Entrevista > Antoni Mas i Miralles / Licenciado en Filología Hispánica y doctor en Filología Catalana (Santa Pola, 27-mayo-1959)
Hace unos días se presentaba en La Casa de la Cultura de Santa Pola el ‘Diccionari santapoler’, un trabajo del Doctor en Filología Catalana, Antoni Mas i Miralles. La publicación se enmarca dentro de la colección ‘Quaderns de Santa Pola’ y recoge cerca de 4000 definiciones de localismos del valenciano que se habla en el municipio.
El diccionario ha sido editado por el Ayuntamiento de Santa Pola y patrocinado por la Diputación de Alicante. La obra cuenta con una introducción sociolingüística, un diccionario propiamente dicho y un diccionario ideológico. Además, algunas de las entradas están acompañadas de ilustraciones, que le otorgan un aspecto muy visual. De momento la primera tirada de esta publicación se agotó en apenas dos días después de su presentación.
Antoni Mas es profesor en la Universidad de Alicante e imparte clases de sociolingüística, y cuenta con un centenar de publicaciones lingüísticas. Relacionado con la docencia del valenciano y con la investigación de la lengua, asegura que como filólogo siempre ha estado estudiando y analizando las palabras, muchas de las cuales recoge ahora en este diccionario.
Enhorabuena por esta nueva publicación. ¿En qué consiste ‘Diccionari santapoler’? ¿Cómo se elabora?
Es un inventario que recoge las palabras que tienen un cierto interés léxico en la lengua valenciana, en la variante de Santa Pola. Es una obra científica, pero con un carácter local. Antes de explicar cómo lo he elaborado, quiero agradecer a todos los santapoleros, así como hago en la dedicatoria, porque involuntariamente se han convertido en informantes. Recuerdo incluso haber escuchado palabras hasta haciendo la compra en el mercado. El diccionario recoge cerca de los cuatro mil términos.
Este trabajo también tiene mucha metodología y he aplicado todos mis conocimientos filológicos. Todo eso me ha permitido hacer un diccionario de este tipo, no solo con una simple definición; también he incluido algunas imágenes que lo hacen mucho más llamativo. Esas ilustraciones vienen a ayudar a la comprensión de las palabras.
«Involuntariamente los santapoleros han permitido la elaboración de este diccionario»
¿Cómo surge esta idea? ¿Cuánto tiempo le ha llevado este trabajo?
No puedo marcar un punto de origen, pero desde un primer artículo que publiqué sobre la variante del valenciano de nuestro pueblo, hace muchos años, ya incluía un listado de palabras. Es fruto de un trabajo de más de treinta años, en el que he ido escuchando por la calle, hablando con la gente.
Un estudio de estas características conlleva un tiempo bastante largo, es normal; he ido recopilando hasta que he pensado que podría ser un buen momento para publicar. Sin embargo, que se haya publicado no significa que haya parado de buscar otras palabras.
¿Cuál es la finalidad de haber creado este diccionario?
Ante todo es una cosa que yo quería hacer por mi pueblo, altruistamente, comprometido con la sociedad. Y las finalidades son muchas. Por ejemplo, dejar constancia de la riqueza léxica que tenemos los santapoleros. Otro objetivo importante para mí es deshacer prejuicios, porque los valencianohablantes piensan que hablan mal la lengua, pero tenemos que ver la variedad dentro de un contexto sociolingüístico determinado. Pero cuando la gente habla castellano, piensa que por el simple hecho de hablarlo, lo habla correctamente, y no es así.
En Santa Pola, la mayoría de la gente entiende y habla el valenciano, pero no lo lee ni lo escribe. También, esos que lo hablan y lo entienden lo hacen con un registro vulgar; el registro formal, el del ámbito literario, jurídico o administrativo, lo aplican en otra lengua. Teniendo en cuenta ese contexto, tener esa riqueza léxica en el valenciano es para estar muy orgullosos.
«Los valencianohablantes piensan que hablan mal, pero hay que enmarcarlo en un contexto sociolingüístico»
¿Y por qué existe ese contexto en Santa Pola en el que no se aplica el valenciano en ámbitos formales?
Muy fácil. Hay que tener en cuenta que desde 1768 la Real Cédula de Aranjuez, de Carlos III, se prohibía el valenciano en las escuelas. Desde entonces, y hasta 1983 con la ‘Llei d’ús i ensenyament del Valencià’, las generaciones no han tenido oportunidad de aprender en los colegios, prácticamente dos siglos prohibido.
Eso lleva a que solo sepan hablar y entender. Y a día de hoy, un valenciano no tiene la posibilidad de ir al cine a ver una película en valenciano o de leer un periódico en valenciano. Sin embargo, debemos dar gracias a que todavía se siga hablando esta lengua.
Es un trabajo que refleja un vocabulario muy particular del valenciano santapolero, pero, ¿cuáles son las particularidades y características más significativas de esta variante?
La mayoría de nuestro léxico viene de una lengua que trajeron unos repobladores cristianos, cuando vino Jaume I por estas tierras en 1268. También contamos con muchos aragonesismos, porque vino gente de aquellas tierras: bonico, cucurutxo, catxirulo, monyo… Es importante resaltar que Santa Pola se forma como población en la segunda mitad del siglo XVIII, a partir de una gente de Elche que viene aquí, así que compartimos variedad dialectal con nuestros vecinos ilicitanos: fogaseta, encarnella, copet…
Santa Pola se sitúa en el extremo más meridional de la lengua, prácticamente haciendo frontera. Su léxico está lleno de arcaísmos, palabras de la lengua medieval, pero que todavía perduran: ‘entregue’, en valenciano normativo ‘sencer’; ‘sipia’, en vez de ‘sepia’; ‘oldre’, en vez de ‘olorar’. Y de la época moderna, es todo aquello que provenía de València.
Algunas palabras no han sufrido cambios con el tiempo porque no ha llegado variación alguna. Esto lo suelo explicar como la teoría de la onda: al tirar una piedra al agua provoca ondas que van siendo cada vez más débiles hasta que ese movimiento se pierde… Ya en la época moderna, es todo aquello que ya proviene de València.
Santa Pola se caracteriza como municipio por su historia y tradición pesquera. ¿Hasta qué punto influye el mundo marinero en el valenciano?
En uno de mis trabajos hice un estudio de antropolingüística, analizando cómo el lenguaje de los marineros se ha metido de lleno en la variedad de Santa Pola. Por ejemplo, en la parte del diccionario ideológico, detrás del diccionario propiamente dicho, he agrupado todas estas palabras por campos semánticos: geografía, fauna, personas, y obviamente no puede faltar el mundo marinero, como digo muy presente en nuestra variedad con términos como embarcar, triar…
Siempre he tenido especial interés en recuperar el vocabulario de los marineros, porque es una cultura que está desapareciendo y eso me preocupa.
«No son positivos para el valenciano los datos demolingüísticos, y el contexto sociopolítico tampoco ayuda»
Una de las palabras más características y propias del valenciano santapolero es ‘mamola’. ¿Qué nos puede decir de ella?
Hablando de marineros, fueron ellos quienes trajeron esa palabra de la zona de Andalucía o de la zona de Canarias, donde se sigue utilizando, y también en zonas de Sudamérica. Es un castellanismo en el valenciano. Incluso hay un pueblo en la costa de Granada que se llama La Mamola.
En ningún sitio de habla valenciana se utiliza esa palabra, por lo que todo hace pensar que cuando los marineros de Santa Pola iban a pescar a Larache (Marruecos) o por las Islas Canarias, aprendieron este término. Como todos sabemos, significa una cosa mal hecha, que no vale.
La obra se presentó recientemente, ¿cuántos ejemplares de ‘Diccionari santapoler’ han visto la luz?
Empezaron a repartirse el mismo día de la presentación, un jueves, y me quedé sorprendido cuando ese mismo sábado a mediodía me llamaron para decirme que se habían agotado. El diccionario es gratuito y se podía recoger en la Biblioteca Central. Estamos hablando de más de trescientos ejemplares. Desconozco si el Ayuntamiento de Santa Pola tiene previsto lanzar una nueva edición. Pero me quedo con que hay cierto interés por el tema al haberse agotado tan rápido.
Hablando de ese interés por la lengua, ¿cómo ve el futuro del valenciano?
No tengo una bola de cristal, pero sí diré que actualmente está pasando una mala época. Los datos demolingüísticos no son positivos; el contexto sociopolítico tampoco ayuda. Pero yo quiero ser optimista y pensar que la humanidad va evolucionando. Por ejemplo, en el pasado se pensaba que una raza, una religión o una condición sexual determinada era la correcta. Pues espero que pase lo mismo con la lengua y que se den cuenta de que no solo hay una lengua buena, imponiéndola.
En un mundo actual de convivencia, de respeto, de educación, tu lengua y tu cultura son tan válidas como la mía. Y debes permitir que yo viva con mi cultura y con mi lengua, si no la humanidad irá empobreciéndose. Una lengua no es solo un medio de comunicación, una lengua es una forma de ver el mundo, de identificarse, de mantener un bagaje cultural. Es una lástima que los políticos hagan de la lengua un elemento de lucha.
¿Qué opina la gente sobre la enseñanza del valenciano en los niños?
Hace algunos años, cuando llegó la conocida como ‘línea valenciana’ a los colegios, me decían que si los niños estudiaban en esa lengua no iban a aprender castellano. Ni mucho menos. Incluso hay gente que a día de hoy, al verme hablar a mi nieta de dos años en valenciano me dice que no aprenderá castellano. Estoy convencido de que por supuesto que lo aprenderá.
Lo que no me asegura a mí la sociedad, y es empírico, que a los que le hablan en castellano aprendan valenciano, porque yendo al colegio, no es suficiente.
¿Es una mala época para Santa Pola? ¿Se habla menos valenciano que hace unos años?
Aquí hablamos de desplazamiento lingüístico. Los datos que tenemos de los años ochenta o noventa reflejan que el 65 por ciento de la población santapolera decía que sabía hablar el valenciano. Actualmente ese porcentaje ronda el treinta por ciento y no solo porque los valencianohablantes van dejando su lengua, sino que los padres que hablan valenciano hablan en castellano a sus hijos; ahí se produce una interrupción lingüística.
Por supuesto que el número de autóctonos también ha disminuido respecto a los últimos treinta o cuarenta años, y eso es otro factor a tener en cuenta.
‘Diccionari santapoler’ ya forma parte de la colección ‘Quaderns de Santa Pola’. ¿Trabaja ya en algún otro proyecto lingüístico relacionado con el municipio?
Adelanto que este diccionario tiene un libro complementario y los editores ya lo saben: ‘Fraseologisme santapoler’. También habrá palabras, pero podremos encontrar locuciones, expresiones, paremias, refranes, etc. Espero que algún día pueda ver la luz, aunque no sé cuándo. Lo tengo prácticamente todo recopilado.