos, una en abril por San Jorge y otra en septiembre por la reliquia. Y por si no fuera suficiente, aquí la veneración del Santo es tal que incluso se escenifica la famosa historia del dragón y la princesa, cada tres años en julio.
La batalla original en la que se inspiró esta tradición festera se libró en Alcoy en 1276
Cocentaina
Sin embargo en Cocentaina optaron por salirse del patrón San Jorge. Ello fue a raíz de una terrible epidemia de la peste en 1600 que llevó a los contestanos a sentir la necesidad de elegir un protector espiritual para que les salvaguardara del virus. Se celebró un sorteo con tres nombres de santos cristianos, y el azar quiso que el elegido fuera San Hipólito.
Su santoral es el 13 de agosto, y fue precisamente durante la Guerra de Sucesión cuando a algunos soldados acuartelados en el pueblo les vino la idea de organizar desfiles militares en honor al patrón para subir la moral de los vecinos.
En 1750 ya hay constancia de la existencia de una comparsa cristiana y otra turca que desfilaban durante el día de San Hipólito. No deja de ser irónico que la misma guerra que casi hizo desaparecer la fiesta de Alcoy, sea su origen en la cercana Cocentaina.
Villajoyosa
Por su parte en Villajoyosa honran a Santa Marta, quien supuestamente ayudó a los vileros en julio de 1538 a evitar que los piratas berberiscos desembarcaran en su villa marinera.
En realidad fue una riada la que provocó que los barcos enemigos se encallaran, haciendo imposible maniobrar hacia la tierra y convirtiéndoles en un blanco fácil de los cañones ubicados en las murallas, pero según la tradición cristiana fue la citada virgen quien contribuyó decisivamente a esta providencial lluvia con sus propias lágrimas.
Los Moros y Cristianos de Villajoyosa se celebran desde 1753 y tienen la particularidad de que recrean una batalla naval y no terrestre, por lo que se escenifica un desembarco en la playa. El día central es el 29 de julio, festividad de Santa Marta.
Villajoyosa recrea una batalla naval entre cristianos y piratas berberiscos
Petrer
El año pasado celebraron en Petrer el segundo centenario oficial de sus moros y cristianos. Fue en mayo de 1821 cuando se juntaron 91 festeros petrerís para constituir la Hermandad de San Bonifacio, quien había sido adoptado como patrón de la localidad en el siglo XVII.
Si bien los desfiles ya se venían celebrando desde algunos años atrás, a partir de ese momento se redacta un reglamento oficial que sirvió de base para crear la fiesta tal y como la conocemos hoy.
Villena
Como los contestanos, en Villena buscaron a un protector contra la peste y encontraron a la Virgen de las Virtudes. Los villeneros realizaban romerías en septiembre en honor a su patrona desde siglos atrás, y habitualmente eran acompañados de soldados que disparaban sus arcabuces. De estas milicias nacieron a principios del siglo XIX dos comparsas de moros y cristianos.
Hacia el año 1830 surgió la tradición de traer una esfinge de Mahoma desde Biar para colocarla en el castillo de embajadas, la cual luego era retirada cuando los cristianos se imponían en la batalla. Tras ello el embajador moro es convertido al cristianismo en una representación pública.
Las fiestas de Petrer cumplieron recientemente su segundo centenario
Mutxamel
En Mutxamel también honran a su patrona la Virgen de Loreto, pero en este caso no porque les ayudara a ganar una batalla sino porque según la tradición salvó al pueblo de sufrir una terrible inundación en 1597.
Sería a partir de 1843 cuando en la localidad se comenzaron a organizar desfiles de moros y cristianos en honor a su patrona, pero no por su santoral oficial (el 10 de diciembre) sino por el día de las Vírgenes Aparecidas (el 8 de septiembre).
Callosa d’en Sarrià
En esta segunda semana de octubre Callosa d’en Sarrià recuperará al fin sus primeras fiestas después de la pandemia. Están dedicadas a la Virgen del Remedio, más conocida como la Mare de Déu de les Injúries. Su origen data de 1860.
Quizás lo más característico de esta localidad sean los Balls, una curiosa tradición de origen puramente callosino por la cual tanto moros como cristianos se juntan para danzar bailes como vals, jotas o pasodobles.
En Crevillent no hay un bando ganador pues se firma un armisticio de paz
Elda
Los Moros y Cristianos de Elda también datan del siglo XIX. Fue hacia 1838 cuando la antigua tradición de disparar cañones militares por San Antón (el 17 de enero) evolucionó hacia la organización de batallas y desfiles. Sin embargo estas fiestas no acabaron de consolidarse y desaparecerían algunos años después.
No fue hasta 1945, en plena Posguerra, cuando los eldenses acabarían recuperando sus perdidos festejos. Actualmente se celebran a principios de junio, si bien durante el día de San Antón se realizan varios actos relacionados con los moros y cristianos en la ciudad así como muchos festeros acuden a visitarlo a su ermita.
Crevillent
Cuando Felipe III ordenó la expulsión de todos los moriscos fuera de la Península Ibérica en 1609, Crevillent fue uno de los municipios más afectados. La localidad perdió nada menos que a un tercio de su población. Según la tradición los expulsados pensaban resistirse y plantear batalla antes de abandonar sus casas, pero San Francisco de Asís se apareció para convencerles de que se marcharan pacíficamente.
Los desfiles de moros y cristianos, sin embargo, se desarrollaron como una tradición asimilada a la Semana Santa. Hasta que en 1965 se refundaron como parte de las fiestas patronales celebradas por el día de San Francisco (4 de octubre). Quizás la mayor particularidad de estas fiestas es que aquí no hay vencedores ni vencidos, sino que ambos bandos firman un armisticio al final de la batalla. Cuatro siglos después, la diplomacia se sigue imponiendo en Crevillent.
Mutxamel honra a la Virgen de Loreto por salvar al pueblo de una inundación
Orihuela
Las fiestas de Orihuela oficialmente tienen apenas 48 años, pero en realidad son fruto de un origen tan histórico que poco tienen que envidiar a Alcoy. El germen fue la reconquista cristiana de la ciudad producida en 1296 a manos del rey aragonés Jaime II. Desde entonces cada 17 de julio la bandera de la ciudad, conocida como La Gloriosa Enseña del Oriol, es paseada por las calles como homenaje a esta victoria cristiana.
Con el paso de los años este señalado día fue complementándose con otros festejos populares y, al menos desde 1579, ya hay constancia de simulacros de batallas entre moros y cristianos. Sin embargo a partir de 1609, coincidiendo con la expulsión de los moriscos, dejaron de realizarse estas recreaciones. No sería hasta 1974, después de tres siglos de parón, que un grupo de vecinos quisieron recuperar la perdida tradición de moros y cristianos para conmemorar el Día de la Reconquista.
San Vicente y Elche
Los desfiles de Elche nacieron entorno a al Misteri como un complemento de esta medieval tradición por la que se venera a la Virgen de la Asunción en agosto. Si bien existen referencias de festejos relacionados con los moros y cristianos ya desde el siglo XVIII, éstos fueron muy intermitentes hasta que se fundara la Asociación Festera en 1977.
En San Vicente viven sus moros y cristianos en honor a su patrón San Vicente Ferrer, quien visitó la localidad en el siglo XV. Desde entonces se celebran fiestas por su santo (25 de abril), aunque no fue hasta 1975 cuando por primera vez desfilaron tres filadas de moros.
Todas estas fiestas mencionadas han sido declaradas oficialmente como de interés turístico autonómico, nacional e incluso internacional. Nos dejamos en el tintero, por falta de espacio, algunas que también cuentan con dicho honor como las de Denia, Novelda, Muro, Ibi, Guardamar, Calpe o Beneixama. Desde luego no queda ninguna duda de que nuestra provincia rebosa pólvora, música y pasión festera por todos los costados.
Calendario
Municipio Fecha Interés turístico
Alcoy Abril Internacional
San Vicente Abril Autonómico
Banyeres Abril/septiembre Nacional
Petrer Mayo Nacional*
Elda Junio Nacional
Orihuela Julio Nacional
Villajoyosa Julio Internacional
Cocentaina Agosto Nacional*
Elche Agosto Autonómico
Villena Septiembre Nacional
Mutxamel Septiembre Autonómico
Crevillent Septiembre-octubre Internacional
Callosa d’en Sarrià Octubre Nacional*
*Estas fiestas tienen la declaración de ‘Interés turístico’, la cual ya no existe desde 2006. Normalmente se considera un escalón superior a la de ‘interés autonómico’