El servicio de Oncología Radioterápica del Hospital General de València ha incluido en su cartera de servicio el tratamiento con irradiación superficial corporal total con electrones, una técnica que por primera vez se incorpora en la red pública de la Comunitat Valenciana.
La irradiación cutánea total con electrones es uno de los tratamientos utilizados en radioterapia en el que se irradia la piel del cuerpo completo de cada paciente con una dosis uniforme.
Con esta técnica se pueden tratar patologías como la micosis fungoide, que es una enfermedad por las que los linfocitos (tipo de glóbulos blancos) se vuelven malignos (cancerosos) y afectan la piel.
Tal y como explica Carmen García Mora, jefa servicio de Oncología Radioterápica, “estos pacientes presentan alteraciones relacionadas con la proliferación de linfocitos T, en las que predominan las manifestaciones cutáneas. En su evolución, aparece afectación extracutánea en ganglios linfáticos, bazo, hígado, pulmón y médula ósea”.
En la fase cutánea de la enfermedad, el tratamiento se establece en base a terapias que incidan sobre la piel. El objetivo fundamental de este tratamiento es conseguir la irradiación muy precisa y homogénea de la superficie de la piel de todo el cuerpo.
“Se basa en la utilización de electrones de baja energía para irradiar solo la superficie sin que penetre en profundidad. De este modo, alcanzamos una dosis máxima en piel y se evita la irradiación de los otros órganos. Así se disminuye la probabilidad de aparición de efectos secundarios y se mantiene la efectividad de la terapia”, añade García Mora.
La técnica está indicada con carácter curativo en los estadios más iniciales de la enfermedad y también se prescribe como tratamiento paliativo en los estadios más avanzados.
Según Amparo González Sanchis, facultativa especialista del servicio, “los resultados publicados han sido buenos, con toxicidad sistémica mínima y en los estadios iniciales (T1-T2) evita la necesidad de tratamiento de mantenimiento, como ocurre con las otras terapias”.
Aunque su principal indicación es para la micosis fungoide –que en España afecta una media anual de 0,4 y 0,6 por cada 100.000 habitantes–, también se utiliza para el tratamiento de sarcomas de Kaposi extensos o algunos linfomas cutáneos de células B.
Trabajo en equipo
Para la realización del tratamiento de irradiación cutánea total con electrones es necesario el trabajo conjunto del servicio de Oncología Radioterápica y el servicio de Radiofísica y Protección Radiológica, ya que es una técnica de gran complejidad para su implantación y desarrollo, que requiere de una formación específica de todo el equipo de profesionales que participan en la misma.
También hay que destacar la implicación y colaboración de otros servicios que han posibilitado el inicio de este tipo de tratamiento, como son los servicios de Dermatología, Hematología y Oncología Médica, para la derivación y atención compartida de pacientes, así como el servicio de Oftalmología, para la colocación de los protectores oculares durante el tratamiento radioterápico, y del servicio de Ingeniería, Obras y Mantenimiento (SIOM).