Petrer organiza, del 8 al 22 de julio, una cita que es necesario marcar en rojo en el calendario cultural de nuestra comunidad. El Festival Internacional de Guitarra José Tomás-Villa de Petrer volverá a pisar los escenarios de la localidad del Medio Vinalopó para deleitarnos con las propuestas guitarrísticas de destacados artistas, en un derroche de música, exposiciones, concursos y charlas a cargo de prestigiosos especialistas.
El veterano certamen, que este año alcanza su 26ª edición, se ha hecho un hueco en la agenda de las grandes citas culturales nacionales e internacional, gracias a la llegada de músicos procedentes de todos los rincones de España y de puntos tan distantes como Argentina, México, Italia, Alemania, EEUU o Francia para ofrecer conciertos en emblemáticos escenarios de Petrer.
En 1998 comienza todo
Para encontrar los orígenes de esta aventura hay que retrotraerse a finales del siglo pasado. Corría el año 1998 y en la Casa de la Juventud de Petrer se celebraban sendos cursos anuales de teatro y de guitarra. Al llegar la época estival, a alguien se le ocurre que podría ser una buena idea crear un encuentro de verano de guitarra de una semana de duración, para fomentar la afición por el instrumento.
Dicho y hecho. La propuesta se la hicieron a Pepe Payá, uno de los profesores del curso y alma creativa del futuro festival, que se puso al frente con ilusión, aunque sin sospechar en lo más mínimo que la semilla que se acababa de plantar acabaría convirtiéndose, con el correr de los tiempos, en una de las citas de referencia del panorama musical.
Así, en aquel contexto arranca, con apenas siete alumnos y un par de profesores llegados de Alicante y de Elda, una iniciativa que tantas satisfacciones iba a dar en los años venideros.
Despegue imparable
Pasada la primera prueba de fuego, a los organizadores parece que les gustó aquello, así que decidieron continuar alimentándolo y al certamen iban llegando cada vez más profesores, más conciertos y más público.
Pepe Payá no estuvo solo en esta tarea, sino que supo comprender que tenía que rodearse de artistas para sacar adelante la iniciativa. De este modo, y con el apoyo de las concejalías de Juventud y Cultura petrerís, llegó la cuarta edición en 2001 con la que se propuso ir más allá trayendo a un nombre clave como Alex Garrobé, catedrático concertista de guitarra clásica que contribuyó al despegue definitivo y que con los años se convertiría en uno de los imprescindibles del certamen.
Ese momento fue crucial, porque los organizadores se plantearon hacia dónde tenía que dirigirse el festival. Lo que tenían claro era que había que apostar por una programación de calidad y por una infraestructura adecuada para recibir a toda la gente, entre músicos y público, que venían de fuera.
El festival nace en julio de 1998 como un curso de verano para jóvenes guitarristas
Cita obligada
La quinta edición fue una de las más señaladas, con el nacimiento del concurso José Tomás de Guitarra, que sigue celebrándose con enorme éxito en la actualidad entregando suculentos premios económicos y en el que los ganadores se embarcan en una gira de conciertos por medio mundo.
A esas alturas, el festival era ya una cita de grandes dimensiones que alcanzaba una velocidad de crucero dispuesto a llegar a los cinco continentes. Figuras de renombre pisaban los escenarios de Petrer: David Russell, Miguel Trápaga, Manuel Barrueco, Marco Socías o Leo Brouwer.
Con todos estos mimbres se había hecho un hueco entre los festivales de guitarra, y nuevas iniciativas como la feria de exposiciones, en la que se muestran valiosas piezas únicas e históricas entre instrumentos, partituras y documentos relacionadas con el ámbito de la guitarra, se iban sumando al certamen propiamente dicho.
Reconocimiento mundial
Se sucedían innumerables menciones en la prensa mundial, entrevistas a su director en Radio Clásica y en televisiones españolas y extranjeras, e incluso reportajes en revistas japonesas. También, prestigiosos premios como el Trujamán en 2011, el más importante de cuantos se entregan en nuestro país dedicados a reconocer los grandes nombres y proyectos que se realizan en torno a la guitarra, venían a reconocer los méritos.
En 2012 se crearía un premio honorífico destinado a homenajear a destacadas personalidades del mundo de la guitarra, otorgándose en su primera edición a Leo Brouwer.
Así, llegamos en 2013 a la edición número dieciséis, considerada un antes y un después en la historia del festival porque actualizó y sentó las bases de lo que es hoy. Un año sumamente importante ya que se da un salto cualitativo enorme, en el que la Semana de la Guitarra cambia su denominación por el actual de Festival Internacional de Guitarra José Tomás-Villa de Petrer, ampliando su duración a quince días.
Los ganadores del concurso se embarcan en una gira internacional de conciertos
Todo tipo de propuestas
Los últimos años, el festival ha gozado de una salud envidiable apostando por traer diferentes propuestas musicales como flamenco, tango, música antigua, clásica, sinfónica, etc. y contando con un importante elenco de figuras como José Mercé, Tomatito, Margarita Escarpa, Josemi Carmona, Bandolero o, en la pasada edición, la del 25º aniversario, al guitarrista y compositor brasileño Yamandu Costa.
La llegada de la pandemia en 2020 no frenó la marcha del festival, que se pudo celebrar presencialmente y tuvo que adaptarse a las circunstancias sanitarias del momento con aforos más limitados, conciertos en el exterior y haciendo retransmisiones vía streaming.
Capital europea
La vigésimo cuarta edición, en 2021, fue otro de los años clave, cuando Petrer se convirtió en la capital mundial de la guitarra al ser sede del proyecto Eurostring, la plataforma de festivales de guitarra en la que participan catorce de los que se celebran en otros tantos países europeos, financiado por la Unión Europea y que alcanza una repercusión planetaria.
En su cuarto de siglo la historia del festival está jalonada de momentos memorables. Uno de ellos fue en 2010 con el estreno mundial en Petrer del concierto para dos guitarras y orquesta sinfónica de Quintín Esquembre, dirigido por Leo Brouwer e interpretado por Francisco Albert Ricote y Carlos Trepat. Cuatro años después, en 2014, se estrena ‘El concierto de Petrer’ para orquesta sinfónica y guitarra, de Simone Iannarelli, dedicado al Festival de Guitarra y su ciudad.
Y más recientemente, en 2016, el reestreno, a cargo de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia dirigida por Diego Nasser, de una ópera recuperada de Fernando Sor compuesta hace más de doscientos años: ‘Telemaco nell’isola di Calipso.