Si eres de San Vicente del Raspeig seguramente has escuchado más de una vez la célebre expresión de ‘sequet però sanet’. Si en Francia dicen aquello de ‘Liberté, égalité, fraternité’ o en Alicante que son ‘La millor terra del mon’, ¿por qué no va a tener nuestro pueblo también su propio lema?
Ahora bien, ¿qué significa esta frase tan popular? ¿Y quién fue el primero que la dijo? Certezas no hay ninguna, pero aquí es donde entramos en el terreno de las leyendas. En cualquier caso es una historia interesante que probablemente todo sanvicentero debiera conocer.
San Vicente Ferrer
El autor original de estas palabras supuestamente fue el mismo que da nombre a nuestro municipio. Es decir, San Vicente Ferrer. Según la tradición, este célebre santo habría pasado por la zona antiguamente conocida como El Raspeig en 1411 cuando viajaba desde Xixona hasta València. Una vez llegó hasta aquí hizo aquello que más le gustaba… predicar.
Dicen que sus discursos causaron gran atención en las gentes que habitaban la zona, congregando una gran multitud a su alrededor. Lo cierto es que no habría sido nada extraño, ya que era un hombre bastante mediático. Según la tradición se habría presentado ante la multitud con una frase que lleva rima incluida: “Bona gent, si vosaltres voleu jo vos mostraré el camí que porta a Déu”.
Y fue entonces cuando se le habría acercado un campesino para preguntarle si, merced a su divina conexión con el altísimo, podía saber cuándo caerían las próximas lluvias sobre estas secas tierras campestres. Entonces San Vicente quiso tranquilizarle asegurándole que, aún en caso de que no lloviera, se auguraban buenas cosechas. Y para ello habría elegido esta célebre frase de “este poble serà sequet, però sanet”.
Supuestamente el santo patrón habría dicho estas palabras para animar a los agricultores
El padre dominico
Más allá de esta bonita leyenda, la realidad es que no hay ninguna certeza de estos hechos. Es posible que ni siquiera San Vicente Ferrer pasara por aquí, si bien tampoco es ni mucho menos descartable dado que este hombre se recorrió gran parte de España y Europa predicando.
De hecho se le dedicó una ermita en el lugar donde supuestamente predicó, la actual iglesia ubicada en la plaza de España. Aunque algunos historiadores apuntan a que este templo en realidad se habría construido más de un siglo después, mientras que otros consideran que ya existía y simplemente fue renombrada.
Ya en el siglo XIX el monje dominico francés Pierre Henri Fages llegó a nuestras tierras buscando documentarse para escribir una biografía sobre San Vicente Ferrer. En su obra aseguró que el santo habría dicho lo siguiente en El Raspeig: “Este país (refiriéndose a la zona) sufre permanentes sequías. Sin embargo habitad aquí sin temor porque en adelante no será tanta como para haceros sufrir. Estará sequet però sanet”.
En el siglo XIX el francés Fages vinculó esta frase a San Vicente Ferrer
A favor y en contra
¿En qué se basó Monsieur Fages para realizar semejante afirmación? Pues lo desconocemos. Quizás esta expresión estaba ya en el acervo popular de algunos vecinos sanvicenteros, y al escucharla el galo llegó libremente a dicha conclusión.
Cabe señalar que algunos de los milagros que se le atribuyen a San Vicente Ferrer en realidad son elaboraciones literarias que se escribieron siglos después con el objeto de reivindicar su figura. Por tanto podríamos pensar que esto no es sino otra invención de un devoto suyo para engrandecer su popularidad.
No obstante si buscamos argumentos a favor de la veracidad de esta historia, hay que decir que la expresión encaja perfectamente con El Raspeig medieval. Cuando el santo habría pasado por aquí, esta zona era un páramo en el que se practicaba básicamente la agricultura de secano.
Se convirtió en el lema oficial del municipio a raíz de su inclusión en el escudo municipal
El escudo municipal
Sea como fuera la teoría de Fages caló en los sanvicenteros, y desde entonces la creencia popular ya siempre fue que estas palabras venían del mismo patrón del pueblo. Lo cual no pasó desapercibido a las autoridades políticas.
En los años 60 del pasado siglo se hizo patente la necesidad de que San Vicente del Raspeig tuviera su propio escudo municipal, como ya ocurría en las localidades del entorno (Alicante, Mutxamel, El Campello, etc.) y en muchas de España.
Para ello los diseñadores quisieron incluir algunos elementos propios de la historia del municipio como las barras amarillas y rojas propias de la Corona de Aragón, el color verde vinculado a la tradición islámica, la corona borbónica e incluso unas flores de almendro.
La banda superior
Y por supuesto, también había que acordarse de hacer algún guiño al santo patrón que da nombre al municipio. Para empezar se incluyeron dos dibujos de herraduras en virtud a otra leyenda (sí, una más) que apunta a que San Vicente Ferrer llegó al Raspeig cabalgando a lomos de un burro, y que este animal habría perdido aquí su herradura.
Sin embargo eso no les pareció suficiente. En la parte superior, por encima incluso de la corona real, también añadieron una banda flotante con las emblemáticas palabras “Sequet però sanet” escritas. Este escudo fue aprobado oficialmente en 1970 y así se mantiene desde entonces.
Agradecemos a Francisco Canals y a Domingo Martínez por su colaboración para realizar este artículo.