La sierra de Mariola, cadena montañosa que separa las provincias de Alicante y Valencia, alberga una amplia riqueza botánica en la que predominan unas plantas medicinales y hierbas aromáticas que se han ido adaptando a la sequedad de ciertas zonas del bosque.
En tiempos pretéritos, de alquimistas y médicos musulmanes, se comenzó a emplear estas hierbas -mezcladas con alcohol- para fines curativos, tradición que continuaron los monjes cristianos y las personas del lugar, que elaboraban sus propias fórmulas magistrales bajo el nombre de herbero.
Hoy este herbero es una de las bebidas más comunes en las celebraciones valencianas -especialmente en Moros y Cristianos-, casi al nivel de la cassalla, con un sabor delicioso que nos transporta al campo y a los bosques más cercanos.
A modo de anécdota, es la bebida preferida del tío Pep y de toda ‘L’alqueria blanca’, popular serie de À Punt. Así que, si tienen la fortuna de acercarse a esta preciosa zona, no duden en pedir un herbero, les alegrará el día.
De generación en generación
Sin duda, el herbero es producto de la infinita sabiduría y el legado de nuestros antepasados, que aprovecharon la profusa variedad de especies botánicas que brindaba la sierra de Mariola. Ya en el siglo pasado estas preparaciones empezaron a producirse de forma industrial y a comercializarse por destilerías de la zona.
Se trata de una bebida cuya fórmula ancestral ha ido pasando de generación en generación, porque ya se elaboraba hace cientos de años, siempre en las localidades cercanas a la sierra. Es también un claro ejemplo de cómo la sapiencia de nuestros pasados se mantiene a lo largo del tiempo.
En municipios como Agres o Bocairent es común ver puestos o incluso tiendas especializadas en el ‘herberet’, la poción mágica de la sierra de Mariola, al más puro estilo de Astérix y Obélix. Allí, amables dependientes nos relatarán con una sonrisa los beneficios de su consumo o cómo sus abuelos o bisabuelos aprendieron a prepararlo de bien pequeños.
Qué es
Es una bebida espirituosa basada en hierbas aromáticas que, tras una selección, se maceran con una mezcla de anís (dulce y seco a partes iguales). Se destilan con alcohol neutro de entre veintidós y cuarenta grados, obteniendo un color que puede resultar transparente o variar del amarillo al verde claro, llegando incluso al rojizo (dependiendo de las plantas florales).
Ofrece un aroma exquisito, el que le proporcionan la gran variedad de hierbas y plantas aromáticas que lo componen, con sabor a botánicos, llegando a ser seco en boca, aunque con un evidente fondo anisado. Igualmente es un magnífico digestivo, comparado en muchas ocasiones con el orujo gallego.
Las plantas que se utilizan en su elaboración deberán ser, como mínimo, cuatro (de entre salvia, manzanilla, poleo, hierba luisa, hinojo, ajedrea, tomillo…). Su preparación está, de hecho, regulada por la Denominación de Origen Bebidas Espirituosas de Alicante, junto al anís palomas, el café licor y el cantueso.
Procede de tiempos antiguos, de alquimistas y médicos musulmanes, en un principio con fines curativos
‘Fer herbetes’
Habitualmente, en toda esta zona de montaña que rodea los municipios de Agres, Bocairent, Alcoy o Banyeres, se mantiene la costumbre de ‘fer herbetes’, es decir, coger hierbas silvestres del monte. También en Muro, Cocentaina, Alfafara…
El día de la Ascensión -cuarenta jornadas después del Domingo de Resurrección- es el típico para salir a buscarlas. Seguidamente, estas plantas recolectadas en su máxima floración se lavan y se secan todo el invierno para confeccionar tisanas o hacer los famosos herberos.
En pueblos como Agres o Bocairent son comunes las tiendas o puestos especializados en este delicioso producto
Cómo se elabora
Tal y como hemos señalado se utilizan un mínimo de cuatro hierbas, que se colocan en una bolsa de tela. Indicar, lógicamente, que según se añadan unas u otras se obtendrá un sabor diferente.
Seguidamente, en una buena orza se coloca a partes iguales anís dulce y aguardiente. Se introducen las hierbas y se tapa, dejándolo así unos cuarenta días. A partir de entonces ya se podrá consumir.
Formas de consumirlo
El herbero se presenta, en formato litro, con parte de las hierbas en su interior. Se recomienda consumir frío, con o sin hielo.
La mejor forma de disfrutarlo es a primera hora de la mañana, bien temprano, o después de comer a modo de digestivo, en copa pequeña (tipo coñac) o chupito. Asimismo, durante la merienda, acompañado de algún dulce de la zona.
Si se mezcla con cantueso obtenemos el tradicional ‘mesclaet’, otra de las maravillas de nuestra tierra, aunque otro acierto es combinarlo con refresco de limón. Los más jóvenes lo toman rápido, cometiendo un pecado de juventud. Para los que somos más mayores es preferible degustarlo a sorbitos, para apreciar más su aroma y esencia.