Entrevista > Ciriaco Clemente / Gerente de Hidraqua en la Marina Baixa (Alicante, 1977)
Seis municipios de la Marina Baixa, entre los que se encuentra Benidorm, se han dado la mano con Hidraqua para presentar una iniciativa, denominada Vida Marina Baixa, al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PERTE); con el fin de financiar un proyecto de algo más de diez millones de euros para mejorar la eficiencia del ciclo integral del agua en toda la comarca.
Hidraqua ha presentado recientemente, junto a seis ayuntamientos de la comarca, el proyecto Vida Marina Baixa que se centra, a modo de resumen, en la digitalización del ciclo integral del agua. De esta manera, se pretende ser todavía más eficientes en todo ese proceso que acaba con esa magia de abrir un grifo en casa y que por él salga agua. ¿Estamos ante la segunda gran revolución en el ámbito del suministro de agua desde la invención del grifo?
Pues sí, la verdad es que mucha gente no es consciente de todo el trabajo, toda la tecnología, todas las inversiones, todo el ‘know-how’ que hay detrás de abrir un grifo. Te diría más, no solo de abrir un grifo; sino de tirar de la cadena. Muchas veces, el alcantarillado también es el gran olvidado y son todo servicios básicos y esenciales que llevan una tecnología detrás brutal.
Explíqueme que es Vida Marina Baixa.
Este proyecto lo que va a permitir es que a esa tecnología que ya tenemos, de la que ya disponemos, podamos darle un salto cualitativo muy importante, porque estamos hablando de digitalización, nuevas herramientas, nuevos sensores, telelecturas, telemandos, portales de transparencia para el ciudadano…
Es un proyecto de diez millones de euros, pero además para ejecutar en sólo dieciocho meses. Por lo tanto, el salto cualitativo va a ser muy importante. De otra manera, los ayuntamientos tardarían, sobre todo los pequeños, que tienen una mayor complejidad, muchos años o décadas en llegar a ese nivel de digitalización.
«Mucha gente no es consciente de todo el trabajo, la tecnología, las inversiones y el ‘know-how’ que hay detrás de abrir un grifo»
Cuando hablamos de digitalización, de telemando, de todos esos sintagmas que el usuario final puede comprender o no, hablamos de aprovechamiento de un bien que aquí, eso sí que lo conoce todo el mundo, es muy escaso, como es el agua y de mejorar ese aprovechamiento.
Así es. Al final, es más complejo que esto, pero un sinónimo de digitalización podría ser eficiencia. Al final, todo lo que invirtamos en digitalización, va a revertir en ser más eficientes. Vamos a aprovechar más los recursos, tener menos pérdida de agua, ser capaces de, con el agua que tenemos, gestionar todos los consumos.
Desde ese punto de vista, más allá de perdernos en tecnología y en palabras raras, al final lo que tenemos es que digitalizar, que es sinónimo de ser más eficientes y de aprovechar mejor lo que tenemos.
Y me comentaba también sobre transparencia.
Esa es la otra vertiente, la transparencia de cara al ciudadano. Como decías antes, este abre el grifo y no sabe todo lo que pasa detrás. Lo que este proyecto también pretende es que tanto los ayuntamientos como el ciudadano, a través de ciertos portales, tengan más información de cuál es el consumo del municipio, cuál es el rendimiento de la red, cuántas averías hay. Es decir, hacer un poco partícipes también a los ayuntamientos y a la ciudadanía de todo lo que implica.
De esta manera, creo que también la sociedad será consciente de lo que es la gestión del agua, lo escasa que es y que todo ello se convierta en un círculo virtuoso.
«Hemos sido capaces de suministrar al doble de población que teníamos hace veinte años gastando un 20% menos»
Hay ya muchas generaciones de benidormenses que no han conocido e, incluso, no les han hablado de aquellos años no tan lejanos en los que había que traer el agua con cubas, porque aquí no había agua. Casi parece un milagro que en un tiempo en el que las lluvias son cada vez menores, aquí no se hable en ningún momento de restricciones.
Lo de la Marina Baixa no es un milagro. Es fruto de mucho trabajo y de cosas bien hechas y no de ahora, que también, pero desde hace cuarenta o cincuenta años. Aquí, la gente más joven no conoce que hace nada no había agua. Como dices, a lo mejor desconocen aquel episodio del 78.
Ahora, tenemos una situación totalmente diferente, pero aquí hay mucho trabajo, mucha inversión en infraestructuras.
¿Cómo se consigue eso?
La gestión del agua tiene dos vías: ejecutar y renovar obras, y digitalizar. Aquí se han hecho las dos cosas. Durante años se ha invertido mucho, se han hecho plantas potabilizadoras, se ha cambiado la red y se ha digitalizado.
Esto nos lleva a que Benidorm ha duplicado en veinte años su población, pero con un ahorro de agua del 20%. Es decir, hemos sido capaces de suministrar al doble de población que teníamos, gastando un 20% menos que hace veinte años. Eso es ser eficiente. Y la digitalización es un paso más en ese camino.
«Tenemos que conseguir abastecer a toda la población, o a toda la comarca, bajo unos criterios de máxima eficiencia y de mínimas pérdidas»
Al usuario le gusta que haya competencia y tener dónde elegir. Con el agua eso no sucede, pero esa situación demuestra que Hidraqua tampoco se duerme y piensa que, como el usuario no puede elegir, se tiene que conformar con lo que hay.
Somos los primeros interesados en que el agua sea lo más sostenible posible y en maximizar el ahorro. Es nuestro trabajo. Tenemos que conseguir abastecer a toda la población, o a toda la comarca, bajo unos criterios de máxima eficiencia y de mínimas pérdidas. Lo otro no tiene sentido como razón de ser de una empresa gestora.
Después de un año hídrico tan seco como el que hemos tenido, se está hablando de una nueva situación de preemergencia en nuestros embalses. De cara al futuro a medio y largo plazo, ¿hasta qué punto debemos de preocuparnos de que puedan volver situaciones como las del 78?
En esta comarca sabemos lo que hay, sabemos los recursos que tenemos. Aquí llueve lo que llueve y es una comarca que está en estrés hídrico permanente. A mí me hace gracia cuando en otras latitudes, aquí en España, dicen “¡uf!, ahora lleva sin llover no sé cuánto, me voy a poner en modo sequía y voy a empezar a ahorrar”. ¡Pero si aquí llevamos cuarenta años en ese modo permanente de sequía!
Es cierto que llevamos un otoño en el que está lloviendo menos, pero las lluvias llegarán antes o después. Ahora mismo, ser alarmistas no tiene sentido, porque los recursos están garantizados; pero eso no significa que nos paremos.
«Aquí llueve lo que llueve y es una comarca que está en estrés hídrico permanente»
Pero ni tan siquiera en la Marina Baixa todos los municipios pueden presumir de la misma eficiencia y, ni mucho menos, de los niveles de Benidorm.
Precisamente, el proyecto Vida Marina Baixa va en la línea de seguir mejorando en ese sentido. Habrá sitios o municipios que tengan sus niveles de eficiencia un poco más bajos y este proyecto les llega para mejorarlos. A la vez, en los municipios donde están muy altos, como es el caso de Benidorm, hay que mantenerlos y eso ya es un reto.
A medio plazo, debemos seguir haciendo lo que se está haciendo: invirtiendo mucho en renovación de infraestructuras, en digitalización, en aumentar la reutilización. El agua es un recurso que está ahí, en los caudales que se dan de la depuradora, donde todavía hay margen. También se está gestionando un proyecto de una desaladora. No hay que dormirse en los laureles, pero tampoco hay que ser alarmista ni extremista.
Recientemente, con los temporales que hemos vivido en la comarca, hemos visto cómo algunos municipios han tenido que invertir mucho dinero en sus plantas, por problemas de turbidez para el consumo humano. ¿Esa es una pantalla que ya hemos superado o todavía hay que seguir invirtiendo en ello? En otras palabras, ¿tenemos el suministro ya no en cantidad, sino en calidad garantizado?
Actualmente, la calidad está garantizada, pero los requisitos son cada vez mayores. A principios del año, por ejemplo, salió una nueva legislación de calidad del agua, el Decreto 3 del 2023, que viene de una directiva europea. Esa es la evolución normal, tanto en vertidos como en agua.
Entonces, es posible que en los próximos años los requisitos de calidad del agua todavía nos pidan una vuelta más de tuerca, pero va a pasar en la potabilización y en la depuración.
«En el ámbito de la reutilización tenemos margen de mejora»
De nuevo, el alcantarillado, el gran olvidado que me decía antes.
En la depuración hay unos parámetros de salida que se tienen que cumplir, pero la directiva europea va a ir cada vez a más para proteger el medio ambiente. Con lo cual, hay que seguir tratando nuestras plantas y mejorándolas en los próximos años.
Nos pasa lo mismo que con las redes; no te puedes dormir y decir hasta aquí hemos llegado. Y esa va a ser una de las situaciones que nos iremos encontrando en los próximos años.
¿Cuánto margen de mejora tenemos en la potabilización y en el reutilizamiento de esas aguas residuales que van a parar a la planta depuradora?
Creo que en el tema de reutilización hay margen. Por ejemplo, en la depuradora de Benidorm y l’Alfàs del Pi se está aprovechando un 30% del agua utilizada. Eso implica también un plan comarcal, porque esa agua reutilizada luego hay que darle uso desde Altea hasta la Vila. Para ello, hacen falta infraestructuras supramunicipales, pero es una fuente de recurso adicional.
La otra fuente de recurso adicional sería la desalación. Lo primero que debemos hacer es ser lo más eficientes con lo que tenemos. Si queremos recursos adicionales, hay que ir pensando en la reutilización y en la desalación.
«Si queremos recursos adicionales, hay que ir pensando en la reutilización y en la desalación»
¿El turismo es una industria sostenible desde el punto de vista del agua?
El ejemplo de ello es Benidorm. Es el motor turístico de España y, como he dicho, en veinte años se ha duplicado la población y se ha reducido un 20% el consumo. Más que la industria, lo que hay que hacer realmente es creer que el agua es un vector fundamental. Es decir, si faltara el agua en Benidorm, ¿qué pasaría con la planta hotelera? ¿O si fallara la potabilizadora?
Cuando tú tienes claro que el agua es un factor fundamental, entiendo que lo que haces es ser lo más eficiente posible. Desde ese punto de vista, el turismo es sostenible y, en ese sentido, conozco bien las inversiones que hacen los propios hoteles para adecuar las instalaciones. Al final, no se trata tanto del sector como de creértelo e intentar ser lo más sostenible posible dentro de ese sector.
Voy a ir unos años atrás, aunque no tantos. Recuerdo que cuando muchas de las empresas participadas por el grupo Agbar hablaban de ejemplos de eficiencia en el uso de aguas siempre se ponía su experiencia en Israel como gran ejemplo. Pasado el tiempo, ¿se puede poner a España y a la Marina Baixa como ejemplo?
Sin duda. Es cierto que en los años ochenta y noventa se ponía a Israel como ejemplo por su situación y por sus recursos. Pero el levante español, la provincia de Alicante y la Marina Baixa, son un ejemplo. Como decía antes, aquí no nos ponemos en modo sequía, porque llevamos cuarenta años así y siendo lo más sostenibles posible.
Creo que es un modelo de organización de municipios con el Consorcio de la Marina Baixa y por cómo se ha articulado, y que desde luego es un ejemplo a nivel nacional.