Según explican los investigadores, en España se presta mucha atención mediática a especies en peligro de extinción como el lince ibérico, el oso pardo o el águila imperial. Sin embargo, las siete especies que se encuentran en peligro crítico de extinción, es decir, las que tienen un riesgo inminente de desaparición son mucho más desconocidas. Estas especies incluyen dos aves, dos mamíferos, una planta y dos moluscos.
Entre ellas se encuentra un pato, la cerceta pardilla. Esta especie, considerada como el pato más amenazado de Europa, prácticamente llegó a desaparecer hace una década, cuando tan sólo se detectaron unas decenas de parejas reproductoras en el entorno de Doñana y los humedales del sur de Alicante. Para revertir esta situación, tanto las Comunidades Autónomas como el gobierno central emprendieron diversas acciones de conservación, entre ellas un programa de recuperación con liberación de ejemplares criados en cautividad. Gracias a este programa, se han liberado más de tres mil individuos en los últimos años, pero a pesar de esto, las poblaciones de cerceta pardilla no remontan como se esperaba.
Los resultados del estudio señalan que la mortalidad por causas no naturales, como la caza ilegal, colisiones con líneas eléctricas o depredación por gatos, triplica la mortalidad natural. La caza ilegal, ya sea por errores de identificación en jornadas de caza legales o por furtivismo, destacó como la causa más significativa de mortalidad para la especie, ya que afectó a uno de cada tres ejemplares marcados, tanto ejemplares criados en cautividad como silvestres. Para determinar las causas de mortalidad, el uso de dispositivos GPS fue crucial, ya que permitió identificar con precisión el lugar y día de la muerte. Lamentablemente, el 50% de los dispositivos GPS dejaron de transmitir datos inesperadamente. Los investigadores sospechan que en gran medida podría deberse a caza ilegal, ya que el 70% de estos dispositivos dejó de funcionar repentinamente cuando el ave se encontraba dentro de un coto. Además, los resultados alertan que la presencia de gatos domésticos en humedales es una amenaza emergente que debe abordarse con atención ya que se han detectado casos de depredación por estos felinos, lo cual puede producir pérdidas importantes.
Roberto Rodríguez Caro y Esther Sebastián González, son los dos investigadores del departamento de Ecología de la UA que han participado en el estudio. Pérez García señala que “son muchos de los ejemplares que se están liberando en los programas de recuperación, pero no llegan a establecerse porque la mortalidad es muy alta”. Los análisis indican que la mortalidad no natural de estas aves debería reducirse en un 40% para conseguir recuperar las poblaciones. Para lograrlo, los autores proponen varias medidas urgentes que incluyen prohibir la caza de aves acuáticas en horas con mala visibilidad para evitar confusiones y muertes accidentales de especies no cinegéticas, aumentar la persecución del furtivismo, controlar los depredadores exóticos en humedales, y mejorar la gestión del agua para reducir los brotes de enfermedades como el botulismo.
Los investigadores también indican que podrían introducirse algunas mejoras en los programas de recuperación basados en cría en cautividad y liberación. Sugieren que la estrategia de retrasar la liberación de aves criadas en cautividad hasta el final de la temporada de caza podría tener efectos negativos a largo plazo, al aumentar la habituación a los humanos y la dependencia de fuentes de alimento predecibles. Finalmente, plantean recomendaciones para reducir la estancia en cautividad y proporcionar entrenamiento antidepredador a las aves liberadas en los jaulones de cría.