En el año en que The Ocean Race celebra su 50 aniversario, una flota formada por los mejores regatistas del mundo se ha embarcado en lo que se considera la prueba por equipos más dura del mundo del deporte.
Cinco veleros de la clase IMOCA, barcos voladores de carreras de alta tecnología, zarparon rodeados de un enorme gentío en las aguas situadas junto al Ocean Live Park en el puerto de Alicante justo después de las 16:00 hora local.
Dos horas antes, una flota de seis monotipos VO65 había partido en la primera etapa de The Ocean Race VO65 Sprint, que se celebrará en las tres etapas europeas de la regata.
Mientras ambas flotas navegan hacia Cabo Verde, a unas 1.900 millas náuticas de distancia, los IMOCA continuarán su vuelta al mundo, mientras que los VO65 se detendrán en Cabo Verde, antes de reunirse de nuevo con la flota de IMOCA en Europa en la primavera para las dos etapas finales de la regata.
Todos los regatistas fueron despedidos por casi 140.000 aficionados que visitaron el Village este fin de semana para disfrutar de la experiencia de The Ocean Race, que contó con múltiples activaciones relacionados con el galardonado programa de sostenibilidad Racing with Purpose (Navegando con un Propósito), desarrollado en colaboración con el patrocinador fundacional 11th Hour Racing.
El espectáculo del Ocean Live Park el domingo fue histórico: 72.500 asistentes abarrotaron las instalaciones del recinto alicantino, lo que supuso un nuevo récord de asistencia en un día en las cinco ediciones que lleva organizando su salida en Alicante.
La salida de Alicante ofreció un clima espectacular con temperaturas cálidas bajo un cielo soleado y ahora los regatistas tienen por delante unas condiciones muy duras a medida que bajen hacia el estrecho de Gibraltar.
Los IMOCA inician su vuelta al mundo con unas condiciones perfectas
A primera hora de la tarde, las condiciones del viento comenzaron a establecerse en 12-14 nudos para la salida de los cinco IMOCA.
En el agua y cuando sonó el pistoletazo de salida, fue el nuevo Biotherm (FRA) de Paul Meilhat el que marcaría el ritmo volando sobre sus foils. Fue una exhibición impresionante, sobre todo porque la semana pasada fue la primera vez que sus tripulantes navegaron juntos a bordo de un barco que se botó recientemente
Después de unos momentos inestables en el rápido través de la primera baliza, en los que el barco voló por los aires continuamente, quedó claro que, si bien el equipo francés era rápido, aún no estaba correctamente trimado.
Detrás de ellos, pisándoles los talones, el Team Holcim-PRB (SUI) de Kevin Escoffier también volaba de vez en cuando mientras ambos barcos marcaban un ritmo vertiginoso.
El segundo tramo del recorrido costero fue de rumbo abiertos. Los equipos pudieron volver a trimar y reajustar sus veleros antes del siguiente tramo rápido. Segundos después de que el Biotherm montase la tercera baliza, quedó claro que habían realizado algunos cambios esenciales para su buen rendimiento y ampliaron su ventaja sobre el resto de la flota.
Mientras tanto, después de una salida decepcionante, el 11th Hour Racing Team (EE.UU.), patroneado por Charlie Enright, pasó del último puesto al tercero, justificando el favoritismo que le otorgan muchos expertos y aficionados.
Mientras el 11th Hour Racing Team avanzaba hacia la parte delantera de la flota, el Team Malizia (GER) de Boris Herrmann caía posiciones, pero pudo pasar al GUYOT environnement – Team Europe (FRA/GER), patroneado por Benjamin Dutreux después de que el equipo tuviera un problema con su código cero que los obligó a bajar la velocidad mientras solucionaban el problema.
Cuando los líderes pasaban por la última baliza, el Biotherm alcanzaba unos espectaculares 29 nudos de velocidad. Su ventaja ya se había extendido a 500 metros sobre el segundo clasificado, el Holcim-PRB, pese a que solo llevaban 40 minutos de navegación.
Antes de la salida, el patrón Meilhat había explicado que tanto él como su tripulación se sentirían muy cómodos navegando el barco en modo manual si fuera necesario. Ahora, después de haber realizado una demostración vertiginosa en el recorrido costero con el timón en la mano, quedó muy claro que llevaba toda la razón.
Otros habían explicado la importancia de ser precavidos. Pero si el recorrido costero había revelado algo, fue que las velocidades de los barcos, que excedían regularmente los 30 nudos, ilustraron lo que significa el nuevo mundo de la clase IMOCA con tripulación completa y que promete grandes velocidades en esta etapa de 3.500 kilómetros hasta Cabo Verde