Sobre el río Montnegre, entre los términos de Tibi y Xixona, se ubica el embalse o pantano de Tibi, que en el momento de su creación -a finales del siglo XVI- fue la presa más importante de Europa gracias a una altura que no se superó hasta muchos años más tarde.
Comenzó su construcción en 1580 por orden del rey Felipe II, finalizando las obras catorce años después. No es, sin embargo, el más antiguo de nuestro país, pues el embalse de Almansa (Albacete) funciona ininterrumpidamente desde 1584.
Ocupa una superficie de cincuenta hectáreas y lo cierra una presa de gravedad de cuarenta y seis metros de alto y una longitud de coronación de sesenta y cinco metros. Es Bien de Interés Cultural desde 1994 en la categoría de Monumento.
La idea original
Esta presa se erigió con el reto de garantizar el agua para Alicante, por medio del caudal del río Montnegre. La idea original fue de dos vecinos de Mutxamel: Pere Izquierdo, de profesión molinero, y Miguel Alcaraz, picapedrero.
Ambos propusieron represar las aguas fluviales alzando un muro en la garganta de nueve metros que formaban los montes Mos del Bou y La Cresta, en Tibi. Así, el 7 de agosto de 1579 se acordó la construcción del llamado pantano de Alicante, pues estaba destinado a abastecer el riego a la huerta alicantina.
Recordemos que el embalse toma las aguas del río Verde, procedente de las sierras de Onil, Castalla y Maigmó. Desde la presa el río pasa a denominarse Montnegre, porque sus aguas se tiñen de color oscuro por la presencia de sedimentos.
Fue una idea de dos vecinos de Mutxamel, que propusieron represar las aguas del río Montnegre
Su construcción
El ingeniero militar italiano Giovanni Battista Antonelli, que había realizado el Fort de Bèrnia, fue el encargado de unas obras que pronto se paralizaron por falta de recursos, tras apenas seis metros levantados de pared.
Los trabajos se pudieron reanudar nueve años más tarde, aunque hasta su culminación se sucedieron numerosas modificaciones, informes e inspecciones en los que intervinieron eminentes técnicos de la Corona, entre ellos el sobrino de Antonelli, Cristóbal de Roda.
Fue superada en antigüedad por el embalse de Almansa, como indicábamos, pero la de Tibi dobla en altura a la manchega y pronto se convirtió en una obra de ingeniería de referencia.
El embalse de Almansa es más antiguo, pero el de Tibi le dobla en altura y se convirtió en una referencia
Características
Se levanta entre dos farallones rocosos, casi verticales, que proporcionan un enorme asiento para los estribos. De igual modo, su innovadora planta curva, con un radio de 107 metros -junto con el perfil ataluzado del muro situado aguas abajo- supuso una renovación técnica importantísima para la época y el germen para futuras presas de arco, mucho más modernas.
Esta obra muestra un núcleo de mampostería y parámetros formados por gruesos sillares labrados. Tenía una capacidad de entre cuatro y cinco coma cuatro metros cúbicos, la mayor de ese momento y, pese a sufrir una importante rotura en 1697, entró de nuevo en funcionamiento cuatro décadas más tarde, en 1738.
A día de hoy se encuentra en un estado cuestionable por abandono, con el fondo lleno de lodo
En la actualidad
La presa del pantano de Tibi, obra muy imitada durante siglos, a día de hoy sigue en uso, pero en un estado cuestionable por abandono. En este sentido, las aguas llegan contaminadas al embalse, cuyo fondo va limitándose por las toneladas de lodo que se acumulan.
Se desestimó limpiar ese fango por cuestiones económicas, aunque en enero de 2020 se constituyó el proyecto ‘Terra’ para luchar por la puesta en valor del pantano de Tibi y de todas las infraestructuras vinculadas a la antigua huerta de Alicante.
Únicamente cuando el pantano recibe gran cantidad de agua de lluvia alcanza el grado de conductividad suficiente como para llegar, con garantías de uso, a las huertas de municipios próximos.
Rutas junto al pantano
Son varios los caminos o rutas que se pueden realizar cerca del embalse de Tibi. La primera que les proponemos, perfecta para hacerla con niños, se inicia en la estación de servicio, descendiendo sobre 1,5 kilómetros hasta el lecho del río Montnegre, en la parte baja de la presa. El regreso es por la misma vía, con un desnivel de cien metros.
En la segunda, en coche desde la población de Tibi, llegamos a una pequeña explanada para, a partir de ahí, aproximarnos a pie a la orilla norte del pantano. En este sendero podremos disfrutar de unas preciosas vistas de todo el embalse, con la opción de bajar hasta el agua.
Debemos remarcar, no obstante, que está prohibido el acceso a la presa, debido a que la mencionada falta de mantenimiento puede provocar accidentes.